YouTube girl 2: Endless Love |Louis Tomlinson|

Capítulo 6.

Enrosqué mi lengua dentro de mi boca, de nuevo, para luego volver a pasarla por mis labios. Los sentía secos. Mi pierna empezó a tener un tic nervioso. Genial. Mi pie empezó a moverse rítmicamente. Sumamente genial. Pateé el suelo, dejando luego caer mi pie. Estaba nerviosa, se podía ver a quilómetros de distancia. Me aclaré de nuevo la voz, era la décima vez que lo hacía en menos de un minuto. Seguía igual. Y, eso significaba que mi preparación de una hora había dado resultado y que no tenía por qué preocuparme, pero inexorablemente lo estaba.

Volví a alisar mi camiseta, en esta había escrito el nombre de mis mejores amigos, había sido algo así como un regalo de cumpleaños tardío, solo para esta ocasión. Miré a mi alrededor, los chicos estaban revoloteando a mi alrededor: Calum y Ashton saltando, Niall riendo con Liam y algunos esperando para entrar en baño. Yo simplemente me había sentado en una silla para esperar a que todos los asistentes se colocaran en su lugar. Ahora mismo, solo faltaban cinco minutos para que 5SOS hiciera su aparición en el escenario, ellos cantarían un par de canciones antes de que yo apareciese, pero podía asegurar que estaba más nerviosa yo que ellos.

-          ______ -oí como me llamó Harry-.

Lo miré, estaba vestido con una camiseta blanca y unos pantalones negros. Simple. Como siempre iba en sus conciertos desde hacía un tiempo. Intenté sonreírle, pero creo que lo que salió de allí no fue más que una mueca algo cómica que hizo reír a Harry. Sí, así de graciosa era cunado estaba casi en pleno ataque de pánico. Recordé el hotel, nueve meses antes, Louis me había salvado de ser engullida por una masa de periodistas y, por alguna razón, sentía que lo volvería hacer en ese escenario si lo necesitaba. Respiré hondo. No, no iba a necesitar ningún rescate ni una ambulancia. Hoy no.

-          Estoy bien, solo un poco nerviosa.

-          ¿Cuándo estás nerviosa haces que te sangre el labio? –preguntó algo confundido-.

Toqué mi labio y miré mis dedos, un par de gotas de sangre estaban en ellos. Maldije en voz baja. Solo yo podía perderme el labio hasta hacerlo sangrar y no parar de apretarlo, sin darme cuenta de que mi boca parecía la de un vampiro que acababa de comer. Miré agradecida a Harry, para luego correr a uno de los baños de chicas.

-          Joder –gemí, mirando mi labio inferior-.

No estaba tan mal como en un primer momento había imaginado, ya no brotaba sangre, pero necesitaba un par de capas de maquillaje urgentemente, para no parecer recién operada de los labios. Y, creedme, si esto fuera una operación, hubiera salido muy mal. Pateé de nuevo el suelo, hoy me estaba estresando más de lo normal y eso no era bueno, no cuando tenía que estar en un escenario en menos de diez minutos.

Encontré a Lou, la estilista de los chicos, dando sus últimos retoques a su ropa y maquillaje. Cuando me miró, abrió los ojos desmesuradamente. ¿Tan horrible me veía? Y, luego, literalmente echó a patadas de la silla en la que estaba sentado a Zayn, sonreí, pero me arrepentí al instante. Mierda, daría pena al cantar. Por suerte esto ya había sucedido otras veces y ya estaba un poco acostumbrada a estos incidentes justo antes del concierto. Lou en un par de minutos hizo un milagro, hizo desaparecer lo que parecía una mordedura de tigre de mi labio e hizo que no me doliera al hablar. Impresionante, en serio. Esta mujer era demasiado buena en su trabajo, no me extrañaba nada que pudiese criar a Lux en medio de ts mundiales, ella podía con todo.

Tan pronto como me puse de pie, tenía a dos hombres llevándome a cuestas, para estar a tiempo al lado del escenario y no hacer el pena delante de toda esa gente porqué, por más conciertos que diera, yo podía fastidiarla en el detalle más insignificante, como en la hora que tenía que estar de pie detrás del escenario. Miré a los chicos, los que había detrás del escenario, ellos me dedicaron una sonrisa pícara cada uno, aunque la de Niall parecía un poco violadora a decir verdad. Reí, eso me había calmado un poco, pero mi corazón seguía palpitando con fuerza dentro de mi pecho. Por dios, sentía como el pecho iba a estallarme en cualquier momento. ¿Era posible tener un ataque al corazón a tan temprana edad? Los expertos lo descartaban, pero no estaba muy segura de eso.