༺❁༻ Capítulo 3 ༺❁༻

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Bridgette no supo cuánto tiempo estuvo frente a su espejo. Ya era domingo.

No podía dormir desde el día en que habló con Félix. Su mamá la llamaba cada vez que podía. Bridgette sentía que su vida era un infierno. Se dividía entre mentir o no.

Llamó a Félix para cancelar su trato pero el mayor no contestó. Así que era verdad que no estaba en Francia.

Bridgette miró su reflejo. Llevaba un crop top blanco, un bonito par de jeans azules rasgados en los muslos y rodilla, un cárdigan gris y unas bonitas zapatillas color nude. Dejó que su cabello cayera sobre sus hombros y sus desordenados flequillos cubrieron sus azules ojos.

Se veía como una adolescente así como estaba vestida, mostrando una persona diferente a la que normalmente era con sus trajes sastre o vestidos elegantes de oficina.

Miró su reloj. Eran las 5 pm. No quería esperar más así que salió de su departamento directo a la zona de parqueo. Ahí vio aparcado un BMW negro. Segundos después, Félix salió de dicho auto.

—Justo a tiempo.— Dijo el rubio caminando hacia ella. —Ni siquiera tuve que ir por ti hasta la puerta de tu departamento.

Bridgette lo ignoró.

—Bonito auto.— Dijo.

Félix se veía guapo. Se veían tan fresco y atractivo con ese ordinario estilo. Llevaba una remera blanca, una casaca y pantalones negros. Se veía sexy con su cabello húmedo. Su apariencia aligeraba su lado frío.

Por otro lado, Félix estaba sorprendido con la apariencia de la azabache.

Bridgette se veía más joven con ese estilo. Se veía como una colegiala. Apartó esos pensamientos cuando vio el puchero de la azabache. La menor siempre hacía pucheros cuando se enojaba.

Abrió la puerta del auto para que Bridgette entrara. La menor no dijo nada mientras entraba. Félix entró en silencio y puso en marcha el auto.

—¿A dónde vamos?— preguntó después de un largo silencio.

—Te indicaré. No está lejos de aquí.— Dijo la chica, mirando por la ventana.

Félix no contestó. Sintió que Bridgette estaba intranquila por algo. Sus sentidos estuvieron acertados porque de pronto la chica gritó.

—¡DETÉN EL AUTO! ¡ESTO ESTÁ MAL! ¡NO QUIERO HACERLO!

Bridgette frunció el ceño cuando Félix siguió conduciendo.

¿Estaba sordo o algo? Pensó la chica.

Pateó la pierna de Félix para que se enfocara en ella.

Félix no se vio afectado ante el grito o la patada de Bridgette. El mayor solo le mostró su usual expresión fría.

—¿Por qué quieres detenerlo?— preguntó calmadamente.

Por otro lado, Bridgette estaba asustada.

—¡Porque no nos conocemos! ¿Cómo puedo dejar que conozcas a mis padres y presentarte como mi...mi futuro esposo? ¡Apuesto que mi madre está preparándose para separarnos!

—¿Por qué va a separarnos?— Félix miró a Bridgette por primera vez desde que entraron.

La ojiazul hizo un puchero.

—¡Porque eres un chico raro y mandón! ¡¡Y también frio!!

—¿Entonces prefieres que los engañe todavía más con una personalidad, linda y asqueante para conocer a tus padres? Puedo ir y comprar un ramo de flores y hornear un pastel en mandil rosa con forma de corazón si eso me hace ver mejor.

Mariage (Feligette) (+18) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora