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four. head voices and yogurt.
NO TARDO MUCHO DESPUÉS PARA QUE EL ALMUERZO LLEGARA, así como Daniel no se tardo para nada en buscar a River en toda la escuela después de lo que presenció hace unos momentos en el gimnasio, empujando a bastantes compañeros en el proceso una vez que la vio entrando a la cafetería, como no, acompañada por Hope.
Por otro lado, River andaba muy ocupada agarrando su comida y escuchando a su amiga decirle los insultos más ridículos que ella ha oído en su vida hacía la primera persona que se le atravesara (Decirle a alguien que vas a hervirle los dientes no es algo que implica miedo. ¿Tan si quiera era posible? Google respuestas).
Sintió un suave toque en su hombro derecho para luego sentir otro en el izquierdo. Giró la cabeza para encontrarse con Daniel Larusso.
—Nos volvemos a encontrar, Fisk.
—¡Hey, Bruce-Lee-Versión-Americana!—exclamo River—Bromeó contigo, Daniel. Soy mala con nombres, pero tampoco así. Aunque, el nombre te queda, sí señor.
Codeó a su amiga discretamente, y le dio una mirada la cual exactamente traducía: "No seas grosera, idiota. Saluda o te pateare hasta que tu torso quede al revés." El amor se nota a kilómetros entre ambas. Hope se inclinó para mirarlo e hizo una pequeña sonrisa, la cual River sabía que era falsa, pero, ¡Hey! Algo es algo. Daniel la saludó con un movimiento de cabeza.
—Hope. Encantada—comentó sin una pizca de interés—. ¿Qué te paso en la cara?
—Tuve este tremendo brote de granos esta mañana, y...
—¡Ew, basta, ya entendí!—lo detuvo haciendo una mueca, en cambio, River aguanto una carcajada—. Los dejo hablando solos porque ya no me quieres, Río de cristal. Suerte, tortolitos. ¡Buh-bye!
River siguió con la mirada a Hope, aún confundida sobre lo que se refería con ello, Daniel solo se aclaró la garganta y agarró un cartón de leche. ¿Se perdió de algo los últimos diez segundos en los que él llegó? En su defensa: Estaba más lenta de lo normal. Sacudió la cabeza y lo volvió a mirar.
—Entonces, Daniel, ¿Extrañaste a tu conocida favorita en la escuela?
—¿Qué te hace pensar que eres la favorita?—le cuestiono él con diversión, siguiéndole el juego a la muchacha.
—El hecho de ser la única.
—Me hieren tus palabras, River. He conocido a mucha más gente de lo que crees.
