Capitulo 1, Nacimiento. Parte 2.

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Era un día precioso, la tranquilidad se sentía con las caricias del viento, la silueta de una mujer joven en cinta se balanceaba bajo la sombra de un árbol, un hombre poco mayor se aproximaba mientras conducía los pasos de un niño.

—Lane, te presento a Ix, el será parte de nuestra familia a partir de hoy.

—Querido, que niño más precioso! Por mi parte eres más que bienvenido! Aun qué dentro de poco tendré qué pedirte que me ayudes con ellos— la joven mujer acariciaba su abdomen sonriendo al pequeño con cariño.

Era una escena conmovedora, la dulzura de aquella mujer era visible al igual qué la alegría del hombre, el niño que los miraba con timidez, sonrió dejando salir una pequeña lagrima de felicidad.

Los días pasaban y la armonía era presente en cada rincón de esa enorme casa, la servidumbre cotilleaban con emoción.

—El señor y la señora son el uno para el otro! Qué bella pareja!

—Por supuesto que si, muestra de ellos son los futuros pequeños señoritos!

—Que emoción! Seguro serán hermosos! Son dos! ¿Verdad?

—Así es, al principio se decía que era uno solo...pero pasado el tiempo, se confirmo qué son dos!

—Y el joven Ix?... ¿Qué sucederá con el?

—No hay de que preocuparse, me enteré que el será el compañero de juegos de los señoritos...

—Es verdad, yo escuche que cuando sea mayor será su guardaespaldas.

—Pero acaso no suena eso muy frívolo? Traerlo con esa intención?

—Te equivocas, aunque suene así, eso solo una justificación para su entrada a la familia, ya que su propia familia no lo ha acept...

Aquel niño del qué hablaban, justamente paso por el área, haciendo qué la servidumbre entrará en pánico ante su posible mala reacción. Sin embargo, las miro serenamente y les dirigió la palabra.

—No tienen que callarse, todo qué han dicho es verdad, entiendo mi posición y no me molesta, amo al señor y la señora, y pese a ser un desconocido he podido sentir más amor de ellos qué de cualquier otras personas, para mi no será un deber cuidar de sus hijos porque ellos también son importantes para mi.

Las sirvientas lo miraron sorprendidas, y sus corazones se conmovieron ante esto, aún cuando se podía mal interpretar la situación, no había nada que rompiera aquella armonía. Al menos, nada hasta aquel día.

Como cualquier otro día Lane se balanceaba en el columpio bajo la sombra de un árbol mientras miraba el ocaso del sol.

El viento de repente dejo de soplar, un extraño silencio se acento, Lane incomoda por esa repentina sensación se levantó y miro hacia el interior de la casa, sin notar algo extraño en particular, la calma lentamente regresaba a su pecho cuando un soplido del aire le atrajo un olor desconocido, sus sentidos se agudizaron y pronto distinguió el olor.

—... sangre?!

Los gritos estallaron desde el interior de la casa, las luces qué acababan de ser encendidas para iluminar la oscuridad de la descendiente noche, se agitaba de un lado a otro y se extinguían. El terror le congeló y un salto de su corazón la hizo moverse.

—Tier! Tienes que salir de ahí! Ix! ¿En donde esta?... Tier! Ix!

Cuando su voz logro elevarse, sus pies ya la había acercado a la casa, los gritos desgarradores se escuchaban por las ventanas, las cortinas eran rasgada y manchadas, causando qué el terror qué sentía se elevará aun más.

Nocturna. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora