𝘛𝘩𝘪𝘳𝘥 𝘥𝘢𝘺 : Cheeks.

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Ahn Chowon, era linda.
Era y es.

Con todos los años de amistad que ambos tenían, Minhee había escuchado a su amiga preocuparse por su rostro miles de veces, siempre ella se asustaba por que sus mejillas siguieran igual de rellenitas como cuando era una bebé.

Pero ella no se daba cuenta que la hacía ver mucho más adorable.

Esas mejillas redonditas que casi siempre llevaban un color rosa pálido, con algunas manchitas en ellas, la hacían ver tan tierna.
Minhee lo sabía y cada persona que la veía también, sólo ella tenía la gran inseguridad de tal vez verse con unos kilos de más.

Por ese motivo, nuevamente el estaba afuera de su casa, con su polera color blanco y sus pantalones negros, y como siempre, con una gran sonrisa en su rostro.

Toco la puerta unas tres veces como siempre, luego de esperar unos minutos, vio a la chica con una sonrisa en su rostro, ambos se sonreían, hoy la haría cambiar de opinión, supuso.

Hoy llegaste más tarde. - dijo ella mientras lo dejaba pasar. -

El menor solo le sonrio y dejó un beso en su cabeza, volteo para caminar hasta dentro, recién ella había terminando de comer.

¿Que comiste hoy? - le sonrio colocando sus manos en sus bolsillos. -

Aún no como nada. - se acercó un poco más a él, Minhee era más alto que ella, por lo cual, el rostro de la menor le llegaba al delgado pecho de su amigo. -

En eso, pego su rostro a su pecho, haciendo que minhee diera un pequeño brinco, Chowon era cariñosa, y algunos días lo era en extremo, casi que las personas que los veían pensaban que eran pareja.

Yo haré la cena hoy ¿te parece? - minhee tomó su rostro con la palma de su mano, dándole una pequeña sonrisa a su menor, ella solo asintió alejándose de él. -

Ambos se recostaron en el sofá quedando cara a cara, el alto no sabía porque se encontraba tan cariñosa estos días, ella solo lo miraba con una pequeña sonrisa mientras abrazaba su cintura, en eso la pequeña pego su rostro a si pecho nuevamente.

Minhee estaba acostumbrado a las caricias que le daba ella, Chowon tenía mucho amor que dar al mundo, pero sólo se lo podía demostrar a su mejor amigo, la única persona que sabía que no la juzgará.
Por ende, ella era extremadamente cariñosa con el, peinaba su cabello, lo acompañaba a dormir dándole caricias en su cabello, besaba sus nudillos, besaba sus mejillas.
Minhee jamás había sentido falta de amor.

¿Minhee? - murmuró ella desde su pecho. -

¿Si? - el nombrado abrio rápidamente sus ojos, mirando hacia abajo. -

Voy a hacerme una liposucción.
-susurro la menor. -

Comprendió, ahora sabía que lo se haría.
Pero, se sintió mal dentro suyo, aún no había podido hacerla cambiar de opinión, y eso lo hacía sentir inútil.

Intentó dejar de pensar en eso, pero se le hizo imposible, relamio su labio y suspiro, en eso, tomó con sus manos el rostro de la chica, haciendo que ambos se miraran fijamente.

Solamente se acercó a besar sus mejillas, dejando incontables besos en ellas, para luego dejar un último pequeño beso sobre sus labios.

Eres hermosa. - murmuró mirando sus ojos. - para mí eres hermosa tal y como estés.

La menor seguía sorprendida, solo miraba al chico con sus labios entre abiertos, lamio estos al darse cuenta de su posición.
Se levantó del sofá, dejando solo a su amigo recostado.
El no sabía en qué momento la había besado, rápidamente también se levantó a su lado y agarro de su mano, haciendo que la castaña volteara hasta el.

Lo lamento. - dijo el. - no quise hacerlo, supongo que fue por el momento. - susurro. - olvidemos lo que sucedió ¿bien?

La menor observó sus ojos y asintió levemente, esbozando una pequeña sonrisa en su rostro, para seguir caminando junto el a la cocina, la comida se quemaria.

Algo de ese pequeño roze, le había echo que su corazón saltará por unos segundos, y no solamente a ella.

Ambos siguieron pasando el día, la comida casi se les había quemado pero pudieron disfrutarla de todos modos.
Nuevamente se encontraban en el sofá, sólo que ahora observaban una película.

Estaban tapados con una manta sobre ellos, estaban tan concentrados que no se dieron cuenta de lo tarde que era, rápidamente al percatarse, Minhee tomó su celular de su bolsillo, observando como el número diez se notaba en su reloj.
Era tarde, pero no tanto para ellos, Minhee solía quedarse a veces hasta las tres de la mañana, así que siguieron pasándola bien hasta dar por terminada la película.

Abre la boca. - dijo el con un caramelo redondo en sus manos. - mira, su forma es como tus mejillas. - soltó una pequeña risa para luego introducir el caramelo en su boca.- solo que eres mas dulce que el.

La pequeña se sonrojo, para luego disfrutar del dulce.

El más alto había pasado toda la tarde acariciando su rostro, según el, era demaciado suave y no podía dejar de tocar, por lo cual, ella se lo aceptó.
Ahora estaban abrazados, Minhee tenía su brazo por encima de sus hombros, acariciando con su mano mas cercana, la cabellera de su amiga.

Minhee había mostrado su lado tierno con ella, y ella solo quería ver más y más, le encantaba la sensación de sentirse amada, así que no detenía ninguna acción de él.

La pelicula había acabado, anunciado la hora de salida de Minhee.
Ambos estaban e la puerta de la casa apunto de despedirse.

Ve con cuidado. - la chica no podía ocultar su sonrisa, aunque él debía irse, seguida con la misma felicidad. -

Descansa. - minhee pasó su mano por el cuello de la menor, cuando llegó hasta su nuca, acercó sus rostros para dejar un beso en su mejilla. -

Fue un pequeño beso, al separarse le dio una pequeña sonrisa para desaparecer por la oscura calle.

Gracias Minhee, por hacerme pasar un gran día.

Gracias Minhee, por hacerme pasar un gran día

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𖥻 like always. / kang minheeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora