Cuando sus heridas después de varios días en reposo, sanaron, Reborn se puso manos a la obra. Aún le debía una cita a Auron y se aseguraría de que esta vez fuera perfecta.
Lo mejor era planear algo sencillo, sin muchos peligros pero que fuera agradable y de buen gusto. Se quedo un largo rato pensando en que podía hacer. Fue en una de sus tantas idas y vueltas cuando espontáneamente, como una luz en su cabeza, tuvo claro lo que prepararía.
No sabía si al pelinegro le gustaría, pero estaba dispuesto a correr el riesgo.
Un día mientras Perxitaa y Auron salieron a la mina, Reborn aprovechó para subir y visitar a Axozer, quien vivía en la parte superior de la casa.
Una vez en su zona, lo localizó a un par de metros en una sala llena de hornos de pie frente a uno, seguramente esperando a que se calentara lo que sea que tuviera allí. Se acercó y cuando Axozer volteo hacia donde él estaba, habló lleno de convicción.
- Axozer, necesito un favor
- ¿Qué pasa? - Cuestionó Axozer con duda, mientras miraba a Reborn con curiosidad y una pequeña pizca de preocupación.
- No es nada malo, tranquilo - Aclaró al notar la actitud contraria. - Necesito que me prestes esta noche tu piso, el que estás construyendo arriba. Solo esta noche, prometo no hacerle nada.
Al principio, Axozer seguía mirando a Reborn con una cara extrañada, incapaz de entender lo que le estaba pidiendo. Pero tras unos segundos, su rostro cambio y una pequeña sonrisa de media luna apareció.
- De acuerdo. - Dijo finalmente después de unos segundos. - Mientras no me lo rompas, puedes usarlo el tiempo que quieras.
Reborn suspiró con alivio. Había sido más fácil de lo que pensó. Con eso, la primera parte de su plan ya estaba, solo faltaba lo más sencillo... más o menos.
- Bien, gracias. Mañana por la mañana estará tal cual como lo dejaste, lo prometo.
Reborn se apresuró a salir para continuar con lo que le faltaba por preparar. Estaba en el filo de la puerta cuando la voz de Axozer lo detuvo una última vez.
- Perxas me ha dicho que a Auron le gustan mucho las chuletas de cerdo. Quizás te sirva.
Su cuerpo dio un mini salto cuando escucho el nombre de 'Auron' salir de la voz de Axozer. ¿Acaso tan obvio era?
No necesito voltear para ver que expresión tenía Axozer, pues su tono de voz lo decía todo. Se quedó unos segundos quieto, regulando el latir de su corazón que se había acelerado al ser descubierto.
- Lo tomare en cuenta - Murmuro lo más alto y con el mejor tono sarcástico que pudo hacer en ese momento para que su compañero lo escuchara y sin más, salió de allí, maldiciendo por lo bajo.
♡🐾♡
- ¿A dónde me llevas? ¿Falta mucho?
Auron avanzaba con cuidado mientras era sostenido gentilmente por Reborn. Sus ojos estaban cubiertos por un trozo de tela y es que no había tenido opción. Reborn no paró de insistir en que se lo pusiera, ya que según él, era mejor mantener la sorpresa.
- Ya casi llegamos, deja de llorar. - Dijo Reborn mientras continuaba guiando a Auron a través de las escaleras, subiendo los escalones con cuidado.
- Claro, como no eres tú el que no ve nada.
Continuaron caminando, hasta que en un escalón, Auron tropezó, a punto de caerse de no ser porque Reborn lo agarró rápidamente.
- ¡AAAH! - Gritó Auron aferrándose a los brazos de Reborn con fuerza. - ¡Pero avisa hijo de puta!
Auron escuchó la carcajada de su compañero. Es que era tonto.
- T-tranquilo - Dijo Reborn con su voz entrecortada debido a la risa. - Calma, confía en mí. Falta poco.
- Y una polla, me voy a quitar la venda, que te den. - Su mano estaba a punto de remover la tela de sus ojos cuando otra mano, la mano de Reborn, interceptó el movimiento y agarró su mano con suavidad, apartándola.
El calor que desprendía el toque ajeno lo envolvió, quitando el enojo que traía encima, dejándolo atontado y con el corazón en mano.
- ¿Confías en mí? - Dijo Reborn, esta vez, mucho más serio. Su voz era grave y Auron pensó que la sensación que le producía era como la de un mar en calma, fuerte pero lleno de paz.
- Si. - Dijo, sintiéndose repentinamente cohibido.
Continuaron avanzando hasta que Reborn se detuvo y Auron supo que era tiempo de que se quitara la venda. Con cuidado fue removiendola de su rostro, finalmente siendo capaz de ver lo que estaba enfrente suya.
Avanzó un par de pasos, perplejo.
Unos metros delante suya yacía un pequeño mantel extendido en el suelo, rodeado por varias farolas que tenuemente iluminaban de dorado el lugar. Encima del mantel habían dos platos, cada uno con una porción de chuleta de cerdo preparada de una manera que no acostumbraba comer, pero que tenía muy buena pinta.
Sin embargo, lo más bonito era el lugar donde estaban. Estaban en casa, pero hasta arriba, una zona que Axozer tenía a medio construir, sin nada más que un par de columnas de madera. Tan elevados, lejos de todo y todos, ningún monstruo podía atacarlos y al aire libre eran capaces de ver las estrellas, que brillaban con una hermosura única. Un pequeño pedazo de cielo para ellos dos, apartados de cualquier cosa existente en aquel mundo.
Precioso era poco.
- La verdad es que no sé qué decir. Yo... No sé, estoy sin palabras ahora mismo. - Auron miraba todo aquello aun sin ser capaz de asimilarlo del todo, sintiéndose inevitablemente indefenso ante aquel gesto tan dulce.
- No tienes que decir nada. - Reborn se acercó nuevamente a su lado y tomándolo de la mano, lo llevó al mantel donde se sentaron a comer juntos en silencio.
♡🐾♡
Ojo que se viene
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Mini Au: Isn't It Cute? (Rebornplay)
Fanfiction"Suaves orejas, bigotes y patitas chiquitas; Reborn conocía algo más lindo que todo eso"