Hermanas Danger

Capítulo 7.

(Alexandra)

Cuando abrimos la puerta del apartamento, se podria decir que entramos en shock... no sé cómo nuestras mandíbulas seguían en su lugar todavía en vez de estar en el piso. Osea, ¿saben que es llegar de un  largo viaje, cargando maletas terriblemente pesadas, no haber podido dormir por culpa de unos ridículos niños, y querer llegar a tu punto de destino y tirarte a la cama? Bueno, imaginate si no tuvieras una cama, o mejor aun, ningun mueble. Karma señoras y señores, grande y hermoso karma.

“Llama a tu papá” le digo a Sky.

No, ¡definitivamente esto no puede estar ocurriendo! ¡¿Que acaso todo está en contra de nosotras en los momentos más importantes?! Sky lo llama y lo pone en el altavoz.

“¡¡PAPÁ!! Dos cosas: uno, ya llegamos y estamos vivas, y dos… ¡¡EL APARTAMENTO ESTÁ COMPLETAMENTE VACÍO!! ¡¡LO ÚNICO QUE HAY AQUÍ SON PUERTAS, PAREDES Y CERÁMICA!!”. No del todo cierto, también están las  cosas de la cocina.

“Emmm vaya… bueno, me alegro que esten bien, en cuanto al apartamento, ¡yo revisé una y otra vez los documentos! ¡es sumamente imposible que esto esté ocurriendo! ¿No será que se confundieron de apartamento o de piso?”.

“¡¿CÓMO RAYOS NOS CONFUNDIRÍAMOS SI TÚ FUISTE EL QUE ME DIO LAS LLAVES?!”.

“Ok ok vale, no recordaba ese dato, déjame hacer un par de llamadas para arreglar esto ¿si? ¡Ah! y una cosa, cálmate un poco ¿ok?”.

“Está bien” le gruñe Sky cortando la llamada.

“Y que hacemos entonces?” le pregunto a Sky.

“Tenemos dos opciones: podemos ir a conocer el edificio o sentarnos aquí, tener traseros planos y esperar” me dice ella con un cierto tono irritado.

“Bueno bueno, vamos a recorrer y esperamos abajo”.

El lobby del edificio era un tanto sencillo, la decoracion de la entrada principal era moderna, tenía unos sofás de cuero negro y... Ok, definitivamente esos sofás me piden a gritos que me acueste en ellos.

“¡Hey Sky! Vamos a sentarnos allá” le digo y señalo donde los sillones.

En cuanto nos sentamos, o mejor dicho, en cuanto Sky se sienta, yo me acuesto en sus piernas y en cosa de segundos que quedo profundamente dormida.

(Skyler)

No sé ni cómo ni cuando me quede dormida, lo que recuerdo fue que uno de la recepción venía y decía “señoritas no pueden dormir aquí”, esto ocurrió como unas 5 veces hasta que se hartó de nosotras y llamó a dos gorilas de seguridad quienes nos cargaron y nos dejaron en la entrada. Al parecer me dormi con la cabeza doblada por que siento que mi cuello se va a romper con tan sólo moverlo.

“¡Agh! ¡Aquí las personas si son amargadas! ¡Nada más tomábamos una siesta!” dice Alex resaltando lo de las personas amargadas.