Los primeros colmillos

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Poniente, Invernalia 289

En el viaje de vuelta a casa, no habia risas ni canciones aquella tarde. Pues uno de los que volvían se encontraba en muy mal estado tras recibir la mordida de un lobo huargo.

William estaba cada vez peor, lo que al principio se manifestó como dolor al rato cambio a una fiebre alta. Con el mal estado del joven, le subieron a su habitación mientras el maestre Luwin trataba de encontrar un remedio.

La familia Stark no se podría encontrar de peor ánimo. Para ellos, William era un ser muy querido por todos. Pero quien peor llevaba la situación era lady Catelyn Stark, ella siempre vio al joven Corvinus como uno de sus propio hijos. Desde que le tumbaron en la cama no se apartó de su lecho ni un instante.  

El maestre Luwin trataba con todos los remedios que conocía acabar con la fiebre pero no funcionaba. Con cada hora que pasaba, el joven Corvinus fue empeorando. Tras la fiebre, le siguió una palidez en la piel y tos tan fuerte que parecía que echaría sus propios intestinos. Nadie entendía como hizo una mordida de lobo para enfermar a tal magnitud. 

Ned Stark entro en la habitación tras tratar de tranqulizar a sus hijos y lo que vio le dejó mudo. El joven que vió crecer ahora parecía un desecho a punto de morir. El maestre Luwin dejó de mirar en uno de sus libro de medicina y le hizo una señal a su señor para hablar en privado. 

Maestre Luwin: Mi señor, el joven no muestra signos de mejoría, de echo es justo lo contrario. He tratado con todos los remedios que se, pero no puedo hacer ya más. Solo nos deja esperar que los dioses le ayuden.- Ned Stark asiente y vuelve a la habitación

Los dos adultos en la habitación fijaron sus miradas en William toda la noche. Incluso tuvieron que agarrar al joven que empeoró tanto que comenzó a convulsionarse tan fuerte que tuvo que venir Ser Podrik.

Ya muchos perdieron la esperanza de que William viera un nuevo amanecer.

A la mañana siguiente

Los primeros rayos del Sol iluminaron la habitación mostrando a los señores de Invernalia dormidos junto a la cama de William y este profundamente dormido. Poco a poco, el joven abrió los ojos y se enderezó. Vio a sus tíos dormidos junto a él y empezó a recordar lo que ocurrió

Se miró el brazo donde fue mordido y para su sorpresa, estaba mejor. De hecho nunca se sintió tan bien como hoy. Se levantó de la cama haciendo despertar a sus tíos. Estos al ver a William de pie como si los sucesos de anoche fueran un cuento. Ambos empezaron a abrazar contestos a su sobrino por seguir entre los vivos. Pero eso no le quitó que su tía le regañó por no tener cuidado. 

El resto de la familia le visitó a lo largo del día mientras William permanecía en la cama por orden de lady Catelyn a pesar de decir que no se sentía mal.

Algo que William empezó a notar fue que tenía mucha hambre, tenía tanta que se sentía con ganas de comerse una cabeza de ganado entera. Esto le pareció raro pero ya le dijeron que sería por la enfermedad. Lo curioso era el antojo por básicamente carne. Tenía la necesidad de comerla con mucha regularidad.

Tras dos días de cama, por fin pudo salir. Volvió a los entrenamientos del uso de la espada y arco con Robb y Jon. Durante los entrenamientos, William pudo notar que su estado físico era mil veces mejor ahora por alguna razón. Antes todos volvían un poco cansados de los ejercicios de Ser Rodrik, pero William casi no le costaba nada. Además de que corría el doble de antes y sujetar una espada le era igual que coger una pluma. Incluso le pareció oler la sangre de uno de los aprendices que estaba a 100 metros de él.

Otro suceso extraño era el comportamiento de los animales. Las cabezas de ganado y los caballos hacían ruidos de miedo cada vez que William estaba por la zona. Incluso los cachorros de huargos se empezaron a acercar a William, tanto que incluso a veces le seguían cual hijo a la madre.

Juego de tronos- Partida licántropoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora