Capitulo 27 -Primer Beso-

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Gilbert

Conducía camino a Charlottetow, Anne me había confesado sus sentimientos por teléfono, y yo, bueno, yo le colgué.

Pero tengo una buena explicación, no quería que nuestras declaraciones fueran tan simples como un celular, debían ser románticas, como las que ella leía en todos esos libros. Por eso mismo robé el auto de mis tíos para ir por mi amada.    

Llegar a Charlottetown me llevaría una hora en tren, pero si manejaba yo y tomaba algunos atajos que encontré por Google Maps, llegaría ahí en 20 minutos, además si tenía suerte, no me tocaría mucho trafico y podría llegar incluso en 15. 

Ella de verdad lo había confesado, bueno ambos, confesamos lo que sentimos uno por el otro. Ella ilumina mis días más grises, es mi paraguas bajo la lluvia, me ayudo sin si quiera saberlo, estuvo ahí para evitar que yo callera y eso se lo agradezco infinitamente, ella y solo ella se ha convertido en la persona más importante en los últimos meses, mi compañera, a quien le pudo contar todo y a la vez podemos quedarnos en un tranquilo y cómodo silencio. 

Pensando todo esto, llegué a mi destino, sabía que Anne venía todos los fines de semana a casa de la señorita Barry y también sabía que este día en especifico la señoría Barry tendría una fiesta, y aunque no me dio tiempo de buscar algo para esta fiesta yo solo venía por Anne. 

Baje del auto una vez me estacioné en la enorme casa de la casa de la señorita Barry , de verdad era muy grande, y su jardín estaba bien cuidado, 'pude ver como mucha gente con vestimenta algo peculiar se acercaba a la entrada de la gran casa, por lo que decidí seguirlos. 

Iba muy decidido, pero cuando mis ojos se encontraron con sus zafiros, mi estomago dio un vuelco, el aire abandono mis pulmones y sentía que comenzaba flotar, ella creo que sintió lo mismo por que se quedo helada al verme. Sentí que una gran ráfaga de viento recorrió todo mi cuerpo cuando ella comenzó a acercarse, pero con cautela, como si pensara que en cualquier momento, el algún movimiento brusco, los dos desapareceríamos. Pero a decir verdad, eso no pasaría, por que todo era real, ella ahora corría a mi dirección y yo lo único que pude hacer fue abrir los brazos para recibirla. Y justo en el momento que nuestras piles hicieron contacto, que nuestros labios se unieron por primera vez, sentí como una gota del cielo caía sobre mi cabello despeinado, pero a decir verdad ni siquiera le dí importancia, por que ahora lo que robaba mi atención era la pelirroja que tenía en mis brazos. 

Ella y yo nos besábamos, sus labios, ¡Dios!, eran perfectos, suaves, con un toque a sabor cereza, nuestras respiraciones estaban mescladas, nuestro beso era como estar en la nubes, rodeados de todo aquello que más amamos, como se nuestros problemas se fueran de la nada, pero la realidad era otra, ya que ahora ambos estábamos empapados, probablemente cogeríamos resfriado, pero ninguno quería acabar con este mágico momento en el que ambos nos demostrábamos todo lo que habíamos estado ocultando desde que le jale el cabello mientras la llamaba zanahorias.

-Gilbert...- susurro ella entre el beso.

-Si?- pregunte sin romper el beso. 

-Te quiero- 

Mi corazón latió con más fuerza todavía, me separe de ella y tome su rostro mojado entre mis manos 

-Yo te quiero aun más de lo que te puedas imaginar- 

Ella me dedico una cálida sonrisa, le regrese el gesto y recargue su frente sobre la mía, debía conservar este momento para siempre, todas las emociones indescriptibles llenas de calor. Ella me hacía querer volver a creer en el amor, ella me hacía ver el mundo desde una perspectiva totalmente diferente a la que estaba acostumbrado. 

-Deberíamos entrar- dijo ella 

-Deberíamos, pero no quiero separarme de ti en este momento- Ella'me dedico una sonrisa, pero aun así se separo de mi y tomo mi mano 

-Vamos Gilbert, debemos cambiarnos antes de coger un resfriado- 

A regañadientes la seguí a la entrada de la casa, cuando entramos, nadie noto nuestra presencia, así que caminaos a las escaleras para ir rumbo al baño. Pero me condujo a una habitación, supongo que era donde se estaba quedando. 

-Entra- me indico abriendo la puerta -Iré a avisar a Tía Jo que estas aquí- 

Yo asentí y entre a la habitación, y vaya sorpresa que me lleve al ver que no solo ella dormía ahí, pues al parecer compartía la habitación con Cole, se que no debía ponerme mal por eso, él y ella solo son amigos, pero pónganse en mi lugar, la chica que te gusta duerme con su mejor amigo, no creo que sea una perspectiva muy bonita. 

Me senté en la cama con paciencia, esperando a que llegará ella, y no tuve que esperar mucho, ya que solo pasaron unos segundos antes de que ella llegara a la habitación con toallas.

-Listo- dijo dejando una en la cama mientras se aceraba con la otra para mi.

-Es usted muy amable por recibirme en su humilde morada, que comparte con un chico rubio- esto ultimo lo dije en un tono más bajo, con la esperanza de que ella no me haya escuchado o se haya enojado por el comentario tan fuera del lugar que hice. 

Pero al parecer si me escucho. 

-¿Estas celoso?- pregunto en tono de burla 

-¿Yo?, pff, claro que no- mentí 

Ella soltó una carcajada y se paro enfrente de mi, tomo mi cara entre sus manos y paso la toalla por mi cabello -No tienes por que estar celoso, yo solo te quiero a ti- 

Eso alivio mis adentros un poco más, así que solté un suspiro.

-Además, Cole es gay- Soltó

Vaya, ahora me sentía humillado, ridículo y sin dignidad, me puse celoso del amigo gay de mi novia. 

¿Novia? 

Ni siquiera he hecho la estúpida pregunta, pero e mi defensa, quiero que sea algo más especial, quiero que vayamos lento, disfrutando del proceso de enamorarnos.

-Vaya- suspire -Soy patético- 

-No es verdad- frunció el ceño

 -Claro que si, ni siquiera somos algo oficial y ya siento celos- 

Ella ahora se sentó en mi regazo con sus piernas al rededor de las mías, eso de verdad me puso nervioso -Yo en tu lugar también lo estaría, no tienes de que preocuparte- 

Sonreí -Gracias- 

-Gracias ti también- me devolvió la sonrisa

Me acerque de nuevo a ella ara volver a besar sus labios pero el sonido de su teléfono nos interrumpió.

-Si? pregunto ella al teléfono 

-¿Anne, se organizo una marcha estudiantil para mañana de ultima hora, te apuntas?- la voz de Diana sonó detrás del teléfono.

Anne y yo nos miramos sorprendidos, ¿de verdad estaba pasando esto?

-Si...- dijo automáticamente y colgó,  parecía estar en otro lado.

Nos quedamos en silencio unos minutos, que parecieron segundos, ambos asimilabamos lo que acaba de pasar.

-¿Qué he hecho?- me pregunto con preocupación 

-Lo que tanto querías- le aseguré -Hacer ruido-

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MARATON 2/??



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