Un día lluvioso en un callejón, dos jóvenes caminando hacia la misma dirección, la convivencia entre estos no es muy buena, deberán dejar de lado sus indiferencias si quieren salir intactos de esa lluvia.
Book Cover: @versacegrl
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❝Capítulo 9❞
➵Miércoles 01 de Julio | Dos meses antes
Los dos castaños terminaron la tarea en seis horas, un tiempo récord para cuatro hojas, dividiéndose el trabajo y haciéndolo en equipo lo terminaron bien hecho y decorado, sin duda les daría una buena calificación. Durante el horario de trabajo, ninguno de los dos habló.
—Trabajo terminado —el castaño mueve sus pies, jugando con la silla—. Mañana tendremos el día libre.
—Si, eso es bueno, supongo… —la castaña guarda silencio, analizando el rumbo de la conversación—. Me preocupas —soltó—.
—¿Perdona? —el castaño deja de jugar con la silla, aquellas palabras lo habían dejado desconcertado. Nadie se había preocupado por él—.
—Que me preocupan tus brazos, me interesa saber si tienes alguna alergia o algo —hizo una pausa y suspiró—. Solo si quieres decirme
—Las cosas no están bien en casa —miró hacia la ventana, observando la lluvia—. Es eso, sólo quiero desaparecer —los ojos del castaño se humedecieron y bajó la mirada, jugando con sus dedos—.
—¿Te maltratan en casa? Podemos buscar ayuda, puedo ayudarte —Ansley toma la mano del castaño—.
—No, nadie puede ayudarme, de eso no hay salida —forzó una sonrisa—. No te metas en esto.
—Pero eso está mal —la castaña lo miraba, preocupada—.
—¿Tú que sabes de esto? Vives en donde quieres, tienes lo que quieres, ¡tu vida es perfecta! —el castaño comienza a alterarse—.
—¿Qué estás insinuando? ¿Qué solo porque vivo aquí mi vida es divertida? Te equivocas —Ansley se levanta de su silla—.
—Es que mírate, eres a la única persona que le digo esto y comienzas a enloquecer —Payton alza la voz—.
—¿Enloquecer? ¿Yo? Tú eres el que comenzó a alterarse. Tú eres el loco —la castaña pone un dedo en el pecho del castaño, presionándolo—.
—Gracias por recibirme, gracias por todo, espero que el trabajo sirva de algo —el castaño coloca su mochila en su brazo y suspira—.
—Lo mismo digo —la castaña se sienta en su cama, observándolo salir de su mansión—.
—Ni siquiera puedes mantener una amistad con un chico, eres genial Ansley —repite en su mente. Lamentándose de ser así—.
A Payton no le importaba la lluvia, era tanto su enojo que no se preocupaba por llegar a su casa empapado y soportar de nuevo los gritos de su padre, por llegar tarde. Apresuraba el paso, solo esta a unas cuadras de recibir unos buenos golpes.
—¿Estas son horas de llegar? —pregunta el padre del castaño, deja la botella de alcohol en la mesa y se acerca a él—.