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Asa

Hace frío. Hoy amaneció más helado de lo habitual, en Londres es normal, al parecer las únicas estaciones que existen son otoño e invierno. Escuche ruidos y esa fue la causa de mi despertar.
Me levante de la cama para ver de donde venía ese ruido.

Un camión de mudanza. Eso fue lo que encontré.

Al parecer la casa de al lado será habitada. Supongo que eso es bueno. Espero y los vecinos no sean los típicos, ya sabes esos que son enojones o controladores. Después de un rato de tratar de dormir un poco más decidí que era mejor ir a desayunar algo. Me vestí. Supuse que todos seguían durmiendo, pero supuse mal, porque todos estaban en el living desayunando. Me imagino que el ruido de los vecinos igual los despertó. Me senté al lado de mi hermanita Loxie, ella jugaba con la comida, como siempre mi mamá le decía que no lo hiciera.

Y pronto empezó la típica plática de las mañanas:

- Hola Asa Buenos días cariño, ¿Cómo amaneciste hoy?

- Hola mamá, bien, pero los ruidos me levantaron, ¿Tu cómo amaneciste? -a veces cuando me despierto por un ruido todo el día estoy insoportable.

- Igual, porque no invitas a la chica a tu cumpleaños, al fin y al cabo faltan unas semanas, tal vez en esas semanas, no se te llegue a gustar -dijo mi madre, ¿de qué chica habla?

- ¿A quien? -pregunté intrigado.

- A la nueva vecina -dijo con una gran sonrisa.

- ¿Cómo sabes que es una chica y no un chico?- Mi madre si a veces es rara.

- Pues porque hace rato que fui a sacar la basura me asomé un poco y vi a una linda chica ayudando a sacar cajas de la mudanza.

- Espiar es malo mamá.

- ¡Asa Butterfield! No estaba espiando, además como dices eso si sólo saque la basura, los llegue a ver de reojo -dijo algo irritada.

Se que no le gusta que sea tan cerrado, pero ella sabe porque soy así, desde Payton mi madre ha tratado de hacerme "enamorar" de alguna chica. Nunca le funciona. Y nunca funcionará.

- Mamá si digo que la invitare, para que según tu me llegue a gustar, cosa que nunca de los ¡NUNCA! Pasará, ¿me dejaras de molestar con más chicas? -ya sabía la respuesta. No. Y aún así con un no la tendría que invitar.

- Si, te lo prometo. -dijo sería y sincera.

Al Principio me quede en Shock, no lo podía creer, ¿mi madre prometiendome que nunca más me molestaría? ¿Con chicas? Definitivamente hoy es el fin del mundo.

- Esta bien mamá, ganas. La invitare, sólo porque me diste una buena razón.

- ¡¡SI!!, ya quiero que la conozcas, tal vez te gusta o no se... Te enamoras.

No contesté. No iba a contestar con algo como eso. Mi mamá suponía muy mal, una chica no me podría enamorar desde el primer día que la conozca. Me límite a decir sólo un "ok" y ya.

Me retiré de la mesa y fui a la sala, estaba viendo la televisión cuando mi mamá llegó a sentarse a mi lado. Siendo sincero hoy se estaba comportando de una manera muy rara y poco usual.

- Asa, se que no te gusta que te hable de chicas, y mucho menos para que ligues con ellas, pero hijo no siempre podrás estar sólo, sin una chica, algún día conocerás a una que valga mucho la pena, y creo que es momento de que te des otra oportunidad, no todas las chicas son como Payton, se que te lastimó, pero Asa, la vecina no se ve así, tal vez sea diferente a todas las chicas que has conocido, yo sólo te digo que le des una oportunidad -dijo en tono suave y muy tranquila, mientras me observaba viendo la TV.

- Mamá -dije girando hacia ella- se que quieres que salga adelante después de lo sucedido con Payton, pero no lo se, creo que será mejor por ahora estar así. Sólo. No quiero salir lastimado de nuevo.

- Te entiendo, pero mira sólo dale una oportunidad, ¡por favor!

- Esta biem mamá, sólo una.-dije cansado, sabía que no me dejaría en paz.

- ¡GENIAL! Puedes ir a buscarla o salir con ella hoy, es más ¿porque no vas ahora a buscarla?

- ¿¡QUE!?

- Sí, ve, ahora -Dijo alzandome del sillón para llevarme a la puerta y así hacer que saliera de ella para luego con un acto tan rápido cerrarla en mi cara.

No me quedaba de otra.

Me dirigí a la casa de la antes ya mencionada, subí los escalones, toque el timbre ¿y ahora que debo decir?

Eres mía.» AsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora