Be my Hanyô (Yoonmin)

🌳El encuentro🌳

Estuvieron caminando por unos días más, Jimin casi caía del cansancio y le seguía Taehyung que también iba quejándose sobre que Jungkook días atrás le había dicho infantil. Si, por eso habían peleado. Jimin estuvo a punto de hacerles una ceremonia y casarlos. Parecían un matrimonio disfuncional aunque no lo aceptaran.

Por otro lado, Jimin no se había atrevido a mirar a Yoongi más de dos segundos directamente a los ojos. Se sonrojaba y apartaba la vista a la primera mosca que pasara.

Las gemelas, se notaban un poco menos decaidas. La partida de su hermano fue un golpe duro pero aún así se mostraron fuertes y no lloraron más de lo necesario. Incluso bromeaban con el resto.

—Ah, me duele la vida—se quejó Jimin—Necesito comer algo. ¿Podemos parar?—dijo mirando con ojos suplicantes a las gemelas quienes asintieron también exhaustas.

Pararon cerca de un río y comenzaron a preparar un lo que quedaba del ramen instantáneo que llevaron Jimin y Taehyung de su época. Todo el mundo en silencio degustando el platillo, hasta que Yoongi comienza a mover las orejas como si captará algún sonido extraño.

—¿Pasa algo?—Pregunto Asui mirando a Yoongi con el ceño fruncido.

—Siento algo—dijo el felino y arrugó la nariz—Tambien lo huelo. Es un demonio—Dijo y enseguida todos se pusieron en provisión de guardia pero Yoongi levantó una mano para que se quedarán quietos—No es malo, su olor me resulta familiar. Va con humanos.

Jimin y Taehyung se sorprendieron. No sabían que podía ser así que a pesar de las palabras de Yoongi mantenían sus manos en sus armas. De un momento a otro, el sonido se hizo más fuerte y todos pudieron oírlo. Se levantaron listos para el combate cuando una figura alta, esbelta y vestida de blanco salió de entre la maleza. Todos quedaron impactados. Asui y Ayumi por la belleza de aquel ser, más que todo.

—Sesshomaru—Susurró Yoongi.

—Veo que me conoces semi demonio—Hizo un amago de sonrisa.

—¿Quien no lo hace? El eterno rival de InuYasha, hijo de Inu no Taisho—Dijo esta vez Jungkook.

—Mi tío—dijo en un susurro Jimin, cosa que el demonio escuchó y lo miró con el ceño fruncido.

—¿Tu quién eres?—preguntó y casi al mismo tiempo salieron de detrás de él una muchacha de cabello negro y casi la misma edad de Jimin y una especie de duendecillo verde.

—S-soy Park Jimin, nieto de InuYasha—respondió el peli azul algo nervioso.

—Ya veo, otro Hanyô—soltó una leve risa.

—Lo estábamos buscando—Dijo Asui saliendo de su trance. Sesshomaru la miró con frialdad—Necesitamos su ayuda.

—¿Quien les dijo que mi amo los va a ayudar?—dijo el bicho verde moviéndose escandalosamente.

—¡Callate Jaken!—Vociferó Sesshomaru.

—Si amito bonito—dijo y se encogió en su lugar.

—¿Por qué debería?—preguntó el de cabellos blancos.

—Por que está en riesgo algo grande—Rsspondió Ayumi.

—Naraku a vuelto—Dijo Jungkook. La cara de Sesshomaru se volvió todo un poema. Era más que obvio que no esperaba esa confesión.

—¿Y que es lo que debo hacer?—preguntó algo molesto.

—Ayudarme a sacar la Shikon no Tama de mi cuerpo—Mencionó Jimin.

—Eso será facil—Dijó poniendo una mano en su espada pero un grito lo detuvo.

—¡No!—fue Yoongi—Queriamos que lo hiciera sin necesidad de cortarlo o dañarlo.

—Mhm—Hizo un gesto de disgusto y se acercó a Jimin—Pero...—Lo miró de arriba abajo—¿Dónde está la perla?

—Aqui—Señaló su lado izquierdo.

—No, ahí no está. ¿Como es posible que no te hayas dado cuenta de que no la tenías? No se siente la presencia de la Perla—El rostro de Jimin palideció.

—P-pero yo...—Derrepente dejó de sentir de golpe la presencia de aquel objeto tan valioso. Se sintió vacío—¿Q-que?

—¿Qué pasa Jimin?—preguntó Taehyung acercándose.

—La perla, no está, es como si nunca hubiera estado pero que la sentía aqui—Se tocó el costado.

—Un truco—gruñó Sesshomaru—En algún momento se cruzaron con Naraku.

—No, nunca nos cruzamos con el—Dijo Ayumi.

—Pocas son las personas capaces de simular el poder de la perla por tanto tiempo—dijo Sesshomaru—Naraku la tiene ahora, será mejor que vaya a buscarla.

—Vamos con usted—Dijo Jimin sin pensárselo.

—¡No! Voy a trabajar solo, vayan ustedes por otro lado. Si encuentran la perla, destrúyanla—Dijo y como mismo vino se fue. Entre los árboles.

Todos se quedaron estáticos. Naraku tenía la perla y a Shinzo. Jimin se sentía culpable y el resto no sabía cómo reaccionar. Todo estaba saliendo mal....muy mal.

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