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Me encuentro tranquilo, mis metas se cumplen poco a poco y mi felicidad vuelve, cada vez pierdo menos mi felicidad y empiezo a ver la belleza de las cosas, empiezo a pensar que todos somos parte de algo, que nuestra vida tiene un propósito aún cuando tratamos de negarlo, esta vez me acosté en mi cama mirando al techo luego de un suspiro de larga felicidad, mis ojos volvieron a brillar al emocionarme por algo y mis manos sintieron el calor de la vida, volví a reírme por cosas pequeñas, volví a sentir la emoción de querer llorar cuando algo duele, miré hacía atrás viendo cuantas personas y pensamientos deje en el limbo para reconstruir y así dar sanidad a mi alma y volví a ver el amanecer con mis retinas desgastadas que me volvieron a dar la sensación de que aunque las cosas no mejoren de la noche a la mañana, tenemos un nuevo amanecer para repararlo poco a poco.

Estoy tranquilo y esta carta lo demuestra, porque los días grises empezaron a ser lindos sin importar que el sol no se vea en el horizonte, porque volví a tomar mis papeles arrugados a escribir en ellos sin miedo a equivocarme, recuperé la confianza que personas me habían robado por pasar encima mío, aprendí a perdonar a aquellos que lo hicieron pero sigo sin entender sus razones y lo más bello de todo es que no necesito hacerlo, me siento en mi paz conmigo mismo y por eso estoy aquí, sabiendo que tengo que aprovechar el momento de felicidad para escribir y sentir que mi paz y mi angustia de momento no están esperándome a la hora de dormir, porque la tranquilidad que siento en estos momentos deseo que nunca desaparezca

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⏰ Última actualización: Oct 04, 2020 ⏰

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