Sintiéndonos

La llegada

Para muchos Cancún es un lugar paradisiaco donde cualquiera quisiera vivir, es un lugar de oportunidades para el desarrollo

Para mí fue un escape, el nido de mi eterna huida.

Cuando llegas a un lugar donde nadie te conoce, lo primero que sueles hacer es buscar los antros, bares, restaurantes y lugares turísticos más frecuentados... y compañía para disfrutarlos

Yo llegué a encerrarme a un hostel... buscando olvidarme en brazos de otra a quien ni conocía, de la mano de bastantes cervezas y cigarros.

Elan siempre tuvo claro que perder a Mia sería el comienzo de su caída y cuando este momento llegó, ni siquiera se permitió llorar.

Después de conocerse un día cualquiera, Elan quedo profundamente enamorada de la locura y la pasión que llevaba dentro de Mia; prohibido el amor, aun así, lo llevó a todos los límites.

Eran apenas unas adolescentes cuando ambas comenzaron a dejarse llevar por la pasión de su juventud, pero mientras para una significo una experiencia hermosa que no impacto en su futuro, para la otra se convertía en la cruz de su derrota, pues creció con la fija idea de que no volvería a amar del mismo modo en que por primera vez lo hizo.

Reconozco que fui torpe y que cometí todos los errores que se pueden cometer en una relación estando con ella, pero también tengo que admitir que le di lo que jamás pensé entregar a nadie, mi devoción completa. La prueba es que aún la amo. -aseguró Elan a la psicoanalista, Barbara Ortigoza a quien comenzó a visitar un mes atrás, buscando olvidar a todos y reencontrarse con ella.

-Definir amarla . - pidió Barbara.

Es fácil, dice Sabina, negaría en este mismo momento el santo sacramento si ella me lo pidiera, es decir, haría lo que fuera por estar con ella.

¿Aun sabiendo que ella no hizo más para estar contigo? - insistió Barbara, después de todo era su trabajo.

Hay circunstancias que no podemos manejar a nuestro antojo, aunque hubiera querido, no podía estaba lejos y sin muchas posibilidades. Al final de cuentas, entendí que debo aceptar que me amó en su momento y después se reencontró con lo que tanto quería, y está más que claro que eso no era yo. Véame estoy aquí sentada, viviendo una pausa desde que ella se fue. - asintió Elan mientras miraba la ciudad por el ventanal que iluminaba el estudio de la psicoanalista.

-¿En pausa? . - preguntó Barbara.

-Si, estoy sin estar, camino por caminar, mi actuar es mecánico, tengo todo y me siento más vacía que nunca, daño a cada una de las personas que me rodean porque no soy capaz de olvidar y dejar en el ayer mi maldita idea de felicidad. Es como vivir en una paz ficticia, nada me conforma. - afirmó Elan

- ¿Y que estas dispuesta a hacer para cambiar eso? - preguntó Barbara

-No lo sé... todo, lo que sea hasta olvidar. -dijo Elan viendo con tristeza a su terapeuta.

-Olvidar, significa mucho, significa entender, aceptar y no volver a repetirse la serie de preguntas, ¿Y si hubiera?, ¿Qué hice mal?, ¿Por qué no está ella?, ¿Por qué simplemente no la busco?.- afirmó Barbara al momento que hizo una pausa.

-¿Estas dispuesta a dejar atrás esto y la idea de seguirte aferrando a algo que ya se te fue de las manos? .- Preguntó Barbara mirando a los ojos a Elan.

No sé cómo hacerlo, cada noche y día, cada tarde sentada en la oficina, en el coche, estando aquí de viaje, en cualquier lugar... nada cambia, nada simplemente consigue distraerme y cuando por fin empiezo a salir con alguien tardo más en aprender su número de celular que en ponerle peros, no es fácil.

Ni siquiera sé cómo dejar de pensarla, de vivirla, no encuentro la manera de vivir sin ella, dijo Elan. Sosteniendo la mirada en el techo del estudio, apretando los ojos para no llorar.

Se que no es fácil, pero tampoco será imposible, debes comenzar a cambiar tu circulo de pensamientos, no tiene que girar en base a nadie que no seas tu. Ella se fue de tu mundo y tu sigues en él, en el mismo lugar haciendo un hoyo al lugar donde hace años debió empezar un sendero.