CAPITULO 3. Fraternidad.

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El ambiente se sentía pesado y la mirada de Mínla iba  venía, con la advertencia qué le había dado, Ix tomo a Nadel y la acomodo en el caballo, antes de partir al galope, giro a verlo lleno de gratitud y antes de poder decir algo, el rostro sonriente de Mínla volvió a mostrarse.
— No hay de que~ espero que nos veamos pronto sin “cosas problemáticas” alrededor…oh! Y me saludas a Shiba!

Con las palabras robadas, no pudo evitar soltar una risa, y tiro del caballo, aquel camino qué habían recorrido anteriormente, era diferente, pesé a aun ser noche, había un ligero resplandor qué mostraba la ruta, el crujido de la maleza siendo pisada por el caballo resonaba de manera refrescante, quizás era el alivio de saber que Nadel estaría bien, y solo había qué dejar a que despertara. Habían recorrido casi medio camino, cuando aquel sonido de pisadas se duplicó, quizás un poco de eco, no, pocos segundos después, el ruido se había multiplicado.
Ix qué sé había percatado, inmediatamente aceleró el paso del caballo, era preferible huir, ya qué con Nadel aun sin despertar, sería difícil entrar en batalla. Aun con la velocidad a tope del caballo, las pisadas les seguían de cerca, cuando repentinamente tres sombras los rebasaron, brincando junto frente a su camino.
No lo podía creer, sus ojos se ajustaron a la imagen, y su sangre se heló, eran aquellas bestias qué en su infancia casi le arrebatan todo. El rencor se apoderó de su conciencia, el caballo qué había frenado estrepitosamente, relincho, dándole una visión más alta a Ix, efectivamente, eran aquélla criaturas qué habían destrozado su hogar, tomo a Nadel y la apretó entre sus brazos, cuando recobro la postura, ya era demasiado tarde para girar y buscar otra salida, había más criaturas a su alrededor, la batalla era inminente.
Pese a su situación, aquel miedo que había sentido de niño, estaba ausente, ya no era lo mismo, aquella experiencia y el duro entrenamiento qué se había sometido, le daban seguridad, su única preocupación era Nadel. El protegerla mientras la sostenía le impedía mover sus manos y con ello, pese a su fuerza, le impedía usar su habilidad.
Las criaturas daban suaves gruñidos, y se acercaban con la cabeza agachada cautelosos, Ix no podía retroceder ni avanzar, un quejido resonó de entre su pecho, era Nadel, se estaba moviendo tratando de elevar su rostro, de inmediato, la miro y sostuvo su mentón, ella le dedico una mirada extraña, y rápidamente giro a ver su alrededor, apenas acababa de despertar pero su instinto le decía que había peligro, con la voz entrecortada y temblorosa, se abrió paso a separarse del pecho de Ix y bajar del caballo.
— Oye Opfhern, no es tiempo de estar jugando, no los conozco en persona pero se que, tu si y tenemos cuentas qué saldar, no puedo hacer mi parte, pero no te estorbare.
Nadel, podría ser una joven señorita, pero también era feroz, seria una virtud heredada o forjada con su propio trabajo, pero era fuerte y esto mismo hacia qué su carácter fuera mimado y arrogante. Ix lo sabia muy bien, y por eso la admiraba.
— Realmente eres pesada, si no fuera por tus imprudencias, esto ya abría acabado o no hubiera pasado… pero esta bien, nos ha dado una oportunidad—bajo del caballo, permitiendo qué Nadel se apoyará de el.
Nadel, se alejo un poco de Ix, y aun que su cuerpo aun no se reponía, alzó una mano y un suave destello brotó de sus dedos, la luz ondeaba en finos cordeles, y rápidamente estos formaron una jaula. Las bestias aullaron molestas, y se abalanzaron contra Nadel, pero la jaula de luz les repello totalmente.
Con Nadel despierta, y usando su habilidad, nada le preocupaba a Ix, incluso pese al peligro, no pudo evitar soltar una risa.
— Ves, hasta a los moustros les molestas, pero basta de juegos—Nadel lo miro molesta, y este entendió que no debía perder más tiempo.
Ante las palabras de Ix, las criaturas giraron a verlo, su miraba, se tornaba feroz, parecía que les había molestado lo que había dicho, Ix desenvaino dos espadas y las arrojó al aire, mientras tomaba una tercera en su mano, algunas bestias qué habían brincado contra el, fueron  a travesadas por las espadas qué caían  mientras qué otras fueron acuchillados por Ix, las demás qué miraban desde atrás, al ver como caían los cuerpos de sus compañeros, se lanzaron al ataque sacando las garras de antemano, las espadas qué flotaban, chocaban con las garras de bestias, Ix se escabullía entre las colisiones, acertado golpes fatales. Poco a poco, los cuerpos de las criaturas se apilaron, hasta que ninguno permaneció ileso, era extraño, Ix estaba seguro que todos los golpes y cortes qué había dado, eran letales, pero las criaturas aun se movían, de pronto, un nuevo ataque lleno de energía choco contra el, las bestias se habían reincorporado. Como era posible aquello, tanto Ix, como Nadel qué miraba retirada, estaban atónito, la lucha se prolongó más de lo que había imaginado, ahora era entendible el porque sus padres habían perecido, no importaba qué tan fuerte o acertado fueran los golpes, las bestias continuaban levantándose, más aún, atacaban con mayor ferocidad.
Algunas de las criaturas caídas, se levantaron y en vez de atacar a Ix, se arrojaron contra Nadel, la jaula aun permanecía, sin embargo, algunos de los cordones de luz se reventaba entre las garras y colmillo, Nadel qué con el tiempo había recuperado fuerzas, también comenzó a atacar, algunos de los  cordones de luz qué sé rompían, en vez de regenerarse, se volvían más finos, y se incrustaban contra las bestias que caían, pero nuevamente volvían a levantarse, era ciclo sin fin.
Rasguños empezaron a surgir en la piel de Ix, y la energía de Nadel se agotaba, de pronto una de las bestias arremetió por la espalda contra Ix mordiendo por pocos centímetros su cuello, un quejido de dolor de escucho, Nadel al darse cuenta, con su mano señaló a la espalda de Ix, todas las agujas de luz arremetieron contra la alimaña, esta salió volando estrellándose contra un árbol, al estar en el suelo, Ix intento levantarse, pero de la mordida, sentía una cierta calidez, que le provocaba un adormecimiento, que le dificultaba moverse.
La situación se estaba poniendo difícil, y los enemigos seguían poniéndose de pie, la jaula de Nadel se adelgazaba, sus agujas disminuian, y las espadas de Ix se movían lentamente.
Una voz suave resonó a los oídos de Nadel.
— Huyan… huyan… muy poco tiempo…
Era obvio que tenían qué huir, el problema era ¿Cómo?. Nadel sabia que aun con toda su fuerza, sería imposible liquidar a esas criaturas, probablemente eran inmortales.
— Rápido… ambos…
Nuevamente la voz resonó, y al terminar, una suave brisa la envolvió, podía sentir como su cuerpo se aligeraba, a su vez, las criaturas cayeron al suelo inmóviles, en ese momento supo que esa era la oportunidad qué necesitaban  para escapar, monto al caballo, al acercarse a Ix qué al igual que ella había sido tocado por la brisa, este brinco al caballo y ambos huyeron.
— ¿Qué fue eso?... Ix estas bien? —tan pronto se hallaron a salvo, Nadel reviso la herida de Ix, pero al abrir su camisa, no encontró nada— No tienes nada!
— Tu te encuentras bien?
— Si, no estoy herida… Ix también viste esa brisa? Era tuya?
— No era mía, probablemente fue Mínla, aun estábamos en su territorio.
— Ix… escuche una voz antes de aquello —freno el caballo, y giro a verlo— Además, que ha pasado con tu rostro?
— Mm? A que te refieres?
— Tus cicatrices… no están.
— Qué dic…—pronto recordó lo qué había sucedido  en su encuentro con Mínla— ohh… a eso se refería con el pago.
— A todo esto, quien es Mínla? Y a que pago te refieres.
Durante el resto del camino, Ix le contó lo que había sucedido, durante este tiempo, también se percató qué uno de los ojos de Nadel tenia diferente tonalidad, pero debido a la luz de la mañana, no lograba discernir si era un simple reflejo o algo más. Al llegar a la ciudad, un grupo de personas los recibieron y los trasladaron a su hogar.
Los sirviente los atendieron fervientemente, Shiba e Ix mantuvieron una larga charla, mientras qué Nadel era mimada por las sirvientas, la noche cayo, y al igual que el bullicio, cada quien fue depositado en su habitación, y la oportunidad de hablar entre Ix y Nadel fue privada.
Era poco antes de la media noche, cuando la silueta de Nadel se escabullía por los pasillos de la casa, parecía buscar algo asomando su cabeza en cada puerta, hasta que se adentro en una de estas, en el interior se encontraba Ix recostado en su cama, había padecido tanto desde aquella ceremonia, así que el descanso era bien merecido, Nadel se acerco sigilosamente y trepó a la cama, aproximado se al rostro de Ix, de manera suave lo acaricio, abrazándolo inevitablemente, en su pecho, se remolinaban muchos sentimientos.
— Gracias por todo, por todo lo que han hecho ambos, algún día espero poder devolverte un poco de lo que has dado—su voz temblaba, ligeramente llorosa, por lo que Ix despertó.
El abrazo fue correspondido, y pasados unos minutos, Ix tomo su mentón levantando su rostro, al hacerlo, volvió a notar la diferencia de color de sus ojos, esta vez no era un efecto de luz ni una falla de su visión, ya qué esta había sido curada. Ambos se miraron, y la Nadel de ojos azules, se limpio el rostro, e incorporó.
— Disculpa mi intromisión, pero no quería esperar más—aun gimoteaba, por lo que aclaro su voz y una sonrisa broto— Me alegra que ya no me ataques.. Oh disculpa! Disculpa! —repentinamente brinco de la cama avergonzada.
— No te preocupes… —Ix se mantenía tranquilo, sabia que no había peligro, pero aun necesitaba escuchar si sus sospechas eran correctas.
— Quizás me recuerdes..? Bueno! Creo que mi nombre es Mittel, ahh! Bueno eso me enteré… como lo explico—era obvio que estaba nerviosa, y toda la información que quería decir salía de su boca desbocadamente.
— Tranquila! No! Tranquilo, Mittel!? En serio eres tu? —todo encajaba, sus sospechas eran ciertas.
— ¡? —La pregunta de Ix, lo pasmo, era tanta nueva información que, su corazón sintió tristeza, y sus ojos se humedecieron— lo soy?... Verdad.
Era una reacción qué no esperaba, ver el rostro de Nadel, Mittel, caer en la tristeza lo confundió, sus descuidadas palabras habían herido a la persona a frente suyo, comprendió qué era inevitable, no sabia que era lo que había tenido qué pasar todo ese tiempo, pero en su corazón podía afirmar qué, en efecto era Mittel, se levantó y lo arrastró hacia sus brazos, el llanto de Mittel estalló.
Más calmado, Mittel le conto a Ix, que, antes de encontrarse con el, en el cuerpo de Nadel, siempre había despertado en cuerpos diferentes, en personas de diferentes edades y sexo, que hasta ahora solo había sido un alma sustituta para aquellos cuerpos y que nunca había podido morir de manera natural, que aquellas criaturas qué habían enfrentado, eran las responsables. Lo único diferente había sido una ocasión en la qué despertó brevemente y observó la pintura de la habitación de Nadel, de ahí hasta su primer encuentro, no había nada, sin embargo en esta ocasión, cuando despertó, pudo observar todas la memorias de Nadel, incluida la batalla desde el punto de vista de ella, y que en ese momento, al verlos a ambos, sintió la necesidad de ayudarlos.
—Creo que Nadel pudo escucharme, aun que no se como pero sentí que podía ayudarlos… me alegra que haya funcionado!
— En ese momento fuiste tu? En serio? —la sorpresa de Ix era clara en su rostro— y yo pensando que había sido Mínla.
— Jeje….-un breve silencio se estableció, mientras jugaba con sus manos— sobre el… no deberías acercarte sin cuidado.. Sabes…
— … tu sabes de eso?! —Ix intuyo a lo que se refería, el beso qué Minla le había robado, era algo que había omitido con su charla con Shiba, y su intención era mantenerlo en secreto.
— Cof Cof… Nadel no debe saberlo… justo en este momento, ella no nos puede escuchar, así que, todo lo que hemos dicho, serás tu el que le pase el mensaje.
— Entiendo, entiendo perfectamente…entonces que será de ti.
— Aun no lo se con certeza, pero supongo que estoy unido a su cuerpo, por lo tengo qué conversar con ella y encontrar un modo…— mientras hablaba observó la luz nocturna, percatándose de la hora—debería volver a la habitación de Nadel, es demasiado impropio qué su cuerpo este aquí —su rostro se había tornado rojizo, y sus movimiento se entorpecieron—emm... Ix ,nos vemos pronto, recuerda pasarle el mensaje a Nadel mientras veo la forma de hablar con ella… ten buena noche.
Y así, salió de la habitación, Ix no pudo evitar reír, que había sido aquello, tan pronto se percató de la situación se había puesto nervioso, era sumamente gracioso para Ix.

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