Morado: Quedarse

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Jason decidió mantenerse alejado lo más posible de la situación con sus padres, sabía que habían llegado al acuerdo de una custodia compartida.
Cassandra pasaría la mayor parte del tiempo con su madre, pero a Jason, ya que era mayor de edad, le dieron la oportunidad de decidir que quería hacer, si quería ir con alguno de sus padres, o buscar un apartamento en el cual quedarse.
Pero ahí iniciaba otro problema... Sus padres venderían la casa y dividirían el dinero a la mitad para que cada uno pudiera comprar una casa nueva y empezar una nueva vida.

Pero Jason no quería irse de esa casa, y ya no se trataba del capricho de un niño encariñado con su casa, o con miedo al cambio, había algo en ese lugar que parecía decirle a Jason que era ahí donde el pertenecía, que ese era su hogar, al menos por ahora, pero quería quedarse, necesitaba quedarse! Pero sus padres necesitaban el dinero para comprar una casa nueva, y Jason no podía simplemente pedirles que lo dejaran vivir en esa casa y que ellos se compraran una nueva... No estaba seguro de que hacer, pero sabía quien podría ayudarlo...

-Eso fue lo que paso...- término de explicar a Stephanie con un suspiro desanimado

La rubia se quedó pensativa por un momento, intentando procesar toda la información recibida, hasta que se le ocurrió una idea

-Lamento mucho que todo eso haya pasado Jason, pero dime, qué tal si tu mismo les compras la casa?- preguntó Stephanie acercándose a él con una leve sonrisa

-Con que dinero? Ni siquiera se donde podría conseguir trabajo- comentó mirándola a la espera de una respuesta

-Qué tal si trabajas en el club? Conozco al dueño, seguro te puede dar trabajo,  y si te esfuerzas, trabajas unas horas extras y pides algún pago por adelantado estoy segura de que podrás juntar el dinero en unos meses, incluso yo te ayudaré!- aseguró sonriendo ampliamente y dándole un suave empujón en el hombro

Jason le sonrió agradecido- Gracias Steph, realmente lo apreció- dijo ya más tranquilo

-Mañana te acompañare a hablar con el dueño, pero por lo tanto, tienes prohibido estar triste! Que pronto te llevaré al festival por tu cumpleaños y no llevaré a un amargado- le advirtió con una sonrisa divertida

Jason sonrió de lado- Bien, me aseguraré de no ser un amargado para entonces- ambos se rieron y decidieron dejar ese tema de lado, no querían pasar el resto del día deprimidos por ese tema

Al anochecer, Jason regresó a su casa, y decidió que les diría a sus padres sobre comprar la casa una vez que hubiera obtenido el trabajo, no quería hacerse ilusiones, todavía no era 100% seguro que obtuviera el trabajo.

A la mañana siguiente, Jason se junto afuera de su casa con Stephanie para juntos ir hacia el club que solían frecuentar para hablar con el dueño.

-De verdad crees que me de el trabajo?- le preguntó Jason inseguro

-Claro que si! Lo conozco bien, el también tuvo problemas con el dinero cuando era más joven, y cuando sepa de tu situación, no se negara en ayudarte- aseguró Stephanie dándole una firme palmada en la espalda en señal de ánimo

Llegaron al local y Stephanie lo llevó a la puerta trasera donde tocaron. Ya que aún era temprano, no había clientes pues abrían más tarde, pero pronto la puerta fue abierta por un hombre alto de tez morena

-Hola Luke!- le saludó Stephanie sonriendo

-Hey Steph, que los trae por aquí?- preguntó dejándolos pasar

-Seré directa, mi amigo aquí necesita algo de ayuda, y me preguntaba si tu podrías darle trabajo aquí?- pidió mirándolo de manera suplicante

El Chico De al LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora