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Andie fue despertada por un súbito temblor en la tierra. De inmediato, la preocupación se reflejó en sus ojos mientras se apresuraba a despertar a Julie, esta la sacudió ligeramente con delicadeza, la pequeña parecía tener una pesadilla.

-Tenemos que movernos Jul...-Habló con la voz levemente ronca, mientras que con mucho esfuerzo quitaba la gran roca que había servido para cubrirlas la noche anterior, al no tener respuesta de Julie, está la tomó en brazos, colocándola en espalda. Era un día nubloso y oscuro, recién estaba amaneciendo por lo cuál había poca luz en el campo.

Los ojos de Julie fueron poco a poco abiertos mediante se iba calmando el repentino temblor, Andie relamió sus propios labios, viendo como es que la cueva donde anteriormente se refugiaron era derrumbada por grandes rocas, habían salido a tiempo. -Tuve una pesadilla... -Comentó Julie adormilada mientras frotaba sus ojos con ambas manitas.

-¿Esa pesadilla incluía un temblor? -Preguntó Andie sarcástica. -¿Como lo sabes?-Andie soltó una pequeña risa por su comentario. -Fue simple casualidad. -Mencionó.. Pues el temblor no había sido demasiado grande para mencionarlo, tal vez por eso tuvo esa pesadilla.

-Fue extraño. -Soltó por último Julie recargando su mejilla sobre el hombro de su hermana mayor, Andie sonrió por el dulce gesto. -Lo creo... Pero son pesadillas, no se hacen reales. -Comentó mientras comenzaba a caminar, no tenían un rumbo en concreto, solo quería cuidar de Julie.

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El camino se vio interrumpido al momento de llegar a un bosque, el bosque Coubre, era el camino para llegar al pueblo de Troit, sin embargo en esta temporada de lluvia se volvía denso, casi impenetrable para los lugareños.

Andie observo hacia atrás tratando de tomar una decisión, si volvían probablemente no se encontrarían con nada en Dinan, sin embargo, si atravesaban el bosque, podrían perderse. Andie bajo de su espalda a Julie, quien solo tomó de su mano para evitar separarse.

Unos murmullos llegaron a los oídos de Andie, parecía ser la Inquisición, la joven solo trago en seco, mientras se adentraba con la pequeña a la densidad del bosque, al menos ahí tendrían más oportunidades para huir y esconderse, hubo silencio un par de minutos hasta adentrarse lo suficiente. -¿Vamos a acampar?-Cuestionó Julie con un tono dulce, Andie sonrió mientras ayudaba a la menor a bajar de un lugar alto.

-Se podría decir. -Dijo Andie tratando de mantener el buen humor en la menor, Julie se emocionó un poco por el comentario mostrando una sonrisa. -Vamos a cazar nuestra propio desayuno... Y haremos algo de fuego. -Comentó Andie tomando nuevamente la mano de la pequeña, si se alejaba probablemente no la encontraría en el bosque, era uno de los más grandes de Francia.

-Así que si ves un río, no dudes en decirm-¡Allá!-Julie interrumpió, brincando entre rocas con rapidez hacia el acuífero que fluía a través del bosque. -Eso... Fue suerte. -Andie descendió con cuidado por el terreno inclinado, agradeciendo la fortuna que les brindaba la naturaleza en ese momento crucial, el cuerpo de agua era pacifico, aún así corrían bastantes peces en sentido contrario.

Andie sonrió al ver que al menos algo estaba saliendo bien el día de hoy, como gesto cariñoso, la azabache apretó cariñosamente la mejilla de Julie, para posteriormente agregar la nariz enternecida a los segundos la ssoltó, tomando una rama del suelo que pudiera ser útil para una lanza.

-Juls, encontraste oro. Ahora ve y busca materiales secos para la fogata, iré haciendo una lanza, solo no te alejes mucho.-Julie sonrió por el cumplido de su hermana, corriendo unos pasos hacia atrás para comenzar a buscar los materiales necesarios.

Mientras tanto, Andie, con su daga, comenzó a darle una punta puntiaguda a la madera, dándole forma a una antigua lanza de madera. Julie recolectó ramas, pasto seco y corteza de árbol durante el proceso. La pecosa colocó todo en el suelo y se acercó a su hermana mayor con una sonrisa, ansiosa por colaborar en el "campamento."

Andie dejó dos lanzas sobre el suelo una vez logró darles la forma que quería, una de las lanzas era más corta, el tamaño ideal para la pequeña pecosa. Andie solo vio que trajo el material, por lo cual sonrió, la oji miel se puso de rodillas, comenzando a golpear una rocar con su daga, generando chispas. Una vez logró lo concedido empezó a encender el demás material, la fogata les duraría al menos un par de horas.

Andie se levantó de su lugar, tomando la lanza y dándole la lanza pequeña a la menor. -Solo ten cuidado. -Mencionó con un tono protector, dirigiendola al río. Andie se posicionó en una roca elevada para visualizar mejor a los peces nadando contra la corriente.

-Todo está en la muñeca... Y la fuerza que utilices. -Dijo con una sonrisa, lanzando la lanza con gran velocidad, pero al acercarse, descubrió que no había capturado nada. -Bueno, nunca se consigue nada a la primera. -Julie, algo burlona, se acercó sosteniendo su propia lanza con un pez atravesado en ella.

-Habla por tí, yo soy experta, cara de papa. -Andie frunció el ceño al ver el pez en la lanza de Julie, rebobinó los ojos y cruzó los brazos con una pequeña sonrisa. -Fue suerte, espera, ¿me acabas de decir cara de papa?-Julie se encogió de hombros, fingiendo inocencia, Andie solo le miro intrigada, se agachó al nivel de agua, salpicando el rostro de la pequeña
-Pff, jaja.-Soltó ella tratando se quitarse el agua de la cara, Julie se levantó mientras colocaba el pescado sobre una piedra plana retirada del río y se preparaba nuevamente para pescar.

Andie le dedicó una sonrisa con superioridad una vez había vuelto al río.-Como te dije, fue suerte, la probabilidad de que saques otro es técnicamente nu... -Fue callada en el momento en que Julie sacó no solo uno, sino dos peces atravesados por la lanza. -¡Ja! Tengo talento en esto y tú no.-Repitió su acción anterior colocando el alimento sobre la piedra.

-Sigue siendo suerte, observa y aprende. -Andie volvió a intentar lanzar la lanza, pero nuevamente falló, incluso se había roto la lanza a la mitad. -Ya no te humilles más...-Dijo Julie orgullosa de tener un talento nato, Andie solo sonrió por su triunfo volviendo a donde tenían la fogata.
-De acuerdo, te dejaré la pesca a tí, pero no traigas demasiados. -Dijo la de cabello achocolatado, colocando un par de piedras alrededor del fuego, y una gran piedra plana encima.

La blanquecina se dirigió al río donde empezó a limpiar los pescados frescos, quitando su interior al igual que sus escamas y cabezas, observó a Julie de reojo, viendo qué ya había cazado a los peces suficientes para ambas. -Eso es suficiente Juls. -Respondió llamando la atención de la pecosa. -¿Por qué? Aún podemos llevarnos más, para vender. -Comentó, Andie solo fruncio sus cejas.

-No, durante el camino oleran mal, casí tan mal qué tú. -Julie pareció ofenderse, de igual manera, dejó la lanza, llevando el resto de peces con su hermana mayor. -Además, otros animales también dependen de esos peces. -Julie pareció comprender mejor, sabía que habían varios animales que comían peces, como el animal favorito de Julie, el oso grizzlie.

-Está bien, lo siento.-Comentó poniéndose en cuclillas para pasar los peces a Andie, y que está comenzará a limpiar cada uno de ellos, una vez estos habian quedado bien, Andie coloco dos piezas sobre la superficie plana de la piedra, generando que estos comenzaran a cocinarse con el calor formado por el fuego bajo el, los ojitos de julie brillaban ante el nuevo conocimiento adquirido, pues no habia visto esa forma tan peculiar de cocinar.

Andie sirvió el alimento en hojas amplias las cuales estuvieran previamente limpias, le dio la comida a Julie mientras sonreía un poco, pero su mueca había cambiado a una de preocupación al momento de ver extensas "venas" enegrecidas por el cuello y parte del rostro de la menor. No había visto ese tipo de marcas desde que Julie era una bebé, era extraño que volvieran a aparecer.

-Deberíamos llegar con un doctor en Troite...-Mencionó Andie llamando la atención de la pequeña quien comía del pescado con especial cuidado, pues las espinas eran peligrosas, esta solo la miro intrigada. -¿Te sientes mal? -Pregunto Julie causando una pequeña sonrisa en la hermana mayor.

-No. Es para tí, necesitas un chequeo.-Contesto calmando las angustias de Julie, quien continuaba comiendo sin preocupación aparente.

 PRIMA ༒ MACULADonde viven las historias. Descúbrelo ahora