Amarillo: Pelirrojo

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Al día siguiente, Jason siguió su rutina diaria, preparándose en la mañana, estudiar, regresar a casa, llamar a Stephanie o a algún otro de sus amigos, hacer sus tareas y finalmente relajarse.

La cena con sus vecinos sería más tarde, así que aún tenía bastante tiempo, por lo que primero se decidió a comer algo, pero al ir a revisar la cocina, notó que estaba mayormente vacía, por lo que soltó un leve gruñido y se dispuso a salir e ir a comprar en la tienda más cercana, solo compraría lo necesario y ya que estaba relativamente cerca, fue caminando.

Al llegar, noto que había un par de personas, pero no demasiadas, se escuchaba el murmullo de sus charlas y de vez en cuando la risa de algún niño o niña correteando por la tienda.
Jason tomó una cesta y comenzó a recorrer los pasillos, poniendo en la cesta las cosas que necesitaría.

Jason estaba distraído con lo que hacía cuando de repente sintió un golpe en las piernas, y al mirar abajo se encontró a una pequeña niña de al menos 4 años ala cual había chocado con el y dejado caer su pequeña cesta

-Perdón- la pequeña se disculpó con un puchero

-No te preocupes- Jason le sonrió y se arrodilló a ayudarla a recoger las cosas, la pequeña regresandole la sonrisa de agradecimiento

-Lian!- una voz hizo a la niña voltear

-Papá!- la niña exclamó feliz

El hombre se acercó a ellos y al ver la situación arrugó levemente el entrecejo

-Lo siento mucho- se disculpó el joven en nombre de su hija

-No hay problema- le resto importancia Jason poniéndose de pie y finalmente mirando al extraño a los ojos...

Tal vez no era un extraño...

Ambos se quedaron callados, mirándose el uno al otro, inseguros de que decir, como si tuvieran miedo de solo estar viendo un espejismo

¿Acaso... Sería posible?

-Disculpa... De casualidad te llamas Jason?- preguntó el pelirrojo mordiendose el labio inferior

Jason asintió levemente sin poder creerlo -... Roy...- eso pareció romper el hechizo

-JASON!

-ROY!

Los dos exclamaron con dos tontas sonrisas en sus rostros y no dudaron en lanzarse a dar un abrazo, ambos casi al borde de las lágrimas por la emoción

-No puedo creerlo!- el pelirrojo se separó un poco para mirar a Jason de arriba abajo sin dejar de sonreír

-Dios, debo estar alucinando...- murnuro Jason incrédulo

¿Cuales eran las posibilidades? ¿Qué tan probable era que ambos decidieran ir el mismo día a la misma hora a la misma tienda? ¿Cuales eran las posibilidades de que esa niña chocara con él? Y ¿Cuales eran las posibilidades de que esa niña fuera la hija de Roy?

-Papi, quien es él?- preguntó la niña abrazándose a la pierna de su padre

-Es un viejo amigo cariño- respondió acariciandole la cabeza

Fue que finalmente a Jason lo golpeó- Tu hija?- murmuro algo incrédulo

Roy se encogió levemente de hombros- Qué puedo decir? La vida siempre trae sorpresas- respondió mirando con cariño a la pequeña

A juzgar por la edad de la niña, Jason supuso que Roy debió tenerla bastante joven

-Aún no puedo creerlo... Jason Todd en persona frente a mí- Roy soltó un soplido mezclado con una risa, aún incrédulo de tener a su amigo y vecino de la infancia frente a él

Jason sonrió de lado- Es una locura... Yo... No se que decir- confesó Jason riéndose con nerviosismo

De repente el teléfono de Roy sonó, anunciando la llegada de un mensaje. El pelirrojo saco su teléfono y al leerlo hizo una mueca

-Oye, tengo que irme, pero tu y yo, nos vamos a reunir pronto, tenemos un millón de cosas en las que ponernos al tanto- advirtió seriamente para luego sonreír

-Eso está claro, mañana puedes?- le preguntó Jason

Roy pareció pensarlo y después asintió, después intercambiaron número de teléfono y se despidieron

-Hasta luego pelirrojo...- Jason murmuro viéndolo alejarse junto a la pequeña

Jason pagó lo suyo y regresó a su casa, sin poder borrar la sonrisa de su rostro, primero Bizarro y Artemis, y ahora Roy, creyó nunca volver a ver a ninguno de ellos y nunca se había alegrado más de estar equivocado en algo, y ahora que recordaba a Artemis y Bizarro tendría que decirle a Roy sobre ellos, definitivamente tenían que reunirse, quizás su viejo grupo de amigos se volvería a juntar...

Después de comer, Jason tomó un libro y se fue a sentar en el balcón, pronto notando a una persona en el balcón de al lado

-Hoy pareces de muy buen humor- comentó Tim sonriendo

Jason le regreso la sonrisa- Bueno después de tantas patadas en la bolas por parte de la vida, las cosas buenas se aprecian más- respondió sentándose, mirando a Tim a los ojos

Tim se rió ante su comentario y dejó su propio libro de lado- Bonita filosofía- Jason sonrió de lado y ambos se quedaron en silencio, pero no era un silencio incómodo, simplemente estaban disfrutando de la presencia del otro

La mente de Jason parecía insistir en comparar a Tim con Dick, así que Jason se fijó atentamente en los rasgos de Tim, no quería seguir comparándolo con Dick, no era justo para nadie, Jason quería percibir a Tim como tal y no como alguien parecido a Dick

-Espero no tener nada raro en la cara- comentó Tim divertido al ver como Jason se le había quedando viendo

Jason reaccionó y sonrió de lado- Lo siento, no puedo evitar quedarme admirando cosas bellas- se excusó haciendo una voz exagerada a modo de broma

Tim nuevamente se rió, y a Jason comenzaba a gustarle mucho ese sonido- Todo un Romeo eh?- cuestionó mirándolo divertido

Jason se encogió de hombros- Qué puedo decir? Aprendí del mejor- explicó mostrando el libro de Shakespeare que había llevado

-Ah, veo que también eres un hombre de cultura- dijo dramáticamente

Esta vez fue el turno de Jason de soltar una breve risa, y así siguieron hablando por un rato de cualquier cosa en general, hasta que ambos vieron el auto de Damian estacionarse en la entrada

-Parece que el jefe llegó, debo irme a preparar, te veré más tarde para la cena?- preguntó antes de ingresar

-Definitivamente- respondió y con una última sonrisa, Tim salió de su vista

Jason revisó la hora y se dió cuenta de que pronto sería la hora, y si quería estar listo a tiempo era mejor empezar a prepararse ahora.
Y una vez listo con ropa decente sin ser demasiado elegante o extravagante, se dirigió a la casa de al lado.

Toco la puerta y escucho los ladridos de Titus junto a unos pasos acercándose y pronto la puerta se abrió...

----Hasta aquí el capítulo de hoy! Es algo corto pero finalmente esta aquí, así que espero les haya gustado y nos leemos la próxima adiós!----



El Chico De al LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora