-''... There's a spot in the floor, where your limbs used to be, and I close the door on my fantasies...''
- ''why don't you love me anyway, why don't you love me anyway.''
- ... ''¡Heleeenaaa!''
Rasgada y filosa, la voz de Emi; Violenta y llena de ganancia, la guitarra de Vic quien se encargaba de cantar la segunda voz, una frase repetida; el Bajo de rob con las bajas frecuencias y las percusiones de la batería de Finn se encargaban de hacer vibrar la pequeña y modesta sala de música de la escuela con los últimos compases de la canción, haciendo valer la esencia jóven y vigorosa del Punk.
- ¡Muy bien, me encantó! - Aplaudía felizmente el profesor de música. Quien lideraba este pequeño taller de conjunto instrumental extra que ofrecía la escuela luego de la jornada regular de clases.- Me parece que tenemos más que lista la canción para la presentación del día del alumno.
- ¿Está seguro que esta canción no es muy...- Vic no hallaba la palabra para describirla.
- ¿Ruidosa? - Complementaba Emi, cruzaron miradas por un segundo al menos antes de cortar ese contacto abruptamente.
- Si, al menos para presentarla aquí en la escuela.
- Claro, lo he pensado, pero me parece que no importa. Ustedes son los últimos integrantes de este taller que no han dejado de asistir y, con ello, mantenerlo vivo. Creo que merecen poder presentar algo que a ustedes les gusta tocar sin pensar tanto en si le gustará a la directora o no.
- ¡Si!, Además ¿Quién sabe? quizás matemos a la Viejuja de un infarto.- Le brillaban los ojos a Finn al dar tal idea.
- Mientras podamos seguir tocando me da lo mismo si se muere o no.- Comentaba Rob mientras tocaba un pequeño arreglo de slap en su bajo.
De pronto se escucha un estruendo vibrante de estática, el sonido venía de la línea de audio de Vic, quien tenía en sus manos el micrófono. El profesor se acercó rápidamente a la mesa de sonido para apagar el sonido de la línea que presentaba el invasivo ruido y luego se dirigió a Vic.
-El micrófono sigue dando problemas, ¿Moviste algo? - Preguntaba mientras tomaba y analizaba el instrumento.
- Si, profe, sabe que Vic tiene manos de hacha, todo lo rompe jaja.- Bromeaba Finn.
- ¡Cállate! ¡Sólo lo estaba acomodando un poco! - Replicaba con molestia.
- Tranquilo Vic, no pasa nada, sabes que este micrófono funciona cuando quiere.- El profesor revisaba e hizo un par de intentos usando la mesa de mezcla para hacerlo funcionar, sin éxito. -Me parece que no podremos contar con el segundo micrófono para la presentación.
- ¿Qué?... ¿ Y usted no puede conseguirse uno para entonces?- Preguntaba Vic preocupado.
Luego de pensar unos momentos el profesor asciente:- Si, creo que podría conseguirme uno... pero no puedo prometerles nada.- Advertía.
- Que mala pata. La segunda voz ayuda a darle todo el toque.- Se lamentaba.
- Entonces podrías compartir el micrófono con Emi para los momentos del coro y el final.- Sugería el docente.
- ¿con Emi? - Preguntaba con poco convencimiento. Volvieron a mirarse un segundo. Emi volteó la mirada, cambió de expresión a una más indiferente, hasta con un poco de desprecio:- Está bien, a mi me da igual. Vic fingió indiferencia también a pesar de que sentía un calor desagradable en el estómago, algo parecido a los nervios, como mariposas... pero envueltas en llamas.
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Esta música grabada en mi piel.
Proză scurtăColección de cuentos de aventuras, amores, desamores y reflexiones adolescentes y no tan adolescentes que giran entorno a esa música ruidosa y llena de energía, tú música.