Capítulo IV

190 27 24
                                    

11 de junio: Sueña con la fantasía...Que nunca verás la realidad

"Las fantasías pueden volverse realidad o la realidad una fantasía"

〰Petra〰

Me levante con buenos ánimos para empezar este nuevo día, no sin antes ver a Mikasa un momento, quien estaba bien sentada en su sitio. Pero algo en su vestido llegó a sorprenderme y es que encima de su delicada vestimenta negra había una hoja, como una de esas que encuentras en el parque cerca de mi apartamento.

La tome y examine por si las dudas, más deseche la tonta idea de que ella hubiera podido salir sola ayer en la noche y solo culpe al viento, mi ventana cada vez que dormía la dejaba abierta. Solo fue el viento...

"El viento puede traer muchas cosas, todo menos desgracias con la muerte"

Me vestí rápidamente con mi típico uniforme para salir, tome el almuerzo que dejé un día anterior y camine a mi escuela que estaba a unas cuadras.

La gente entraba o salía, lo que era preocupante ya que las clases empezarían y por estar saliendo no podrían llegar a tiempo dando problemas a los profesores.
Sin embargo no pude evitar quedarme parada para verlo y adorarlo en media entrada, estaba con los brazos cruzados y apoyado en una de las barras como esperando a alguien.

"Quisiera que me esperará a mí " - pensé al pasar por su costado, sintiendo ese perfume tan hipnotizante como tentador. Iba a seguir caminando pero me congele al estar más cerca de su sitio. Era como un sensación que me dijo quédate, te espera a ti pero no lo podía confirmar, y aún así quería seguir disfrutando de su presencia.

"Y es que a veces somos tan masoquistas"

-Te esperaba - me miro con su semablante de siempre - anda vamos, que pronto iniciarán las clases - con su dedo me indicó, como lo hace el dueño a su mascota, que lo siguiera.

"La mascota del perro del dueño, siempre unidos nunca separados"

-Eh s_si - nerviosa camine a su lado, no podía creer lo que pasaba.

¡Levi Ackerman, me esperaba a mí para entrar a clases! ¡Y solo a mí! Juro que ahora quiero hacer un baile algo ridículo pero quiero hacerlo, es el mejor día de mi vida. Por primera vez nos hablamos, y lo mejor es que estamos caminando juntos, si estoy soñando que por nada en el mundo me despierten que quiero gozarlo primero.

"Gózalo y ámalo, tienes poco tiempo"

Es mi fantasía hecha realidad.

-¿Nos sentamos juntos? - me hablo luego de que entráramos a clase, la mayoría se nos quedaba viendo, más que todo las mujeres que lanzaban sus miradas recelosas hacia mí. Las cuales ignoraba pero algunas me parecieron de angustia o miedo.

-Por supuesto - respondí rápidamente sin quitar esa duda.

Mientras guardaba mis cosas, él saco unos audífonos y lo conectó a su teléfono. Y sin decir nada me paso uno de ellos poniendo la música que íbamos a escuchar juntos.

Era una mezcla de canciones relajantes, y muy bonitas aunque a la vez me llegaba a aburrir. Trate de entablar una conversación, gire a verlo pero él colocó su cabeza en la mesa y cerró sus ojos.

Estaba tan tranquilo, relajado y por lo visto algo cansado, debajo de sus párpados podía ver esas bolsas negras que para nada arruinaban su delicada cara, solo preocupaban. ¿Qué lo habrá tenido despierto hasta tan tarde?
Suspire porque quería al menos seguir hablando, y como durmió quise tratar de despejarme viendo la ventana.

Mi muñecaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora