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Will y yo seguíamos sentados en el suelo mientras que platicábamos. Quisiera que el tiempo no existiera cuando estoy con él.

—Oye, crees que deberíamos hablar de... ya sabes, lo que pasó hace un tiempo ya—dijo nervioso, y no lo culpo, ya que a mí tampoco me gusta recordar ese tema.

—Creo que sí. Aún hay cosas que no me quedaron claro, pero no quiero obligarte a decirme todo—contesté encogiéndome de hombros.

—Bueno, te seré sincero. Me estaba sintiendo celoso, te llevas tan bien con todos los demás, que tenía miedo de que yo llegara a aburrirte y que pensaras que no era un buen novio...— las últimas palabras parecían como si no hubiera pensado lo que dijo, lo sé porque literalmente sé que no pensó dos veces en hablar.

— ¿En serio creíste eso? Pero, ese día te veías tan molesto...— trataba de recordar, pero no me acuerdo mucho de lo que pasó hace aproximadamente un año.

—Sí, pero creo que en realidad estaba molesto conmigo mismo, no contigo. Me sigo comportando como idiota— dijo frustrado.

—Pero así de idiota me gustas— quité sus manos de su cara para que me viera. Ni yo sé de dónde saqué ese lado tan empalagoso.

—Me alegra saber eso— sonrió, de esas hermosas sonrisas que hace cuando está nervioso pero a la vez feliz.

Puede que no hemos cambiado tanto en todo un año. Tal vez físicamente sí, pero tenemos casi el mismo carácter de antes. Aún somos muy jóvenes como para saber este tipo de cosas, incluso sigo siendo bastante inocente cuando se habla de temas de adultos. Pero uno no decide cuándo y de quién se enamora. Ni siquiera sé si me he enamorado, es más, no tengo idea cómo se siente estar enamorada.

—También seré honesta—respiré hondo y hablé —hubo un tiempo en el que creía que tú te aburrías de mí. Buscaba cualquier cosa para ser alguien interesante y poder entretener a los demás, en especial a ti. Me sentía rara porque así no soy yo.

—Entonces, ¿me estás diciendo que todas esas veces que te pusiste en ridículo tú sola, fue sólo para llamar mi atención? — preguntó él.

—... ¿Sí? —contesté, aunque tenía miedo de su reacción, pero lo único que hizo fue echarse a reír.

—Nunca nadie había hecho algo tan lindo y único por mí, ¿en serio así de importante soy para ti? —decía entre risas.

—Creo que sí—no pude evitar reír yo también.

Me encantaba verlo reír y divertirse, me llena de tranquilidad verlo así. Antes no sabía lo que era sonreír como idiota al pensar en alguien hasta que lo conocí.
Su sonrisa es como mi droga que me hace feliz.

—Creo que no está de más decir que yo haría cualquier cosa por ti—dijo calmándose un poco.

— ¿Cualquier cosa? — pregunté incrédula y con un tono retador. Me levanté del suelo y busqué a mi alrededor algo con lo que pueda ponerlo a prueba.

Él también se levantó del suelo. Al tenerlo frente a mí tuve que levantar un poco mi vista. Antes éramos del mismo tamaño, ahora él es medio cabeza más alto que yo.

—Estoy seguro que sí—decía con voz suave.

— ¿Así como traerme las papas se allá? — señalé.

—Oye, tampoco soy tu sirviente— decía indignado y yo reí por su comentario.

—Bien, ya entendí— voltee hacía mi derecha y vi un área donde habían varios helados. Pude notar que entre todos aquellos postres estaba el helado favorito de Will, y sólo había uno. Bingo.

𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗨𝗠𝗠𝗘𝗥 ━━ Will y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora