Capitulo 14 -Heather-

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El día continuo con normalidad, Gilbert y Anne se miraban en algunas ocasiones, pero solo eran eso, miradas, no intercambiaron palabra alguna, sus mentes eran demasiado orgullosas como para iniciar una conversación uno con el otro, así que solo se miraban, pero como dicen, las miradas dicen mas que mil palabras.

-Ey, que paso hoy con Anne- preguntó el castaño Moddy mirando a su amigo de cabellos negros y rizados

-¿Que paso de que?- preguntó el pelinegro desviando su mirada penetrante de Anne

-Ay!!, no te hagas el tonto, toda la escuela habla de eso, sobre si tu y Anne están saliendo o teniendo algún tipo de relación- dijo Moddy en un bajo susurro, no quería que los descubrieran hablando 

-¿QUEE??- dijo el pelinegro alzando la voz. De inmediato se llevó una mirada severa de la profesora -Lo siento- dijo en dirección a la profesora, luego volvió a mirar a su amigo -¿De donde sacas eso?- preguntó 

-La señora Rachel los vio pasear por el centro de Avonle, y dijo que estaban sumamente cariñosos, el rumor se corrió rápido por la escuela, y pronto todos hablaban de eso, yo no me la creí hasta que te vi entrar tomado de la mano de Anne- susurro el castaño con todo el sigilo del mundo, con el miedo de que la profesora volviera a descubrirlos.

-Esto es mentira!!, solo somos amigos, si, estuvimos paseando por Avonle, pero no era una cita, solo una salida de amigos- explico el pelinegro a su amigo que lo veía con una mirada picara 

-Seguro?, como explicas que la tomabas de la mano?- preguntó el castaño alzando una ceja hacia el pelinegro, que al escuchar su pregunta trago duro, empezó a jugar con sus manos y luego miró a su amigo 

-No tengo que dar explicaciones- dijo cobardemente el pelinegro, el castaño soltó una risa burlona ante su amigo que se había puesto nervioso 

-Aguarda un segundo!- dijo Moddy saliendo de su papel de chico burlón -¿Como conseguiste que te perdonara, Anne es super rencorosa, a mi aún no me perdona lo de su crayón!- exclamó Moddy mirando al pelinegro con confusión 

-Ohh querido Moddy, uno tiene sus métodos- dijo el pelinegro intentando ocultar su enorme sonrisa 

-Enséñame maestro!!- dijo Moddy riendo 

La clase continuo, y el día pasó, Gilbert y Anne no habían hablado para nada, ni siquiera en la cafetería, y aunque Gilbert quería hablar con ella, no podía ya que siempre que la veía e intentaba ir hacía ella, un grupo de chicos y chicas, lo acorralaba, para preguntarle si de verdad estaba con la huérfana o solo eran rumores, el solo se mantenía callado, no quería negarlo pero tampoco quería mentir. La escuela terminó, Gilbert se fue a casa junto con Moddy y Anne se dirigió a la estación de trenes que la llevaría directo a  Charlattown, hoy había quedado con Cole, irían de compras y también a comer algún helado.

 Gilbert por otro lado también iría a Charlattown, iba a ver a su padrino, Sebastian, quien no veía desde hace 5 años, pues la ultima vez que lo vio fue el día que el hombre se casó con su bella esposa Mary, quien fallecío hace 2 años.

 En fin, la pelirroja ya estaba en casa de Tía Jo, toco la puerta y un hombre calvo le abrió, era Rolling, el mayordomo y amigo de Tía Jo, este la miró con sorpresa, pero después le dedico una sonrisa.

-Señorita Anne, que hace por aquí, pase- dijo dándole espacio para que pudiera pasar 

-Buenas tardes Rolling, vine a ver a Cole y yo quedamos que iríamos de compras- contestó cortésmente la pelirroja mientras entraba a la lujosa pero elegante casa.

-Querida!!!- dijo la voz de una mujer mayor, su cabello canoso atado en un elegante moño, se aproximo a ella con los brazos abiertos, la pelirroja no dudo ni un segundo más y abrazó a la mayor 

-Tía Jo!!, te he extrañado tanto!!- dijo la pelirroja para darle un fuerte abrazo a la mayor.

-Y yo te extrañe más!!, que bueno que estas aquí, tal vez tu puedas ayudar a ese muchacho rubio que es tu amigo y ahora esta insoportable!!- bufó Tía Jo, pero sin quitar esa sonrisa tan característica de ella.

-¿Que le sucede a Cole?, vine en un mal momento?- preguntó la pelirroja con preocupación, ella quería mucho a su amigo, eran almas gemelas.

-Ohh, cariño, creo que deberías ir a hablar con el, ha estado tan raro- dijo Tía Jo empujando a Anne hacía la escaleras indicándole que suba, la pelirroja no dijo nada, solo subió las lujosas escaleras para buscar a su amigo.

Llegó a la puerta de la habitación de su amigo y toco la puerta, pero nadie respondió, volvió a tocar la puerta, pero seguía sin haber respuesta, cosa que a la pelirroja le puso los nervios de punta, así que sin más, abrió la puerta, pero al hacerlo se encontró con una escena devastadora para ella, su amigo estaba acostado en su cama, abrazaba a una almohada, la habitación estaba oscura y desordenada, y los sollozos del pobre chico.

-Cole!- exclamó con tristeza la pelirroja al ver a su amigo así de mal, se acerco a la cama donde su amigo yacía llorando, se sentó y aparto los rubios mechones de la húmeda cara del chico.

-Mi querido Cole, que te han hecho?- pregunto la pelirroja

-Anne- dijo el rubio en un susurro -El, el me dejó, se lo pedí, le pedí que no lo hiciera pero n día solo apareció ella, con su castaño cabello, sus hermosos ojos verdes, y lo hipnotizo, ella es perfecta- dijo mientras lloraba con más intensidad -Creí que el y yo, funcionaríamos, pero el solo se fue, se fue con ella, fue tan injusto, yo estuve ahí para él, no ella, por que??, por que ella y no yo, entonces por que me besó!!, ni siquiera soy la mitad de bonito que ella, y lo peor es que no puedo odiarla, mi corazón no me lo permite!!- confesó el rubio entre sollozos mientras abrazaba más fuerte a su almohada -Nadie me amará jamás, no tengo a nadie!!- grito desgarradoramente 

-Cole, tranquilo, me tienes a mi y a Tía Jo, jamas te dejaré solo, por que somos almas gemelas, espíritus afines, nunca me iré, cuando el sol brille brillaremos juntos, tienes mi corazón para siempre, estaré aquí siempre, por que hice una promesa, hice la promesa de ser tu amiga, y cumpliré esa promesa hasta el final de mis días- dijo la pelirroja abrazando a su amigo con todas las fuerzas posibles, él la necesitaba más que nada en el mundo.

-Gracias- susurro el rubio al oído de su amiga pelirroja 

-No hay de que, estaré siempre para ti- se separó, tomo el rostro de su amigo y le dio un beso tierno en la mejilla, el rubio sonrío y volvió a abrazar a su amiga a la que quería tanto.

-Ahora borra esas lagrimas y vamos de compras, eso te hará feliz, puedo asegurarlo- dijo la pelirroja separándose de su amigo -Te tomare muchas fotos donde te verás divino y las subiras, para que veas que nunca hay que dejarse caer, y menos por un hombre tonto que no sabe lo que quiere, seremos villanas!- dijo Anne con una sonrisa

-Villanas?, como Villanas?- preguntó Cole mirando divertido a su amiga 

-Si cariño, Villanas, por que las Villanas son princesas que no necesitan ser salvadas!!- dijo la pelirroja con una gran sonrisa en el rostro. 

El rubio solo sonrió ante las ocurrencias de su amiga, se cambió la ropa y salieron de casa de Tía Jo con la frente bien en alto demostrando lo fuertes que podían ser si se lo proponían 

Bajo la LluviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora