¿Cuanto puede dañar un corazón roto? ¿Que tan estruendoso sería el crujir del corazón al romperse?
Con un temperamento fuerte pero siendo bastante amable y bondadoso con su soldados, Yoongi reinaba hace medio siglo.
Pero todo cambió con la partida de Jimin, el abandono que el amor de su vida le hizo cuando los superiores lo llamaron.
Buscó a su maestro, los primeros diez años para regresarlo a su lado, otro cuarenta años para matarlo.
El odio y la soledad cada vez calaban más el corazón de Yoongi llevándolo a la crueldad.
Un dictador, así como lo era su hermano en la cuarta dimensión, Yoongi lo era Drajegu, matando a quien fuera que no le diera el paradero de Jimin, mataba por pasatiempo, incluso los mataba por no poder abrirle el portal para buscar a Jimin en la quinta dimensión sabiendo a carta segura que nadie podia hacerlo a excepción de los maestros o la corte suprema.
Era el cuarto maestro que mataba, su dragón se habia salido de control y solo volaba tan alto como podía buscando el escape.
-¡JIMIN!- gritó llenó de furia y luego se desplomó en el suelo con sus ojos cargados en lágrimas. -Te odio...- gritó lleno de dolor en su corazón.
Su dragón soltó un fuerte gruñido haciendo estremecer a Jimin que hacia su paseo matutino.
-Ignoralo, Jimin, sigue adelante- se dijo a si mismo meintras corria con la lluvia cayendo sobre su cuerpo. -Ignoralo- decia mezclando su lágrimas con las gotas de lluvia.
Sentir todas las emociones que Yoongi había experimentado durante esos cincuenta años no le hacian para nada bien. Buscaba la manera de ya no sentir a GoGo pero el problema era el dragón que no quería soltarlo, el alma se negaba a aceptar a otro maestro.
El viento soplaba frio, las gotas caían pesadas y heladas, las nubes pesadas le daban al bello parque una armonia triste.
Pisó un charco de agua que hacia bailar a petalos de flores que volaron por lo violento que resultaba ser el bosque.
La madruga en la que se habia escapado aún se encontraba viva en su mente, no habia sido fácil soltarse de los brazos de Yoongi que temia por perderlo.
¿Por que lo hizo? No quería cometer el gran error que Kunpimook habia hecho, no quería debilitar al dragón otorgándole un alto nivel de sumisión. No quería ser dueño de algo que no era suyo.
Desde un principio supo que las cosas con aquel rey serían complicadas, desde sus primeras horas donde Yoongi se negaba a tranformarse y cuando lo hacia Gogo hacia desastre a su alrededor. Vivio aterradores momentos donde Yoongi transformaba por gusto propio cayendo hasta cierta altura y luego aparecía Gogo para remontar vuelo.
Rebelde, esa palabra definía muy a Yoongi y en su momento no creyó que aquello sería lo que enamoraria su corazón. Para cuando se dio cuenta que estaba amando al rey ya sentía celos de los concubinos y concubinas que visitaban al rey que los recibia demasiado seguido. Sus celos lo llevaron a incrementar más horas de entrenamiento de pelea con el único propósito de reducir las visitas concubinas al rey.
Terminó cayendo rendido a sus pies sin darse cuenta, usando sus encantos Yoongi solo le entregó el dragón limitando el control de Jimin en él.
Para el segundo siglo al lado de Min los coqueteos de parte del rey comenzaron y la corte suprema decretó completamente prohibido entablar sentimientos o alguna relación con los reyes.
Con dificultad entendió porque su destino sería bruscamente cambiado, porque ahora no podía ser el compañero de vida de aquel hermoso rey.
Cuando lo tenia, Min desperdició cada oportunidad para estar con Jimin, rechazaba ser la pareja de alguien que lo controlaria y ademas conoceria sus deseos más secretos. Pero todo cambio cuando lo prohibido brillaba como oro. No le tomó mucho, prácticamente nada tener a Jimin entre sus brazos y así de rápido tambien se enamoró.
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Savage- YoonMin
Fiksi Penggemar"Tengo dos luchas entre tu lejanía y mi soledad; y mi dragón que se rebela a ayudar al mundo"