YouTube girl 2: Endless Love |Louis Tomlinson|

Capítulo 5.

Después de soportar el hecho de ver como Louis se manchaba de casa sin decir una sola palabra, el estar a solas con Harry, solo hacía que quisiera estar sola. Harry era genial, pero después de todo lo ocurrido con Louis… tan solo quería meterme en la cama y dormir hasta el fin de los tiempos. Amigos. Así era como habíamos acordado quedar con Louis aunque, si todo esto fuese tan fácil, mi vida sería esplendida. Louis estaba herido, confundido y, puede que un poco cabreado por mi testarudez pero, seamos realistas: esto no funcionaría si lo intentábamos en las mismas condiciones. Como dijo Einstein, la locura es intentar una cosa una y otra vez de la misma manera esperando diferente resultado.

Estábamos locos, según esa definición. Pero, durante un nanosegundo, creo que esa locura me pareció hasta aceptable.

Observé como Harry tecleaba rápidamente en la pantalla de su móvil. Hacía más de diez minutos que no apartaba la mirada del móvil. ¿Había parpadeado? No estaba segura. Parecía enfrascado en una importante conversación con alguien, pero estaba a la izquierda de mi posición, por lo que lo único que veía de él era su figura desparramada por la cama. Sí, se había puesto a mí lado, mientras yo intentaba no parecer psicótica mirándolo fijamente. Su cabello le tapaba un ojo, pero creo que ni se había dado cuenta. Tenía curiosidad por saber si, si le metía el dedo en la oreja, se daría cuenta de mi presencia. Alcé la mano, dispuesta a comprobarlo, pero antes de que pudiera hacer algún movimiento brusco, me dedicó una mirada de advertimiento.

-          ¿Puedo saber lo que piensas hacer? –preguntó frunciendo el ceño-.

-          Quería ver su reaccionabas.

Alzó las cejas. –Pues he reaccionado.

-          Sí, lo sé. Al parecer mi experimento ha fracasado.

Frunció el ceño. –Pensé que te habías normalizado.

Me encogí de hombros. –Solo bromeaba.

-          Me alegro de que toda esa locura que emanabas no se haya evaporizado –comentó sonriendo-. Eras realmente divertida.

-          ¿Crees que no lo sigo siendo? –reí-.

-          Creo que ahora emanas esa sensación de seriedad que emanan las personas centradas, pero también se que, detrás de todo eso, aun esta esa chica que pensaba que usar ositos de peluche como mochila era algo tierno.

Abrí desmesuradamente los ojos. -¿No crees que eso es tierno? –negó la cabeza-. Pues que sepas que esa cresta tuya, solo te hace ver más sexy, no más peligroso.

Soltó una carcajada y me miró un par de segundos, antes de volver a carcajearse de nuevo. –Primero –dijo enumerando los puntos con los dedos-. Si dices eso delante de Louis, creo que no me va a hablar en una semana y, segundo, empiezo a pensar que tienes fiebre –me puso una mano en el cabeza, rápidamente la alejó-. Estás ardiendo.

Su rostro estaba serio, mostraba preocupación. Cerré mis ojos, la verdad era que si notaba como mi cabeza quemaba. Cuando sentía algo mojado en mi frente, me tapé con las mantas. Inspeccioné lo que estaba haciendo Harry, me había puesto un pañuelo mojado en la cabeza, como habían en las películas para que la fiebre bajara. Gruñí y lo lancé lejos. Harry sus piró y, creo que puso otra manta sobre mí. Mis ojos se cerraban constantemente, por lo que, en algún momento, me quedé dormida profundamente.

***

-          Sí, le puse otra manta para que no se enfriara –pude oír-. No, no se ha despertado todavía, Liam se quedó un rato y Harry tenía que ir a grabar –otra pausa-. No, está bien, solo quedamos como amigos.