☬⋆ᎥᏁ ᏆhᎬ ᎠᎪᏒᏦ⋆☬ ㉿ᎾᎾᏦjᎥᏁ✝ঔ

2. 📃

- Me gustaría hablar con el conde Jeon -. El chico se encontraba un poco ansioso.
- Lo siento señorito Kim, pero el conde salio esta mañana de viajé -. Seokjin un poco desconcertado salio del lugar. Deseando obtener mas información con respecto al conde, el chico les comunico a sus tutores que había llegado el instante de realizar un viaje. Los tutores accedieron a su petición.

Inmediatamente Seokjin empaco emprendiendo su viaje hacia pensilvania, donde el mayordomo le comunico que estaría el conde. Una vez llego se instalo en un hotel y salio en busca del conde Jeon.
A paso veloz llego donde se encontraba el conde, lo diviso sentado en una mesa degustando un poco de vino.

De inmediato el chico se lanzó hacia el, sorprendiendo agradablemente al conde cuando este lo abrazó. Muy ufano de esta prueba de afecto, por parte de una persona que aparentemente no tenia nada en común con los demás mortales, acepto encantado.

Unos días mas tarde, ya habían recorrido gran parte de la ciudad. Pronto Seokjin se dio cuenta del peculiar comportamiento de su acompañante.
Su compañero era muy liberal: El vago, el pordiosero y el ocioso recibían de su mano más de lo necesario para aliviar sus necesidades más perentorias.

- No sabia que fueras tan caritativo, eso es algo nuevo -. El chico lo observaba con una gran sonrisa, mostrando sus blancos dientes.
- Como puede ver, tengo mis virtudes -. Dijo este seriamente. Pero el conde jamas aliviaba las desdichas de los virtuosos, reducidos ala indigencia por mala suerte.

El conde Jeon, en su carruaje, y en medio de la naturaleza mas lujuriosa y salvaje, siempre era el mismo: Sus ojos hablaban menos que sus labios.

- Me alegra que seas tan conversador -. Solto el chico llamando la atención del conde.
- Siento no poder decir lo mismo de ti, joven Kim -.
Hablo observándolo intensamente.

Y aunque Seokjin se hallaba tan cerca del objeto de su curiosidad, no obtenía mayor satisfacción de este hecho que la de la constante exaltación del vano deseo de desentrañar aquel misterio que a su excitada imaginación, empezaba a asumir las proporciones de algo sobrenatural.

- Esta noche debo partir hacía Roma ¿me acompañarás? -. Pregunto el conde observando por la ventana, la blanca nieve.
- Por supuesto sera un honor -. Afirmo el chico con entusiasmo.

No tardaron en llegar a Roma, y Seokjin perdió de vista a su compañero por algún tiempo, dejándole en la cotidiana compañía del circulo de amistades de una condesa italiana. Estando así ocupado, llegaron varias cartas de Inglaterra, que habría con impaciencia. La primera de su hermano dándole las mayores seguridades de su cariño, las otras eran de sus tutores, y la ultima lo dejo asombrado.
Si antes había pasado por su imaginación que su compañero de viaje poseía algún malvado poder, aquella carta parecía reforzar tal creencia.
- No puede ser -. Hablo el chico sudando frío.

Seokjin decidió al punto separarse de un personaje que todavía no le había mostrado ni un sólo punto brillante en donde posar la mirada. Resolvió inventar un pretexto plausible para abandonarle.
Tras salir de Roma, el joven dirigió sus pasos a Grecia, y tras cruzar la península, llego a Atenas, allí se encontró con una joven que parecía tener una imaginación insuperable.

- Entonces ¿lo has visto? -. Pregunto el joven algo incrédulo.
- Por supuesto que lo he visto, incluso hablado con el, ha pasado varios años sin ser notado, entre amigos y familiares, alimentándose con la sangre de las doncellas mas hermosas. Para prolongar su existencia -. Hablo la joven muy segura de sus palabras.

Pero el joven pensaba que solo se trataba de fantasías. Sin embargo,Nayeon como se llamaba la joven, le citaba nombres de ancianos que, por lo menos se habían encontrado con un vampiro vivo.
Habiendo hallado a parientes cercanos y algunos niños marcados con la señal del apetito del monstruo.

Nayeon le detalló la aparición tradicional de aquellos monstruos, y el horror de Seokjin aumentó al escuchar una descripción casi exacta a el conde Jeon.
- Estas completamente segura de todo lo que me has dicho? -. Dijo el joven angustiado.
- Todo lo que he dicho es verdad, aunque no lo creas, es así -. Expreso la joven seria.
- Solo esto te diré, ten mucho cuidado con lo que buscas! -....