𝕖𝕝𝕖𝕧𝕖𝕟

5K 250 70
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Me pregunto que haremos mañana —me dijo Jaden mientras me abrazaba y me hacia cosquillas en la espalda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Me pregunto que haremos mañana —me dijo Jaden mientras me abrazaba y me hacia cosquillas en la espalda.

—¿Qué sucede mañana? —le pregunté.

No podía ser un “mesversario” porque seguíamos en febrero y tampoco teníamos que juntarnos con la hermana de Josh para organizar la boda hasta dentro de una semana, así que estaba completamente perdida.

—¿En serio, Sarah? —me encogí de hombros y lo miré con inocencia para que no se enojara por mi ignorancia.

—En serio, mañana no hay ninguna fecha especial —le dije.

—Es San Valentín —me explicó.

Por supuesto, mañana era 14 de febrero, el día de los idiotas enamorados. Jaden sabía como me ponía ese día, molestaba a parejas si las veía besándose en la calle o si caía en un día de clases, me burlaba con Payton de los chicos y sus regalos.

—Bueno, ¿y qué con eso? —Jaden me soltó y me miró con seriedad.

—Lo sabía, todo es una farsa, tú no me quieres —dijo en un hilo de voz. Ya conocía ese truco, los últimos días había descubierto lo mal que me sentía cuando fallaba como pareja, así que se aprovechaba de eso y me hacía sentir culpable para que hiciera lo que él quisiera. Antes le habría lanzado un libro por la cabeza para que me dejara en paz, pero ya estaba tan acostumbrada a verlo como mi futuro esposo que cuando me decía estas cosas, a pesar de saber que eran mentiras y que lo hacía para controlarme, sentía una bofetada en la cara.

—Lo siento, Rizos… —me disculpé, pero él no cambió la expresión triste de su rostro. Me coloqué de puntillas y lo besé con rapidez, vi un atisbo de sonrisa y me separé—. ¿Qué quieres hacer mañana?

—Vayamos a comer a algún lugar después de la escuela —asentí y le dije que podríamos invitar a Charli con Chase, para hacer que de una vez esos dos tuvieran una cita.

—No, quiero tenerte sólo para mí —me dijo con terquedad.

Era absurdo, pasábamos todos los días juntos en la escuela, lo iba a buscar después del trabajo, no me dejaba sola cuando estábamos en casa y dormíamos en la misma cama.

MARRY ME, jaden hosslerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora