༺❁༻ Capítulo 6 ༺❁༻

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—Hmmm... —murmuró Bridgette con sueño. Aún no quería dejar el país de los sueños. Ignoró el pesado sonido del celular. No era el suyo. Hizo un puchero mientras sentía algo moverse a su lado. Se quejó, abrazando su almohada con fuerza. Frunció el ceño, pensando por qué su almohada no estaba tan mullida como antes. Estaba...dura, pero cómoda.

Félix pensó que había dormido solo por veinte minutos. Sus ojos estaban pesados y no quería abrirlos. Maldijo haber olvidado apagar su celular, y ahora esa cosa estaba enojándolo. Lo dejó sonar mientras se calmaba, esperando que la llamada fuese algo que mereciera la pena estar despertándose. De no ser así, Félix estaba más que dispuesto en gritar a la persona detrás del teléfono.

Estaba por girar para tomar la llamada pero algo se lo impidió, o más bien lo atrapó. Félix alzó las cejas. Se incorporó apoyándose en sus codos. Al principio, estaba confundido con la escena. Una pequeña y delgada chica de cabello negro estaba a su lado, durmiendo y abrazándolo con fuerza.

La menor se acurrucó a su lado e hizo un puchero cuando lo sintió moverse.

Acarició los cabellos de Bridgette. Era extraño, pero aún así sonrió. Esto era nuevo para él. Tener a alguien a su lado en la mañana...era genial. Se sentía bien y perfecto. Félix no podía escuchar nada más. Toda su atención estaba centrada en la durmiente chica. No, no era solo una chica. Era su pareja... su esposa.

Retiró su mano en cuanto Bridgette abrió los ojos. La menor jaló la sábana, escondiéndose debajo para evitar que los rayos de sol molestarán su sueño.

Félix la encontró adorable.

Bridgette era como un gato.

Dejó de mirarla porque el teléfono seguía sonando.

—Agreste al habla.— Dijo con tono serio aunque aún medio somnoliento.

Fue una llamada de tres minutos, pero fue suficiente para que Félix supiera que no tenía tiempo de acurrucarse con Bridgette, o...bueno...no tenían tiempo para nada...no harían nada. Tenía que irse.

—Hey, cariño, despierta.— Dijo quitándole la sábana.

Bridgette se quejó inmediatamente.

—Mami, tengo sueño. Déjame dormir cinco minutos más, por favor.— Dijo sin ver a quién le decía todo eso.

Félix suspiró. Tenía prisa. Apostaba que le tomaría una eternidad despertar a su 'bella durmiente de ojos azules'. Su mente no estaba en perfectas condiciones, así que usó la primera idea que le llegó. Besarla.

Desafortunadamente, fue una mala opción.

Ahora pensaba que no le importaría si el beso le tomaba una vida entera.

—Tengo que irme.— Dijo delicadamente mientras sus labios se separaban.

Bridgette no contestó. Su mente estaba desordenada. Estaba mareada debido al beso.

Aún era temprano pero sentía calor. Félix quería disfrutar del sonrojo de Bridgette pero no podía. Miró el reloj y se alarmó en un instante. Se alejó de la azabache y fue al baño a asearse. En menos de diez minutos ya estuvo listo.

—¿A dónde vas?— La ojiazul se sentó en la cama, frotando sus ojos. Bajó la mirada y jugó con su sábana. Estaba tratando de sonar normal. Trataba de esconder la verdad sobre lo afectada que la dejó el beso.

Félix se acuclilló para ver a la azabache.

La menor alejó la mirada, negándose a verlo. Se sentía avergonzada de haber pensado que Félix era su almohada, así como también por haberlo confundido con su madre. Sus mejillas estaban ardiendo.

Mariage (Feligette) (+18) AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora