Pronto amanecería y su angustia se había convertido en inquietud, sonaron unos golpecitos en la puerta, Ix se iluminó y corrió a abrir, sin embargo no había nadie, la confusión nubló sus pensamientos, y en una reacción habitual asomó la cara.
—Zhhhh!...— se escucho un zumbido y cayó una de las criaturas frente a el.
El terror le heló el cuerpo, mientras la criatura se abalanzaba contra el, su instinto le hizo retroceder y en un destello de conciencia tomo una lanza del arsenal de la habitación, era más pesada de lo que estaba acostumbrado a usar mientras entrenaba pero al menos se defendía y le cortaba el paso al interior de la habitación, pesé a su esfuerzo las garras de la bestia lo rozaban y su cuerpo comenzó a llenarse de lesiones aunado a la fatiga y el terror. Ya era bastante precaria su situación, cuando más criaturas asomaron sus cabezas por la puerta.
La impotencia lleno su corazón, sus malos recuerdos sobre como la gente lo llamaba inútil lo hundió y sus fuerzas lo abandonaron, se había entregado al destino qué le proclamaban las garras y colmillo de las bestias.
—Buaaaaaa— el llanto de uno de los bebés sonó y en su mente un respiro lleno de buenos recuerdos, aquellos momentos que había encontrado en ese lugar ese su nuevo hogar qué esas criaturas estaban destruyendo, la ira lo inspiró a levantarse, y con un grito alzó la lanza de sus manos, otras armas más se elevaron tras su espalda, y en un movimiento salieron contra los cuerpos de los atacantes, que cayeron como trapos.
A los lejos un bullicio se escuchaba, eran grupos de personas armadas repeliendo a las bestias, cada vez se escuchaban más cerca, los animales huían a su paso, Ix miro a lo lejos y la luz de la mañana pego en sus ojos, sintiendo un alivio y luego un tono rojizo nubló su visión.
El ruido se hizo sordo, giro a ver al fondo de la habitación, la ayuda estaba llegando y había logrado proteger a los recién nacidos, o al menos eso creía, hasta que vio a una de las bestias engullir a uno de los bebés, en un intento desesperado, intento atacar, pero la criatura con rápido movimiento piso su cabeza, estrellan dolo contra el suelo mientras huía.
El personal armado por la tarde presento el reporte de los daños; 34 personas muertas, 3 lesionados de gravedad, 2 desaparecidos, 1 infante sin lesiones.
El infante sobreviviente era Nadel Praysword Siad, el primer desaparecido Mittel Praysword Siad, el segundo Vin Seatvill un sirviente de la casa, entre los lesionados se encontraba Ix Opfhern; sus lesiones costaban de laceraciones por todo el cuerpo, contusión cerebral, daño a la retina de ambos ojos, condición actual, en coma inducido y recuperándose, Shiba Tolleal y Ann Mapple, mayordomo y una sirvienta recién llegada; sus lesiones costaban de laceraciones y fracturas óseas, condición actual, conscientes y en recuperación, entre los 34 fallecido la lista se encabeza por Tier Praysword Ross, y Lane Siad O’ell.
Todos estos recuerdos, hacían qué el corazón de Ix se destrozara, no importa cuanto tiempo había pasado. Se había comprometido a no volver a fallar, y aunque su visión regreso, no era normal, variaba y había ocasiones en las que quedaba ciego, pesé a esto su esmero al entrenarse se vio fructificado en la fortaleza de sus habilidades.
—Joven señor, ¿necesita algo?— Shiba, el viejo mayordomo se encontraba fuera de la habitación.
—Ohh… qué buena sincronización, adelante Shiba— suspiro, levantándose del costado de la cama.
—Traje agua tibia y toallas, señor. ¿Desea qué traiga algo más?— coloco el agua y las toallas en un pedestal junto a la cama, mientras observaba a los dos jóvenes.
—No, así esta bien, puedes retirarte… espera, que preparen la comida favorita de Nadel.
—Por supuesto joven señor— con una ligera reverencia, se retiro de la habitación.
Cuando el ruido de la puerta y los pasos de Shiba eran Inaudible, los párpados de Nadel se entreabrieron y recorrieron la habitación, Ix qué estaba de espalda, no logro percatarse y al girar tomo una de las toallas, humedeciendo la para acicalar el rostro de Nadel.
¡!... —brinco un poco al sentir la humedad, pero decidió fingir seguir durmiendo.
—Nadel!? Vamos! Me he dado cuenta que ya has despertado!— la molestia de Ix se notaba en su tono de voz —Vamos levántate de una vez!... Ya he pedido qué preparen la comida— pesé a su molestia, Ix de alguna manera era incapaz de enfadarse por mucho tiempo.
—Ya veo… podrías esperar un poco en lo que bajo, por favor. —Nadel con un poco de timidez respondió, y de vez en vez miraba con curiosidad el rostro de Ix.
No era su actitud habitual, por lo que Ix la miro con recelo y aunque sus ojos no eran capaces de ver claramente, había logrado percibir el rostro de Nadel, que mostraba nerviosismo y un poco de pánico.
—Nadel, escondes algo…?— su cara cada vez se aproximaba más a la de Nadel, mientras que ella trataba de alejarse, marcando se un ligero rubor en sus mejillas.
—Basta! Detente de una vez! Crees que esto es algo que deberías hacerle a una señorita qué acaba de despertar!?— la desconfianza de Ix brotó y en un arrebato chasqueo sus dedos haciendo qué la puerta y las ventanas de bloquearán, su semblante era duro y tenebroso.
—Ix Opfhern ! Te ordenó qué te detengas! Se que podías estar enojado pero ya es suficiente! Me estas asustando!— Nadel qué se sentía bastante intimidada por el aura de Ix se oculto entre las sábanas pero a pesar del miedo su voz se elevó con un tono arrogante.
El sonido de la puerta y las ventanas desbloqueándose se escucho, con un movimiento suave, jalo las sábanas.
—Lo siento Miss Nadel, solo quería comprobar… estaba actuando un poco extraño.
—Eres un… despiadado!.. Yo solo… quería ver que no estuvieras molesto— la cara de Nadel había alcanzo su sonrojo máximo —Como puedes decir que actuaba raro! Estaba siendo linda! Estúpido Ix!
—Jaja jaja linda?... Claro, si sabias que podía molestarme el qué hicieras esa ceremonia sin mi presencia, debiste esperar! A caso no sabes que es mi deber cuidar de tu arrogante trasero— la molestia de Ix había cambiado a un irritamiento, Nadel estaba a salvo y nada malo parecía haber sucedido, por lo que había pensado dejarlo pasar, pero Nadel reía, algo que lo hacía ir de una emoción a otra en un segundo.
—No podía esperar! Hoy era el momento adecuado para hacerlo, tu debes saber mejor que nadie el porqué! — sus palabras penetraron la conciencia de Ix, volviendo el doloroso recuerdo de su fracaso al protegerlos.
—Nadel! Tu también deberías saberlo! Las perdidas qué tuvimos deben ser las únicas! Fracase una vez y no dejare que te suceda algo solo por algo incierto, no hay certeza sobre su desaparición pero yo lo…— la escena de Mittel siendo devorado volvió a su mente y sus ojos se humedecieron —Yo vi a Mittel ser devorado!
Ese suceso se había tratado como una desaparición ya qué Ix había guardado silencio, con la infantil esperanza de que hubiese sido una ilusión de aquel momento.
—Mittel no murió! No! El…el— antes de terminar la frase, el semblante de Nadel se torno pálido, sus ojos se entrecerraron y se desvaneció.
Ix, que se encontraba con un mar de sentimientos, se abalanzó a sostenerla, palmeo sus mejillas, removió los cabellos qué cubrían el rostro de Nadel, pero ella no reaccionó a nada. Pasaron las horas, la noche había caído, Ix seguía al lado de Nadel qué permanecía inconsciente, durante todo aquel tiempo no se despegó de su lado, el cansancio qué había acumulado desde su llegada le cobro factura y aun con su devoción no logro resistir el sueño.
La luz de la luna brillaba a través de la ventana, y el viento soplaba tenuemente, un rayo de luz con el paso del tiempo se desplazó por la habitación, hasta posarse sobre el rostro agotado de Ix, la incomoda posición en la qué se encontraba, su cabello revuelto junto con la luz en marcaban las cicatrices de su rostro, pesé a ello sus facciones eran atractivas. Un toque delicado roso su flequillo haciéndolo más aún lado, hasta tocar la piel marcada, Ix despertó y tranquilamente tomo aquella mano qué le había acariciando.
—Te encuentras mejor?— su voz era profunda puesto que acababa de despertar y su agarre era delicado.
- —Claro que si, dime… ¿tu te encuentras bien?— la voz de Nadel era más suave y tranquila de lo normal, era dulce de una manera diferente —Te ves muy agotado, deberías descansar apropiadamente… aun que probablemente sea yo la causa de tu cansancio, lamento preocuparte.
—Sabes que protegerte es mi prioridad, aun así me cueste lo que me cueste, un poco de cansancio no me lo impedirá— saber que Nadel había despertado, le había quitado el pesar, por lo que sonaba más tranquilo y un poco bromista.
—Ya veo, sin embargo, debes cuidar de ti mismo— Nadel soltó una risilla, y soltó su mano del agarre.
El silencio se asentó nuevamente, Nadel camino hasta la ventana y miro la luna a través de esta, la luz cayo sobre su rostro, iluminando sus pupilas, Ix se levantó del sillón y camino hasta ella, cruzo sus manos por sus hombros abrazando la con fuerza mientras enlazaba sus dedos con los de ella, el abrazo fue correspondido por ella apoyándose contra su pecho.
—¿Quién eres tu?, ¿y Nadel? Has qué vuelva!
El abrazo qué le había brindado, la tenia inmóvil, por lo que únicamente giro un poco la cabeza y le miro con tristeza y sorpresa.
—Yo… lo siento, no sé como hacerlo, ella tal vez ya no esté aquí.
—Pero que dices?! Quien eres tu?!— la paciencia de Ix comenzaba a agotarse por las palabras que acaba de escuchar, por lo que su agarre se volvió tosco y agresivo.
—Nhh… duele— no pudo evitar quejarse —No sabría decirte, solo se que acabo de renacer en este cuerpo y que mi deber es continuar esta vida!
—Absurdo!— incrédulo, la sujeto nuevamente con delicadeza, podría no ser Nadel pero seguía siendo su cuerpo, la llevo a la cama y la ato con las sábanas —Como puedes decir que continuarás esa vida, si no ha muerto aun! No hay nada que la haya hecho morir! Pensaste engañarme fingiendo ser ella!?
La luz nocturna qué pasaba por la ventana comenzó a teñirse por la aurora de mañana, la habitación se iluminó tenuemente, permitiendo ver sus decoraciones, aun con las sacudidas de Ix, sus ojos recorrieron el lugar, fijándose en un cuadro, la pintura era el retrato de Tier y Lane.
—¡!... Ellos… los conozco…? – su expresión era confusa, en sus memorias, recordaba aquella imagen de manera vivida, sentía gran conmoción por lo que ahogo un resolló y sus ojos se humedecieron-
La amplitud de la luz termino de inundar la habitación, Ix qué al escuchar aquellas palabras, y al saber a que se refería ; puesto que, después de la tragedia era el único recuerdo de sus difuntos padres, que él mismo había mandado a colocar en la habitación de Nadel.
La sujeto y acerco para interrogarle, sin embargo, apenas estaba a milímetros de su rostro, cuando el cuerpo de Nadel volvió a desplomarse entre sus brazos.
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Nocturna.
Фэнтези¿Cuántas veces han sido ya?... realmente no lo se, pensé qué esta vez el sería el indicado para mi, he renacido de tantas maneras que ya me he acostumbrado a este dolor, cuando he logrado crear un lazo fuerte con otra persona, sin importar la edad n...