Parte 15 Ella es diferente

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Un poco avergonzado, Tsunayoshi dijo—¿Tienes que estar presente?

Haru rodeo los ojos, habían acordado que le permitirá hablar con S.A.L.I.E. Debido a que necesitaba recopilar datos, pidió que se armará una habitación con una computadora externa donde el jefe de los Vongola se sentaría, mientras trabajaba.

—No te estaré prestando atención. Puede hablar libremente —Dijo regresando de sus ojos de nuevo a la pantalla de su laptop.

Tsunayoshi se sintió incómodo, no era que no quería ser escuchado, sino que no sabía cuál iba a ser su reacción cuando hablara con A.i.

No tuvo tiempo para preocuparse por algo más, porque apareció S.A.L.I.E.

— [Tsu-kun]

Con una sonrisa algo forzada, Tsunayoshi saludo— Hola ¿Cómo estás?

S.A.L.I.E río — [Es una pregunta rara, soy un programa. No puedo enfermarme]

—Lo sé—Con suavidad en su mirada Tsunayoshi preguntó— ¿Puede que hoy no esté de humor para hablar?

— [No necesariamente, además de Haru-chan no he hablado como muchas personas. A su lado no he tenido tiempo para sentir aburrimiento]

Apretando sus manos sobre su regazo, Tsunayoshi escondió la incomodidad que sentía en su corazón — ¿No te gustaría hablar con alguien más que no sea ella?

[Si, me gustaría poder hacer más amigo]

—Qué piensas, si a partir de ahora ¿Vengo a hablar más seguido?

Por un corto momento S.A.L.I.E. Luego amplió su sonrisa — [Sí es lo que Haru-chan quiere, no me opondré]

—Pues ha dado su permiso —Por la esquina de sus ojos, Tsunayoshi miró a Haru que estaba sentada lo suficientemente lejos para no escuchar la conversación que tenían —Ahora podremos conocernos mejor.

Por su parte, Haru estaba recopilando los patrones de conducta del A.I, no había variaciones y sus respuestas, eran estándar. Aunque no esperaba mucho, tenía la esperanza que S.A.L.I.E pudiera adoptar una personalidad más humana y dejar ser un simple programa.

Como solo quedaba que su computadora grabará todo, se levantó y miró hacia adelante y vio a Tsunayoshi sonreír de una forma tierna.

"Así que él también puede poner esa expresión"

Se sorprendió, pero  su asombró solo duró un momento. En silencio se retiró, salió hacia el pasillo y caminó hacia el jardín para tomar aire.

Anteriormente no se había tomado el tiempo de ver la mansión, pero ahora que lo observa se daba cuenta que era muy extensa y elegante. Solo el patio era lo suficientemente grande como para no ver a dónde terminaba. Este contaba con flores de varias especies y esculturas de piedras. Parecía que el Edén había sido bajado a la tierra para ser profanado por los seres humanos.

—Señorita— Una sirvienta se acercó de forma tímida. — El señor ordenó que le sirviera ¿Tiene alguna orden?

A Haru no le gustaba que la sirvieran, no estaba acostumbrada a que otros hicieran algo por ella, por eso se quedó muda.

La sirvienta malinterpretó su silencio y bajó la cabeza. — ¡Lo siento! No quise ofrendarla.

— ¿Eh? No, no es eso—Se apresuró en decir Haru agitando sus manos — ¿Será que puedo sentarme en algún lugar y tomar algo?

La expresión de la sirvienta volvió a iluminarse—En seguida señorita.

Cuando se fue, Haru suspiró. No sabía qué clase de órdenes le había dado Tsunayoshi a su personal, pero más tarde le recordaría que no necesitaba ser atendida por nadie.

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