Inicio

878 31 3
                                        

Asa


Recuerdo como comenzó todo, como si todo lo que pasamos juntos fuera apenas de ayer. La extrañó.
La amo tanto.
Pero se que ella a mi ya no. Y me duele, duele mucho.
Es como si tu mascota, tu primer o más preciada mascota se hubiera muerto, como la primera vez que te caes y te duele hasta el alma. Duele. Pero vasta con saber que este dolor lo cause yo. Y fui un estúpido.
Por dejarla ir.
Por dejar el más valioso tesoro de mi vida libre, donde todos la encontrarán y estará libre sin que yo la cuide, alguien llegará y me arrebatara o quitará.

Me llamó Asa Maxwell Thornton Farr Butterfield, pero todos me llaman sólo por Asa. Tengo 17 años dentro de poco 18, tengo una estatura para mi edad supongo buena, mi tes es Blanca como la nieve (o eso dicen), con unos ojos azules. Nunca me había gustado tanto alguien.
Ya había decidido no creer en el amor.
Porque creo que es un corto lapso de felicidad y cursilería, en el que te ahogas de miel y de tus propias palabras.
Ya había decidido no ilusionarme más.
No después de lo sucedido con Payton. Ella si que me lastimó.
Y en ese momento se acabo todo. Literal todo, decidí que eso de ser cursi y serle  fiel a alguien que no da nada por ti era algo tonto en esto que se hace llamar la vida.

Ya no soy el chico de antes, el que era tierno, dulce o amable, lo sigo siendo pero sólo con las personas que me importan mucho. Y que digamos muchas no son las que se quedan.

Las mujeres por ahora no me interesan. Como les había comentado no después de Payton. Pero llegó ella con su belleza, su voz, con su inocencia, ese cabello ondulado con el que siempre me gustaba jugar. Llegó ella. Llegó Amber y cambio todo en mi vida, completamente todo, mi forma de ser o de pensar lo cambió. Me enamoró.

Y eso no era bueno.

Eres mía.» AsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora