Mariage (Feligette) (+18) AU

༺❁༻ Prólogo ༺❁༻

Bridgette pensaba que su vida iba bien. Tenía un buen trabajo en una de las más famosas compañías en Francia. Tenía su propio departamento, el cual era grande y elegante. Tenía buenos amigos. Era atractiva y amable.

Nunca tuvo problemas que arruinaran su pacífica vida. Amaba su vida tal cual era. Sentía que no le hacía falta nada. Estaba contenta con lo que tenía. Sus padres, quienes rondaban los cincuenta, eran buenos y generosos. Siempre la apoyaban y la llamaban de vez cuando, ya que ellos vivían en Niza.

Bridgette ya rondaba los 25. Estaba en la edad adecuada para casarse. Estaba enojada porque sus padres querían que se casara. Habían empezado a llamarla para preguntarle sobre el matrimonio. Su madre era la más ansiosa.

Siempre preguntaba.

Siempre preguntaba si tenía novio o novia. Bridgette pensó que no volvería a hacer pucheros, pero desde que su madre actuaba como reportera del amor, ella había empezado a hacer pucheros cada vez que llamaban. Tampoco podía cortar la llamada porque su madre no se rendía. La llamaba una y otra vez preguntándole lo mismo.

Bridgette estaba feliz de que su madre la llamara solo en las noches. Sus padres sabían que se enojaría si la llamaban a mitad del trabajo. Además, siempre tenía el celular apagado cuando estaba trabajando.

Ok, estaba pensando, también, en cortar la línea telefónica de su departamento porque sabía que no era bueno estar enojada tras cada llamada que recibía después del trabajo. Estaba cansada pero tenía que hablar con su madre. Quería gritar. Era horrible! Su paz se iba tras esas llamadas.

Su teléfono sonó y Bridgette sin mirar y soltando un suspiro exasperado contesto.

—Hola, cariñito~

—¡No me digas así! —dijo Bridgette ligeramente enojada.

La otra persona se rió.

—Uwah~ ¿ya estás enojada, Brid?

—¡Cállate! —Bridgette cerró el folder y se recostó en la silla de su oficina. —¿Qué quieres, Sabrina? —preguntó.

—Oh~ ¿por qué tan seca? Trato de ser amable. Comamos juntas, Brid. Te extraño. —Dijo la chica de ojos color verdes y cabello rizado rojizo.

Bridgette sonrió.

—No hables como si trabajáramos en diferentes planetas, Sabrina. ¡Tu oficina está a tres departamentos del mío!

Sabrina hizo un puchero.

—Pero eso no cambia el hecho de que no trabajamos en el mismo lugar, baby. ¿Por qué escogiste trabajar ahí y dejarme? Pensé que yo era tu mejor amiga.

Bridgette se rió.

—Aw~ ¡eres tan linda! Me quieres mucho, ¿no? Bueno sabes que no pude decir no. Me ofrecieron un buen puesto aquí. Además, la paga es tentadora así que no hubo forma de rechazarlo.

Sabrina chasqueó la lengua.

—¡Oh cielo santo! El cerebro de mi mejor amiga ha sido corrompido por el dinero. ¡Ayuda~! — dijo exageradamente.

La azabache roló los ojos. Aceptó el folio que le dio uno de los chicos. Le agradeció y lo guardó en el cajón de su escritorio.

—Ok, deja de hacer dramas. Ya es hora del almuerzo. ¿Dónde iremos a comer?

—En Sunrise Café. Es mi lugar favorito. —Dijo Sabrina.

Bridgette frunció el ceño.

—¿Es aburrido?