Los días transcurrieron en una apaciguadora, agradable calma. El tiempo continuó su curso, sanando con lentitud los problemas del pasado, marcando aquella noche en el pantano como un adiós a los amargos recuerdos y el camino a un nuevo comienzo, brillante y esperanzador.
- ¿Has encontrado diamantes? - Preguntó Perxitaa a Auron. Ambos estaban minando en lo profundo de una cueva. Su travesía continuaba adelante y lentamente se iban equipando para derrotar al dragón. Aunque en ese momento, Auron tenía otros planes.
- Solo uno, tio que mala suerte. - Contestó hastiado. Horas de minar sin suerte alguna y cansancio empezaban a hacer mella en él.
- Puedes busca otra cosa, no tiene porque ser diamantes. Sabes que le va a gustar de todas formas.
- Pero para una vez que voy a hacer algo bonito... No quiero ser cutre Perxas. - Dijo con convección, continuando su labor. - Quiero que sea lo mejor que haya visto nunca.
Perxitaa suspiró, negando con la cabeza pero aun así quedándose para ayudar a su mejor amigo.
- ¡He encontrado uno! Perxitaa ven, ven, que tu tienes el pico ese con fortuna. - Exclamó Auron después de un rato, emocionado. La vida había sido compasivo con él por esta vez.
Una mena de tres, transformada en ocho diamantes gracias al pico encantado. Eran más que suficientes.
- Ya estaría. - Confirmó Perxitaa, sonriendo débilmente pero satisfecho.
Auron se giró hacia él, felicidad irradiando de sus poros.
- Muchas gracias Perxas, de verdad...
- No tienes porque. Se te ve más feliz desde que estas con Reborn y... Quise ayudar. Es bueno verte asi. - Perxitaa inclinó su cabeza ligeramente, riendo. - Aunque creo es mejor que vayan buscando una nueva casa, no quiero despertar en medio de la noche escuchando cosas raras.
- No seas celoso, guarro. - Bromeo Auron de vuelta. Con una melosidad poco usual, se acercó y le dio un abrazo. No solo era con Reborn, estaba agradecido con todos; Momon, Axozer y Perxas. Eran sus amigos y tras todo lo vivido, podía asegurar con firmeza que nada hubiera pasado de la forma en la que ocurrió de no ser por ellos.
Perxitaa lo abrazó de vuelta. La diferencia de estaturas era significativa y Auron no pudo evitar pensar que se sentía como abrazar un gran oso de felpa. Después de un rato, se separaron.
- Subamos. Ya debe de estar atardeciendo.
♡🐾♡
La mañana siguiente Auron tenía un plan. No era una elaborada cena en lo alto del techo a la luz de la estrellas, mas esperaba que la idea le gustara a Reborn.
Subió a su piso, encontrandolo de espaldas a él, agachado mientras le daba de comer a sus ahora, múltiples gatos.
- Reborno. - Llamó suavemente mientras se acercaba a su lado.
- ¿Qué pasa? - Contestó el castaño tras unos segundos, dando un último vistazo a sus gatos antes de ir con Auron.
- Me gustaría mostrarte algo. ¿Estas ocupado? - Preguntó el pelinegro, sonriendo nerviosamente sin que Reborn lo notara.
- Justo ahora estaba terminando, asi que estoy libre... Deja agarro un par de cosas, me equipo y te acompaño. - Auron asintió, esperando pacientemente hasta que Reborn estuvo listo.
Ambos salieron de la casa. Auron los dirigió a ambos al spawn, donde el gran portal de obsidiana resplandecía en tonos morados.
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Mini Au: Isn't It Cute? (Rebornplay)
Fanfiction"Suaves orejas, bigotes y patitas chiquitas; Reborn conocía algo más lindo que todo eso"