Lo Que Siento... (EN REMODELACIÓN)

PARTE 3...

No entiendo, nunca entenderé, una de las razones por lo que siempre me me pregunto, ¿mi reflejo es real?, en esta situación, prefiero retirarme del espejo y evitar mirar hacia donde se encuentra mi reflejo. Pienso en lo que una persona tan irreal alguna ves me dijo, no podía saber si esa persona era un sueño o si realmente mis lágrimas hiban a salir de tan real que era, endiendo que no era una persona perfecta, pero siempre creí que esa persona lo era, "no quiero herir a una persona" eso solía decir, cuando lo decía ocultaba su mirada de la mía y posaba su mano alado de la ventana o eso creia yo, pero, realmente veía el reflejo de la ventana y observaba detenidamente lo que había detrás de ella. Después de un tiempo me di cuenta de esta situación, en ese momento no me ponía en los zapatos de alguien más para poder entender por lo menos un poco de lo que esa persona podía sentir, y en este punto es cuando todo seba derrumbando tan lentamente que quisiera cambiar este momento por una simple y única melodia a todo volumen para sentir lo profundo y alegre que ocultan.
Note por un tiempo que soy muy timida y nunca supe como la gente me ve realmente y nunca lo sabré, eso solo depende de la mentalidad que tenga hacia mi y hacia los demás.
Cuando te das cuenta que la visión que tienes de ti mismo es una de las peores que puede existir en esta galaxia empiezas a ver lo mal que estas, lo malo que te está intoxicado y lentamente te va sofocando haciendo que tu tomes un decisión fácil y errónea, trato de no darle importancia a esa idea ficticia que a creado mi cerebro (aún que mi cerebro la haya creado, yo estoy encontrar de que un día la tenga que usar). Se que la mayoría de ustedes ignorarian esa posible decisión y seguirian tratando de mejorar... Una situación así me recuerda aquel día de invierno por la noche, en donde se podía escuchar el llanto de las aves y el sonido congelado de los grillos que con dolor cantaban para que no destruyeran su hogar, suena como una historia con un final triste en el que la aves de tanto llorar dejan de ver y los grillos de tanto cantar se congelan bajo la luz de la luna.