Capítulo II

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Los días transcurrieron y los dos chicos retomaron los años perdidos, contándose todo excepto un detalle... Los fantasmas de donghae como el suele llamarlos, nadie sabía de ello, esto era un secreto.

—Pesecito, aun no puedo creer que te haya encontrado en la escuela y mismo salón -decía felizmente Hyuk abrazando a Donghae-
—Sí, aún no lo creo -intento abrazarlo pero los brazos de Hyuk lo impedían-
—Te extrañe tanto... tanto... -lo abrazo más fuerte- tanto...
—monito... me asfixias
—lo siento... ven vamos que se nos hace tarde -tomo su mano y lo jalo- corre Hae

Los dos chicos corrieron tomados de la mano hacia la escuela y salón ya que se les hizo tarde, la maestra los vio y los dejo pasar aun tomados de la mano los compañeros los observaban atentamente, hasta que tomaron asiento, los maestros explicaban todo relacionado a los exámenes y al final de las clases paso el director anunciando sobre el alumno que representara a la escuela contra las demás y como era de esperarse todos gritaron el nombre de Donghae, haciendo que se sonrojara, el director se retiro sin antes decirles que den lo mejor de ellos y los compañeros tomaron sus cosas

—¡Fighting! Donghae

Todos salieron dejando solo a los dos chicos quienes se miraban atentamente, bien se sabía que aquel chico callado era inteligente y el mejor de la clase con todas sus notas excelentes, y el que ayudaba a los chicos que tenían problemas con algún tema, todos lo querían por lo mismo aunque ahora fuera callado. Los dos retomaron su camino hacia su casa platicando y jugando, hasi paso la semana de tortura para unos, con ello llegando el fin de semana y los chicos se encontraban en el parque de diversiones como unos niños en su primera visita a este.

—Hyukiee, mira ese monito se parece a ti -dijo infantimente-
—¿Lo quieres? -a Hae le brillaron sus ojitos- lo ganaré para ti -beso su frente y alborotandole su cabello-

Y así fue, Hyuk fue hacia aquel local y el dueño le entregó los dardos y este los clavo en aquellos globos, el señor le entregó aquel mono y este se lo entrego a Hae

—Hyukiee... ¡gracias! -lo abrazo- gracias, gracias, gracias -repetía sin parar con un brillo en sus ojos-
—denada Hae... ven vamos que aún nos faltan juegos por subir y disfrutar -el otro asintió-

Los chicos andaban de un lado para el otro hasta que terminaron agotados, los dos se dirigieron a sus casas separándose en aquella parada del camión, hacia tiempo que Donghae no se divertía tanto, extrañaba esa sensación, entro a su casa encontrándose con su madre en la cocina la fue a saludar y platicarle todo lo que paso hoy y ella sonrió, también extrañaba que su hijo se divirtiera y saliera de aquel cuarto y libros, cenaron y el se fue acostar,  su madre lo observaba con una sonrisa desde la puerta, mientras que lo sueños de Donghae volvían otra vez atormentandolo, pero sólo eran sueños o era una realidad que dejó tiempo atrás, no queriendo dañar ya a nadie y sobre todo a su madre que también sufrió, pero ¿cual fue la causa de todo esto? ni el mismo lo sabe.

¿Amigos ó más que eso? (Eunhae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora