Mini Au: Isn't It Cute? (Rebornplay)

II: For Us

Caminaban silenciosamente en el bosque; Reborn no había querido decir a donde se dirigían y Auron decidió no insistir. Prefería mantenerlo como una sorpresa, dejarse guiar por Reborn y mantener el ambiente misterioso que el mayor creaba con ilusión.

Una cita... Esa palabra sonaba ahora tan irreal para él.

Y, quizás, se sentiría más confundido y ansioso si no hubiese deseado esto desde hace tanto tiempo. Porque si, intentar negar que había pensado en este momento era una pérdida de tiempo. Lo deseaba, casi con la misma fuerza con que las estrellas brillaban en el infinito cielo nocturno.

No sabía desde cuándo, o dónde o cómo. La única imagen persistente en su cabeza era un reflejo fugaz, de una mañana cualquiera, en un día cualquiera. Cuando entre sus manos, Reborn trajo a su primer gato a la casa-hotel.

Fue allí, en esa mirada tan radiante y, sobre todo, en esa voz siempre tan imponente ahora suave y llena de amor donde empezó a darse cuenta que por primera vez en mucho tiempo, ya no se sentía solo.

"- Se llamará GodCat. – Dijo Reborn con orgullo, mientras se agachaba y estiraba su mano hacia el gato gris, que ronroneaba ante las caricias.

- ¿Tienes para ponerle nombre? – Dijo Auron a la par que se agachaba y miraba al gato de cerca, sin llegar a tocarlo.

- Tengo una etiqueta... Pero me dijeron que se necesita un yunque para poder usarla. – Auron asintió.

- Necesitas mucho hierro para hacer uno.

- No tengo hierro. Joder. – Las palabras salieron frustradas de los labios Reborn. Un pinchazo fue directo al pecho de Auron.

- Venga. Ven, te hare uno."

Sus ojos se iluminaron cuando a lo lejos, la inmensa silueta de un bioma de terracota empezó a erguirse sobre ambos.

Reborn lo noto, y sonrió para sus adentros, marcando una victoria al ver la reacción de Auron.

- Por aquí fue donde encontré al gato. En una aldea no muy lejos de aquí. Supuse que te gustaría venir.

Terracota de muchos colores. Café, blanca, naranja, rosa y amarilla. Su bioma favorito. Estaban allí, caminando con ansia a la par que el sol se iba ocultando en el horizonte, haciendo que las montañas fueran sombras resplandecientes, salpicadas de naranja y dorado.

No decían mucho, y no lo necesitaban. Mientras sus palabras eran incapaces de transmitir por lo que pasaban, sus acciones y gestos eran agua cristalina que reflejaba más de lo que alguna vez podrían decir.

Cuando finalmente llegaron, Auron saco su pico e inmediatamente empezó a picar, llegando a por la terracota café.

- Voy a hacerme una mansión que flipas. Espectacular.

- Sabia que te gustaría. ¿A que ha merecido la pena? – Dijo Reborn, sacando un pico y uniéndose a Auron.

- ¿Y como sabias que me gusta la terracota? No recuerdo haberlo dicho en ningún momento.

Auron vio de refilón como Reborn daba un respingo, siendo visiblemente descubierto. Tardo unos segundos en contestar.

- Puede que Perxitaa haya mencionado algo al respecto.

- ¿Le preguntas sobre mí? – De repente, Auron se giró bruscamente. - ¡Lo tenias todo planeado! Que hijo de puta...

- A ver, tampoco te emociones ¿de acuerdo? Solo fueron un par de cosas, curiosidad. – Se defendió con tono duro y cortante. Y si Auron no lo conociera como lo conoce, jamás hubiera notado que esa era una clara muestra de que Reborn estaba avergonzado.