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Seungkwan observó el paisaje una vez más, le gustaba cómo se veían las nubes, y también amaba ver cómo la Torre Eiffel sobresalía entre la vista. Jeonghan lo observó divertido. El avión pronto aterrizaría, ellos llegarían al hotel y descansarían antes de ir a grabar alguna cosa que Pledis quisiera un día antes del concierto que presentarían en la ciudad.

—Quiero ir a comprar muchas cosas aquí.—Exclamó Yoon.—Quiero comprar ropa y hacer turismo. Quiero tomarme muchas fotos y presumir que estuve aquí.

—¿Bromeas? —Cuestionó su compañero de asiento. —Estamos en la ciudad del amor. Lo que más deseo es enamorarme. Imagina una romántica declaración en la ciudad del amor.

—Esas cosas no existen. —Hoshi interrumpió desde el asiento de atrás. Iba sentado junto a un Woozi que, a pesar de tener audífonos puesto, podía escuchar a sus compañeros, como todos los miembros que iban en el avión. La discreción no era su fuerte.

—Lo haré, lo voy a encontrar. Te lo juro. —Seungkwan infló sus mejillas y se abrochó el cinturón porque ya iban a aterrizar.

Hansol solamente bajó la mirada, decir que estaba enamorado de Seungkwan era poco, lo adoraba, aunque eran de la misma edad siempre hubo una extraña complicidad entre ellos, una amistad secreta que Hansol quería que se hiciera más.

Cuando llegaron al hotel todos buscaron qué comer, tomaron un baño y se quedaron dormidos. Woozi en verdad necesitaba descansar. Al día siguiente tendrían un gran concierto parte de su tour mundial. Y, aunque la mayoría de sus compañeros querían ir a conocer la ciudad, él y otro séquito de miembros más solo querían quedarse a dormir tranquilamente.

 Y, aunque la mayoría de sus compañeros querían ir a conocer la ciudad, él y otro séquito de miembros más solo querían quedarse a dormir tranquilamente

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Cuando Woozi despertó sintió frío. Ni siquiera podía encontrar su sabana. Estaba molesto. No se dio cuenta cuando jaló su cobija, era más enorme de lo habitual, demasiado pesada. Woozi abrió los ojos sobresaltado al ver que ni siquiera estaba en su cama.

Observó a su alrededor y no se asustó de estar en la habitación de una adolescente con paredes pintadas de rosa y con fotos de un chico rubio vestido de gato por toda la pared; lo que le dio más miedo fue que Seungkwan estaba al lado de él y se había convertido en un gigante.

—Seungkwan, ¡Despierta! —pidió el compositor con miedo.

Con sus pequeñas manos le pegó una bofetada que nada más le provocaron comezón al vocal principal. Con mucho pesar, el menor empezó a abrir los ojos y se llevó un susto al ver que esa no era la habitación de hotel donde se hospedaban, estaban en una habitación de alguna chica.

—¡Fui secuestrado por una carat parisiense! —gritó Boo asustado.

Woozi seguía viendo al Seungkwan gigante que ni siquiera lo miraba. Trató de llamar su atención y no pudo, así que empezó a volar.

¡Volar! Carajo, Woozi ni siquiera sabía qué estaba haciendo, y Seungkwan se quedó muy sorprendido. Atrapó a Jihoon como si de un insecto se tratara.

Miraculous Ladyboo (Verkwan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora