SIN DESTINO: HIGH SCHOOL DXD

CAPÍTULO 5. "UN NUEVO MIEMBRO DE LA NOBLEZA".

Academia Kuoh, habían pasado tres días desde el incidente con los ángeles caídos, las cosas estaban aparentemente tranquilas para el club del ocultismo. Issei ya había completado un par de contratos con éxito, pero parecía ser por mucho el miembro menos productivo de la casa Gremory.

—Issei, la verdad no puedo explicarme como es que a pesar de que tus clientes se sienten tan satisfechos con tu presencia, jamás logras hacerlos firmar tus contratos—. Rias suspiró con exasperación mientras leía los últimos reportes de rendimiento de sus subordinados.

—Lo siento presidenta, pero en realidad, siempre me olvido de esa parte—. El chico respondió con timidez.

—No tienes remedio—. Rias dio un largo suspiro antes de continuar con sus palabras. —Koneko acaba de ser solicitada de nuevo por dos clientes a la vez, por favor encárgate de uno—. Rias comentó con amabilidad.

—¡Si presidenta!, confíe en mí, esta vez le traeré un contrato firmado—. Issei exclamó energéticamente.

El chico dejó su club en un círculo mágico de tele transportación y se acercó rápidamente a la casa del cliente, estaba realmente orgulloso consigo mismo por su nueva habilidad dominada, que días atrás le había traído un par de inconvenientes. Sin duda, un demonio que se transporta en bicicleta, es realmente patético pensó mientras recordaba a su yo de hace dos días. Issei tocó el timbre con entusiasmo, pero no recibió ninguna respuesta por parte de los inquilinos. Rayos, le prometí a la presidenta volver con el contrato firmado, no puedo retroceder ahora. el joven demonio se dijo a si mismo antes de abrir la puerta lentamente.

—¿Hola?, soy el demonio enviado por la casa Gremory y estoy buscando al cliente, ¿hay alguien en casa? —. Issei dijo mientras un repentino escalofrío recorría su espina dorsal.

Tengo un mal presentimiento Issei pensó mientras entraba a la casa y recorría la sala de estar con la mirada. El chico cerró la puerta y decidido avanzó por un pequeño pasillo por el cual, se acercó caminando hasta la cocina, ya que este era el único lugar que parecía tener una fuente de iluminación. Al pasar por el comedor resbaló y casi cae al piso debido a que había un extraño fluido esparcido por toda la habitación. ¿Pero qué demonios?, ¡¿es eso sangre?! Issei pensó conmocionado al tomar un poco del líquido en su mano, pero la voz de un hombre lo sacó de sus pensamientos.

—Es el castigo a los malvados, estoy citando a las sagradas escrituras, ¿lo entiendes? —. El caballero expresó con serenidad. Se trataba de un sacerdote que permanecía sentado plácidamente sobre un sofá.

—Vaya vaya, pero ¿qué tenemos aquí?, no es más que un pequeño demonio, mi nombre es Freed Sellzen, soy un joven sacerdote de una organización de exorcistas—. El clérigo gritó con un notable tono de locura en su voz.

—¡¿Un sacerdote?! —. Issei respondió con miedo mientras se ponía en guardia.

—Si, en definitiva, no soy algo tan asqueroso como un demonio—. El hombre dedicó una mirada llena de sadismo hacia Issei.

—¡Maldito, ¿Tú hiciste eso?! —. Issei interrogó cada vez con más furia en su voz.

—Había pruebas de que estaban relacionados con los demonios, por lo que era su final, ¡así que los maté! —. El sacerdote gritó solo para callar por un momento y continuar con su discurso. —Sabes, destruir la cara de insignificantes demonios y basuras insignificantes que dependen de ellos es mi trabajo—. El hombre finalizó mientras sacaba una espada de luz y una pistola de entre su túnica.

—Maldito, ¿esa es una espada de luz? —. Issei retrocedió un par de pasos sin despegar la vista de su atacante.

—Por supuesto, ahora voy a apuñalar esta magnífica arma en tu repugnante corazón, ¡y así tu patética existencia demoniaca se desintegrará! —. Freed escupió con exaltación mientras daba un salto contra Issei, quien bloqueó el tajo de la espada con facilidad.