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Harry y Hawk tuvieron un momento para relajarse antes de su pelea final. Mis manos temblaban y miraba a todos lados desesperado. Mis hermanas y mi madre me miraban preocupadas y Benjamín se encontraba con Niall y Hans cerca de nuestra tarima.

Pronto aparecieron Harry y Hawk escoltados por un guardia, ambos nuevamente con su armadura limpia y sus espadas listas. Ambos se detuvieron frente a nosotros, el lugar volvía a estar en completo silencio. Mi padre aplaudió y las espadas chocaron enseguida.

Una de mis manos, donde tenía mi anillo, tapaba mi boca y la otra apretaba mi bufanda por el nerviosismo. Mi respiración era superficial, solo tenía ojos para Harry.

Su fuerza me sorprendió, los golpes bruscos y enloquecidos de Hawk ni siquiera le hacían fruncir el ceño y sus movimientos seguían siendo fluidos, agiles y poderosos.

Pequeñas gotas comenzaron a caer, pero no pareció importarle a ninguno de los dos, sus golpes seguían el mismo ritmo anterior. Poco a poco el terreno comenzó a enlodarse haciendo sus movimientos más torpes.

Estupefacto vi como Harry logro apartarse de un golpe de la espada de Hawk, pero esta toco su muñeca, rasgando el pañuelo que ate poco antes. Harry frunció el ceño y mi omega gritaba que lo ayudara, que lo pacificara, pero no podía hacer nada. Hawk sonrió altanero, pero no previo el golpe de espada que choco contra su torso armado. Este dio un paso atrás sorprendido, pero Harry apretó la espada en sus manos y volvió a asestar un golpe.

Podía notar como Harry movía sus labios, eran susurros, o más bien gruñidos ya que sus ojos despedían un leve toque dorado. Hawk había hecho enojar a un alfa, un alfa defendiendo lo que es suyo, a su omega.

Todos observamos anonadados como los golpes de Harry superaron en fuerza a los de Hawk, pero a pesar de su rabia, sus golpes seguían siendo planeados, controlando a su alfa de manera esplendida. Harry creció entrenándose con una espada en sus manos y sabía cómo controlar una lucha como esta, pero yo por primera vez entendía del todo las capacidades de Harry.

La lluvia los mojaba por completo haciendo sus armaduras más pesadas y el cabello suelto de Hawk se enmarañaba en su rostro. Se notaba en sus rasgos nerviosos que no sabía cómo enfrentar a Harry, solo se defendía para este punto.

Harry aprovecho el barro y empujo con su hombro a Hawk, que al apoyar un pie detrás se resbalo, quedando con una rodilla en tierra. Harry le asesto golpes rápidos con la espada haciendo que este se hundiera más en el barro. Con su pie empujo la única estabilidad de Hawk en el barro y con un giro y golpe de su espada logro desarmarlo, dejando a Hawk inclinado frente a él.

Mis manos cubrieron mi rostro cubierto de lágrimas de felicidad y tensión. Podía oír los gritos descontrolados de lord Grim, completamente indignado de que su hijo haya perdido frente a Harry. También los gritos de felicidad de mis hermanas, incluso de las gemelas que no entendían del todo que acababa de suceder.

Mi padre se levantó con dificultad y Harry de acerco al lugar donde estábamos.

-Ser Harold, ahora eres el príncipe consorte de este reino. -mi padre sonrió y Harry devolvió su sonrisa, luego girándose a mí.

Todos los allí presentes dieron una reverencia profunda, podía ver Lord Stella y Hans mirar a Harry con una gran sonrisa de orgullo en sus rostros.

Lo demás paso como un borrón frente a mis ojos, corrí a los brazos de Harry mientras todos celebraban a mis espaldas. Algunos guardias, junto a un enlodado Hawk, controlaron los gritos indignados de Lord Grim.

Los fuertes brazos de Harry, cubiertos por la fría armadura de metal, me recibieron felices. Lo aprete entre mis brazos y deje que mis lagrimas siguieran cayendo, su olor se expandió a nuestro alrededor, pacificándonos. Deje que mi aroma se entremezclara con el suyo, mi omega regocijado con el cariño y la atención que teníamos de nuestro alfa.

The Fate Of Your Life (L.S)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora