cancelada lul
Volkov es empleado en una cafetería no muy popular, un universitario comienza a frecuentar la debido a que no sabe hacer café y lo necesita para estudiar.
Un ruso amargo acompañado de un francés dulce.
Después de publicar el tweet, Viktor dejó en standby su teléfono y se puso manos a la obra. Empezó lavando los vasos y platos de la cafetería para luego fregar el suelo de esta con un detergentente que olía a flores. El ambiente estaba tranquilo y silencioso ya que a esta hora nadie venía a la cafetería.
El suave sonido de una notificación alertó a Volkov, haciéndolo dejar todo lo que estaba haciendo y revisar su teléfono.
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Volkov estaba muy bien acostumbrado a que esto sucediera, era raro que Greco se pasara por la cafetería a no ser que quisiera dinero rápido. Acompañado de un suspiro Viktor le echó un vistazo a los otros chata de su teléfono, un chat remarca ble era el de el dueño de la cafetería Jack Conway y tenía un mensaje sin leer de este mismo.
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Al parecer, Viktor iba a estar solo toda la mañana y tarde ya que necesitaba cubrir el turno de su amigo. A veces maldecía que su mejor amigo fuera un amante de los animales ya que anteponía sus cachorros a su trabajo de verdad pero aunque el ruso no quiera admitirlo, eso hace mejor persona a Greco.
Continuó limpiando mesas y el suelo hasta que todo quedó impecable, para su sorpresa el timbre de la entrada comenzó a sonar.
Un chico de cabellos dorados y lisos entró por la puerta, llevaba puesta una sudadera roja seguido de unos pantalones verdes militar y botas negras. Tenía varios piercings, el que más resaltaba era el de su nariz, tenía un aro con dos bolas saliendo de su tabique. Viktor se estremeció, él pensaba que los piercings eran dolorosos e innecesarios.
—" ¿Buah no me jodas que está cerrado?" — El rubio de ojos azules se apoyó sobre el mostrador, esperando alguna señal de vida.
—" ¡Disculpe! Aquí estoy.." — Viktor entró corriendo detrás del mostrador y carraspeó un poco —" ¿Qué desea tomar?"
—" Mira ehh, ponme un frappe. "
El ruso asintió y se marchó a preparar la orden, no tardó mucho en hacerla porque estaba emocionado de por fin tener un cliente al que atender. Volkov le dió su pedido al chico rubio y este lo probó.
—" Buah sabe de puta madre, gracias chaval "
El chico dejó el dinero sobre el mostrador y salió a la calle.
—" Creo que a Horacio le gustaría este sitio.."
El rubio echó una foto al nombre de la cafetería desde la calle y siguió su camino hacia su piso mientras enviaba mensajes con su teléfono.
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Después de eso, el rubio apagó su móvil y continuo disfrutando de su frappe.
