Amnesia

Capítulo 4

*Un misterio en el parque*
—¿Qué sabes?.
—Todo lo que un alma gemela debe saber. Y todo lo que alguien que te aprecia debe conocer.
—Explícate.
—No hay nada que explicar, sólo te diré que se lo que te gusta y lo que te desagrada de la vida, se cual es tu color favorito, la comida que más te gusta y tu deporte preferido, se que duermes con la luz encendida, que le tienes miedo a la oscuridad, que te gusta coleccionar cosas y que en ti hay un joven de corazón puro y sincero.
—¿Me conoces de antes del accidente?¿Eramos amigos?.
—Si.
—¿Como te llamas?¿Porqué te fuiste la otra vez? ¿Porqué mi corazón se acelera cuando estás cerca? ¿Porqué...?
—¿Yibo que haces ahí afuera? Ya es tarde entra a la casa.
—Yibo Voltea a ver a su madre—Yo... Enseguida voy solo deja que... Eh ¿Donde? ¿donde está?.
—¿Donde está que? Yibo entra ya a la casa, está comenzando a hacer frio.
—No, no, él- él chico que estaba aquí, ¿Donde...?.–Mira hacia los lados buscándolo–
—¿Cual chico?Yibo no hay nadie.
—¡Claro que si estaba frente a mi hace un momento!.
—Yibo no había nadie cuando salí, sólo la gata, por favor entra de una vez.
—Pero es que...
—Solo entra o te vas a resfriar.
–Yibo obedece aún buscando y mirando hacia atrás, sostiene a nuez junto a su pecho y entra a la casa. Durante la noche sueña estar caminando de la mano con alguien que lo acompaña a casa y que lo abraza al despedirse. Una semana después, Yibo pasa por la tarde después de la escuela por un parque de regreso a casa y siente nostalgia al mirar los columpios y una banca cercana a estos, pensando en que talvez en algún momento cuando era niño llegó a jugar ahí.–
—Parece que extrañas estar aquí. ¿No vienes seguido?. –Un hombre mayor se acerca a él y comienza a hacerle platica.– Yo pasó por aquí a menudo ya que vivo en un edificio cercano y  no recuerdo a verte visto alguna vez.
—No, yo vivo a unas cuadras de aquí y la verdad es que hace unos meses yo... perdí la memoria en un accidente y no recuerdo si he estado aquí antes.
—Oh ya comprendo, debe ser difícil para ti no recordar quien eras y lo que hacías antes del accidente, ¿Verdad?.
—Si, lo es y más porque a veces siento que olvido algo importante.
—Bueno probablemente pronto lo sepas, pero yo en tu lugar no me quedaría mucho tiempo aquí.
—¿Porqué dice eso?.
—Bueno aún falta mucho para que sean las 11 de la noche y no quiero asustarte pero... ¿vez aquellos árboles donde se ve algo oscuro?, –Yibo asiente– pues detrás de esos árboles existe un pozo vacío desde hace ya varios años y desde hace unos meses se escuchan lamentos por las noches algunas veces y se dice que hay un espíritu rondando por el parque.
—¿Quiere decir un fantasma?.
—Asi es, pero no me hagas mucho caso.
—¿Y usted cree que si pueda existir un fantasma?.
—Yo no creía mucho en fantasmas pero desde que murió mi esposa, creo que de verdad existen las almas en pena.
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—¿Entonces dices que hay un fantasma rondando el parque?.
—Si, bueno eso es lo que me contó ese señor.
—Yibo de seguro no son más que rumores.
—Pero ¿y si es cierto Jackson?¿Y si los ruidos que escucho también en mi casa son por un fantasma?.
—Mira no hay que hacer especulaciones hasta no estar seguros y en todo caso si hay o no un fantasma en el parque, no quiere decir que también exista uno en tu casa, así que cálmate, que mientras nada malo suceda existe la posibilidad que así como llegó se vaya y ya no tendrías que preocuparte.
—Tienes razón pero mis papás no me creen, ellos dicen que sólo son inventos míos y que de seguro es una secuela por lo del accidente.
—Pues entonces no les digas nada o de lo contrario te llevarán a un psiquiátrico, mejor manténlo lo más oculto posible de ellos para que no tengas problemas y así puedas investigar por tu cuenta. Bueno te dejo porque tengo que arreglar unas cosas que tengo que acomodar antes de dormir. Cualquier cosa hablamos mañana.
—Esta bien nos vemos mañana. –Cuelga la llamada y deja su celular a un lado en la mesita de noche, apaga la luz de la habitación y sólo deja la pequeña lámpara que tiene junto a su cama encendida.–
—¿De verdad serán sólo ilusiones mías o encerio hay un espíritu rondando mi casa? ¿Tu que opinas nuez? ¿Crees que me estoy volviendo loco?, si probablemente si.
–Se cubre con las sábanas y después de unos minutos se queda profundamente dormido.–
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Dos chicos caminan al lado del otro pasando por el parque, uno de ellos trae una mochila pequeña y de esta saca una cámara.
—¿Habías venido antes aquí?.
—Mmm si como dos veces cuando era niño. ¿Porqué sacas la cámara?¿Tanto te gusta tomarle fotos a todo lo que ves?.
—Jaja no exactamente, oye ¿Quieres jugar un rato?.
—¿Jugar? ¡No soy un niño!.
—Se que no lo eres. Pero aun así, ¿no quieres jugar y pasar un rato agradable como si fueras un niño otra vez?.
—Mhm.
—Ash para que te pregunto, mejor ven acá. –Lo toma de la mano y lo lleva con él hasta los columpios, se sienta en uno y sonrie. –Anda hay que competir para ver quien llega más alto.
—Esto es una tontería y además nos van a regañar por estar aquí.
—¿Siempre eres tan aguafiestas?¿Cuantos años tienes? ¿40? ¿Porqué te quejas de todo?.
—No soy ningún aguafiestas y tu parece que tienes 15, yo soy más maduro que tu apesar de que soy menor.
—Mmm –Hace un puchero– si sigues así, no volveré a invitarte a salir, no creí que fueras tan grosero.
—No soy grosero, es sólo que...
—¡Nada! Si no quieres pasar tiempo conmigo me voy.
—¡No gege espera!¡No te vayas!.
—¿Y bien?¿Vas a jugar conmigo si o no?.
—Esta bien tu ganas.

Juegan, se toman fotos, comen helado y se divierten toda la tarde como si fueran dos niños pequeños, más tarde cuando está oscureciendo el mayor acompaña al menor a casa y este se despide dándole un abrazo fuerte no queriendo separarse de él y sólo acepta dejarlo ir a casa con la promesa de volver a verse al día siguiente y enviarse mensajes durante la noche antes de dormir. Cuando el Yibo entra a su casa se va directo a su habitación y guarda en una caja que está oculta debajo de su cama como si fuera un tesoro, un dibujo y una tarjeta que le ha regalado la persona que más le gusta y con la que paso toda la tarde.