Capitulo 34

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Bill esperó a que su pareja saliera de la arena para acercarse a la castaña, la miró sin sentir mucha compasión, solo esperaba a que le dijera lo que tenía que decir pero al ver que no sería fácil entonces él empezó a hablar

-Sabes, no hace falta leerte la mente para saber lo que quieres decirme

-*murmura*...bien...s-solo acaba con esto...

-*suspira* Normalmente te torturaria pero le hice una promesa a tu hijo...además, tengo algo planeado especialmente para ti

Clariss levantó su cabeza lentamente para ver confundida al demonio esperando una explicación

-Dejaré tu alma libre para que descanse, en cambio convertiré tu cuerpo en una estatua espiritual, una especie de tótem que usábamos para hablar con alguien muerto, es similar a lo que ustedes llaman "Ouija" solo que esto no abre un portal para atraer a todos los espíritus que estén a su alrededor

Bill rodó su ojo con molestia ante esto último, Clariss lo miró unos segundos antes armarse de valor para hablar

-P-porque harías eso?...pensé que solo me matarías...

-Y lo haré pero estoy seguro de que Pino le gustaría seguir viendo tu rostro aunque sea en piedra y seguir escuchando tu voz, él podrá hablarte, tú lo escucharás y podrán verse el tiempo que quieran, como dije, es mejor que abrir un portal ya que así solo te habla a ti sin llamar a otros muertos

El rostro de Clariss cayó nuevamente mientras pequeñas lágrimas caían al suelo, Bill suspiró dándole el tiempo que necesitaba a la castaña hasta que escuchó su débil voz

-*murmura* G-gracias...por favor -levanta su rostro- cuida a mi hijo...p-protegelo como él dice que lo harías...

-*sonríe levemente* Le prometo que lo protegeré más que a mis reinos y mi vida inmortal

Clariss sonrió levemente y asintió, Bill hizo aparecer una pequeña llama azul en la punta de su dedo y dirigirla hacia la frente de la castaña, ella sintió una agradable calidez, tanto que cerró los ojos disfrutandola aún más

Gracias a eso no vio ni escuchó cuando su cuerpo cayó al suelo de lado, su alma brilló antes de desaparecer, Bill siguió con su cuerpo, usó la misma llama azul para hacerla desaparecer

Al hacerlo una hermosa estatua de obsidiana negra apareció en medio del jardín de la pirámide, la mujer tenía los ojos cerrados, los brazos abiertos como si fuera a recibir un abrazo y una sonrisa de cariño en su rostro. Al terminar su trabajo Bill salió de la arena para buscar a su esposo pero en cuanto salió escuchó un fuerte grito de dolor provenir de su oficina, rápidamente corrió hacia ahí encontrándose con el castaño de rodillas

-¡¿Pino?! -se acerca a su lado- ¡¿Amor, que pasa?! -al ver qué no podía articular alguna palabra decidió llamarle a la demonio púrpura

Ella apareció casi de inmediato y al ver el estado de Dipper rápidamente lo cargo para llevarlo a su habitación, Bill estuvo a punto de seguirlos pero vio un pequeño objeto en el suelo, lo alzó lentamente sorprendiendose de ver que era su dado infinito

Pero pronto esa sopresa se convirtió en temor y confusión al ver que ya no estaba su poder encerrado, rápidamente corrió tras Pyronica

Ella ya había colocado a Dipper sobre la cama y había alzado su camisa para revelar su vientre, Bill vio por primera vez una marca que cambiaba a otra, le tomó unos segundos darse cuenta de que eran los mismos símbolos que estaban grabados en el dado infinito

Un destino distinto (BillDip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora