Niño desdichado, flaco y tristón,
Desde lo profundo de mi alma un fuerte clamor.
Poema melancólico para el recuerdo del corazón,
Para la inocencia temprana que se robó el amor.
Eras tan solo una pequeña criatura,
Y el arco de Cupido no supo medir tu estatura.
El destino así trajo desgracia y locura.
Tu madre desesperada buscando una cura.
A la avecilla que cantaba le llegó su hora.
Y la luz de la luna le trajo dolor a la creación prematura.
No cantó más y en su diario escribió,
Las penas y desgracias que su boca escondió.
Cierra tus ojos y no llores más.
Los ojos de Angélica no te encontraran allá.
Pero en mi mente tu nombre siempre retumba,
Y con ojos abiertos, lloro en tu tumba.
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Navajas y otros poemas de un corazón afligido
Poesia¿Y si tu única salida es el dolor? ¿Qué pasaría si necesitaras tu dolor para vivir? ¿Que pasaría si tu dolor es lo que te define? ¿Y si dependes del filo de las navajas para existir?
