Fortnite IV: Rebelión contra el imperio

#30 - Fin

Si alguna vez has perdido a algún ser querido... seguro que alguien cercano a ti te ha animado diciéndote que esa persona estaría contigo siempre, no en cuerpo pero sí en espíritu.

Y seguro que te habrá dicho que con el tiempo lo superarás.

Que con el tiempo superarás su pérdida y no te dolerá pensar en esa persona.

Que con el tiempo superarás todo el dolor y superarás el vacío que te ha dejado.

Lo que no sabes es que eso es una mentira.

Las cosas no se superan con el tiempo.

Solo aprendes a vivir con ello. Aprendes a vivir desligándote de esa persona hasta que lo normalizas, pero nunca lo superas porque, si lo superaras, la olvidarías. ¿No es así?

Hoy se cumplen tres años de ese día.

Y hoy por fin he logrado conseguir la última pieza que me faltaba.

Enterrada entre demasiados escombros pero ahora en mis manos... la máscara de Deriva.

Su diseño está deteriorado por el polvo. Se nota que tanto tiempo entre escombros perjudica al estado de las cosas.

La máscara tiene una grieta que no es lo suficientemente grande como para partirla en dos pero no es lo suficientemente pequeña como para no pasar desapercibida. Y ahora que la tengo en mis manos... solo puedo hacer una cosa.

Alzo la mano con la que no estoy sujetando la máscara y, suavemente, la rozo. Un pequeño resplandor me ciega por unos instantes pero en seguida recobra la normalidad. Y lo que antes era una máscara agrietada y deteriorada...

Ahora sigue siendo una máscara agrietada y deteriorada, pero dorada.

Abro la vitrina para colocarla en el único hueco disponible... el hueco dedicado a ella.

Al lado de la máscara de Catalizadora, una de las primeras que logré recuperar.

Después de tres años, está completo. Todas sus máscaras o sus distintivos... están conmigo.

Todo lo guardo como si valiera oro... qué irónico, ¿no?

E incluso a día de hoy me sigo preguntando... ¿por qué fui yo el único sobreviviente de esa batalla? ¿Por qué?

¿No podía el destino haberme dejado morir y estar en paz en un lugar mejor?

Pero no... fui el único sobreviviente. Y aún no he logrado adaptarme a esta nueva vida.

Algunos dicen que la vida es un regalo. Otros, que es un vil castigo a la humanidad. Pero yo contemplo una tercera razón.

¿Y si la vida es una demostración de fuerza y solo sirve para demostrar quién eres?

Si tienes una buena vida... ¿es porque te lo has ganado?

Si la tienes mala... ¿es porque te lo has buscado?

¿Y si es solo un factor de aleatoriedad?

Es como si tu vida fuera un dado que al ser tirado cada vez nuestra un número diferente... ¿o no?

Pero parece que mi dado ha dado tres seises seguidos y prefiere penalizarme...

Han pasado tres años desde esa batalla.

Y no voy a rendirme ahora. No he pasado todo esto para abandonar.

Como dije hace tres años... nunca volvería a ser el mismo. Y no lo soy.

Midas: Volveréis. Lo prometo.

——————————FIN———————————