La aguda voz de su madre resonó desde la cocina hasta donde estaban ellos parados, provocando una ligera risita en el mayor.
-¡Hay carne con arroz y varias ensaladas por si JiMin no come carne!
Unos suaves aplausos se escucharon justo detrás de YoonGi, viniendo de JiMin, quien se emocionó al escuchar que podría comer carne si quería, ya que nuevamente, era algo que no le permitían hacer en el cielo.
Sin perder mucho más tiempo, ambos adolescentes se encaminaron dentro de aquel hogar luego de haber cerrado la puerta y de que el mayor hubiese colgado las llaves.
Con curiosidad, el jovencito rubio se desvió hacia la cocina, quería ayudar a la mujer para causar una buena impresión en ella, pero a la vez no quería provocar un accidente o alguna cosa así debido a su casi nula experiencia.
Lo pensó unos segundos y respiro profundo, armándose de valor para acercarse a ella y tocar con delicadeza su hombro para así lograr llamar su atención, cosa que consiguió sin mucho esfuerzo.
La adulta se giró con suavidad hacia el joven rubio y le dedicó una sonrisa amable, limpiando sus manos en el delantal celeste que traía puesto mientras no le quitaba la mirada de encima.
-Dime JiMin, ¿Necesitas algo?
El aludido negó varias veces, con una diminuta sonrisa plasmada en sus labios.
-No señora Min, no se preocupe, solo quería preguntarle si había algo en lo que pudiera ayudarla.
Con algo de nerviosismo subió su mirada, que en el momento se encontraba clavada en sus manos, directo hacia el rostro de la mayor, y la sonrisa que está tenía fijada en sus labios lo relajo de golpe, provocando que el también sonriera.
-Oh JiMinnie, no es necesario que me ayudes, ya tengo todo listo por aquí, pero si gustas podrías ir a ayudar a Yoonnie a poner la mesa, así terminan rápido y podemos comer lo antes posible.
Con un asentimiento, el menor se encaminó de vuelta al comedor para poder hacer lo que la fémina le había dicho, encontrándose con que YoonGi apenas había puesto un par de vasos antes de quedarse mirando fijamente un aparato rectangular pequeño, que parecía tener fotos y otras cosas por la parte posterior, lo único que JiMin logró reconocer de todo eso fue una fotografía de YoonGi y su hermano menor con otros tres chicos, los mismos que aparecían en el marco que tenía el mayor en su cuarto.
En silencio se acercó con curiosidad al pelinegro, quería saber que era lo que hacía el mayor y que era ese aparato que tenía en sus manos, además había recordado muchas de las cosas que había visto la noche anterior en su cuarto y quería preguntarle que era todo eso también, así como igualmente quería saber quienes eran las personas que aparecían en las fotos y si era posible, llegar a conocerlas en algún momento, JiMin adoraba hacer nuevos amigos.
Se colocó detrás del mayor, mirando algo sorprendido que aquel aparato tenía una pantallita tal como la televisión, y en la misma aparecían distintas cosas, palabras y fotos era lo que más se apreciaba, parecía que alguien más le estaba mandando aquellas imágenes y mensajes, JiMin apenas podía leer los mensajes por la rapidez en que pasaban, le sorprendía lo rápido que era el mayor para escribir en esa cosa tan pequeña.
Con mucho cuidado se puso de puntitas para ver mejor lo que estaba escribiendo el contrario, pero al tratar de inclinarse para ver un mensaje que tenía su propio nombre, perdió el equilibrio y cayó hacia el frente, siendo frenado por el cuerpo del mayor, quien se sobresaltó por el repentino empujón, se quedó completamente quieto al notar que se trataba del rubio quien había caído sobre él y esperó unos segundos a que el contrario pudiera estabilizarse nuevamente antes de girarse a mirarlo.
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˗ˏˋαηgєℓˎˊ˗ || 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧
Fiksi PenggemarPark JiMin es, literalmente, un ángel caído del cielo. Min YoonGi es tan solo un humano que por mera casualidad u obra del destino acabo conociendo a JiMin. Ambos harán hasta lo imposible para estar juntos, aún si eso significa abandonar absolutamen...