Distintos | Intenabo

Capítulo 6 |Segismundo|

El sol parece sonreírles desde la salida de comisaría, un excelente día para celebrar que lograron su propósito. Ser maderos. Quizá para muchos es solo una astilla en el culo, pero también significa más dinero que ganar.
Bajan con rapidez las escaleras de la comisaría. Gustabo saca el móvil e inmediatamente llama a Segismundo para darle la gran noticia, aunque es consciente que eso es algo que no aprueba pero sigue siendo su amigo y debe celebrarlo con ellos.

Timbra una vez y se escucha la voz del gallego en la otra línea.

- Hola mi amigo Gustabo, ¿qué me cuentas?- saluda animado.

- Estoy de puta madre Segismundo- dice emocionado- ¿Recuerdas que te dijimos que íbamos a hacer la oposiciones?- pregunta, mira Horacio que se esta haciendo una selfie mientras él hace la llamada.

-Ah sí- responde, en su voz se nota el desagrado al recordar tal momento.

- Pues hemos pasado, debemos celebrarlo hoy en la noche. ¿Dónde estás?

- Si quieres los paso a buscar, así no tienes que...- se detiene a pensar un momento, si van a ser maderos no tiene lógica que fueran a robar un coche- pagar un taxi.

- Estamos en frente de comisaría, si quieres caminamos hasta garage central y nos encontramos ahí- gira a ver la comisaría, devuelve su mirada a la calle.

- Bien, los veo allá. Hay que armar la de dios por haber entrado- dice con actitud positiva- eh, pero no vayáis a ser hijos de puta conmigo si alguna vez nos encontramos en algún atraco- ríe.

Gustabo ríe, comienza a caminar en dirección al punto de reunión. Horacio por su lado le sigue el paso.

- Tenemos que ir a una tienda de ropa. Una celebración así merece ropa espectacular- murmura para si mismo, mira de reojo a Gustabo, su amigo puede ser alguien realmente guapo pero tiene un gusto para la ropa terrible, ya luego verá como convencerlo de comprar algo y ya deje de una vez por todas esa chamarra roja, hasta podría decir que huele a viejo.

- Si andas máscara no te voy a reconocer, capaz te digo que eres un cara nabo por las pintas que vayas a llevar- sonríe Gustabo, realmente aprecia a Segismundo.

- Bien, bien, ya voy a llegar les tengo una sorpresa- dice y al instante corta dejándole la palabra en la boca.

- Puto Segismundo- murmura viendo el móvil, lo guarda en su bolsillo trasero izquierdo y voltea a ver a Horacio- Nos vamos a encontrar en garage central.

-Yo digo que debemos ponernos guapos para esta ocasión ¿no crees?- pregunta Horacio interesado en la propuesta.

Por su lado Gustabo no parece agradarle mucho la idea, decide quedarse callado. En realidad su chamarra roja le queda muy bien no ve la necesidad de cambiar su atuendo, pero puede acompañarlo a alguna tienda. El trayecto fue un poco largo no tan cansado a comparación con todo lo que les hicieron hacer, esos exámenes les consumieron mucho tiempo del día y si ya mañana comienzan a trabajar, si o si la fiesta debe ser esta noche.

Al llegar se colocan en frente del garage observando a todos lados por si algún coche va dentro su amigo gallego. Pueden ver a los civiles sacar los coches, esperando a amigos para acompañarlo al trayecto que les fuera a pasar.

- Oye Horacio, ya nos hace falta coche propio- dice Gustabo al ver tantos coches.

- Aunque sea un mierdecilla, pero ya luego compramos uno mejor- responde Horacio, la costumbre de robar coches para movilizarse tiene que cambiar, van a ser personas de bien y no deben ser doble moral.

A lo lejos un coche amarillo se acerca a gran velocidad hasta ubicarse en frente de ellos, en su interior se encuentra su pequeño amigo Segismundo con su característica camisa manga larga a cuadros y su gorro de pescador naranja. El coche, bueno, se encuentra un poco sucio. Algún que otro papel tirado en la alfombra y una mancha de proveniencia dudosa en el asiento.
Sin rechistar suben al coche, la primera parada va a ser en una tienda para poder vestir a Horacio y luego pasar por la peluquería. Los planes de la fiesta, ya es algo que Segis debe organizar, pues es el amo de las fiestas en los Santos.