- No se preocupe YoonGi Hyung... No importa... Es solo que... Me echaron de donde vivía... Me echaron del cielo.
Al escucharle, el mayor quedó completamente petrificado en su lugar, ¿Había escuchado bien? Según el había dicho que lo echaron del cielo, pero eso era prácticamente imposible, seguramente el menor se golpeó la cabeza y ahora estaba delirando, así que para no comenzar una discusión -que el suponía que ganaría-, decidió seguirle el juego.
- Ya veo, así que te echaron del cielo... ¿Puedo saber por qué? Digo, debieron tener una buena razón, no tienes cara de ser alguien que hace cosas malas.
- ¡¿Si me cree?! ¡Gracias al cielo! Por su reacción pensé que creería que estoy loco o algo por el estilo, ¿Me podría ayudar a volver?
El pelinegro de mechas azuladas lo miró incrédulo, ¿Hablaba en serio? No, eso era simplemente imposible, soltó un sonoro suspiro y negó.
- JiMin, no puedo ayudarte...
La amplia sonrisa que mantenía el más pequeño hasta el momento fue decayendo hasta ser una clara mueca de tristeza.
- ¿Por qué no puedes? Tu dijiste... Tu dijiste que me ayudarías...
- Si, se que lo dije, pero me refería a ayudarte con tus heridas y malestares físicos, yo no puedo ayudarte a volver a tu casa, lo siento mucho.
JiMin simplemente bajó la cabeza sin decir nada más, por un momento pensó que aquel pelinegro sería su salvación y lo llevaría de alguna forma u otra de vuelta al cielo.
Claramente eso no sería así.
El joven malherido simplemente se mantuvo mirando sus piernas mientras el contrario terminaba de desinfectar sus cortes en las manos.
YoonGi murmuró algo que el contrario no alcanzó a oír del todo por estar sumido en sus pensamientos, por lo que levantó la cabeza y fijó su vista en él.
- Disculpa, ¿Qué fue lo que dijiste?
- A-ah, pregunté si te dolía algo más, si no para guardar ya el botiquín.
- Uh, yo... Me duele la espalda...
El chico de cabello negro solo lo miró esperando que se diera vuelta y se subiera un poco la camisa blanca que traía para revisarle.
JiMin se le quedó mirando, esperando a que hiciera o le dijera algo más, al no ser ese el caso, comenzó a incomodarse ante la perpetua mirada que le dirigía su mayor, por lo que jugueteó unos segundos antes de observar hacia otro lado, con clara inquietud.
El pálido reaccionó ante esto y agito su cabeza de un lado a otro con suavidad, saliendo de su ensoñación.
- Lo lamento, necesito que me des la espalda y te levantes un poco la camisa...
Claramente avergonzado, JiMin asintió ligeramente, al mismo tiempo en que se volteaba como podía al estar sentado y se levantó la camisa, dándole una vista espantosa a su Hyung.
Min quedó paralizado en su lugar, sin poder creer lo que veían sus ojos, dos cicatrices enormes, paralelas entre si, que por su aspecto se notaban que debían de doler muchísimo.
¿Acaso eso eran marcas de rasguños? No, era imposible, habrían muchas más, serían más pequeñas y no se verían así, quizás los provocó la caída, pero de ser así no serían tan grandes y nuevamente, no se verían de esa forma, ¿Entonces que eran aquellas marcas en su espalda?
Un suave sollozo escapó de sus labios al imaginarse el dolor del más pequeño, con la mano temblando ligeramente y con mucha lentitud se acercó y con un nuevo algodón, se inclinó un poco hasta tenerlo a unos centímetros de la piel del contrario, sin atreverse a hacer contacto por miedo a causarle más dolor a su menor.
ESTÁS LEYENDO
˗ˏˋαηgєℓˎˊ˗ || 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧
FanfictionPark JiMin es, literalmente, un ángel caído del cielo. Min YoonGi es tan solo un humano que por mera casualidad u obra del destino acabo conociendo a JiMin. Ambos harán hasta lo imposible para estar juntos, aún si eso significa abandonar absolutamen...