Despertó en una enorme habitación, pero no era la suya, ni la de su hermano, o incluso cualquiera que estuviera en el Palacio donde Taehyung vivía. Era oscura, decorada mayormente en azul y plateado, muy elegante, iluminada por velas, pues las cortinas estaban cerradas, la cama era grande, casi del tamaño de la que sus padres tenían.
No había nadie más que él, y entonces se acordó de lo sucedido en el bosque, con el chico guapo de pelo negro, ese que lo tocó y sé sintió como si un ángel lo hubiera tocado, pero no era un ángel era un monstruo, uno que lo atormentaba por las noche y por los días, sin dejarlo dormir, sembrando dudas e inquietudes.
Se levantó con dudas, tenía hambre y en una mesa a un lado de la cama había una bandeja con comida y con agua, no tomó de la comida, estaba asustado, y quién sabe que podría tener esa comida que lo perjudicara.
Caminó directo a la puerta entre los muebles, admitía que la habitación era de su total agradó en cuanto a la decoración, pero él miedo no lo dejaba apreciar tanto el lugar. Intentó abrir la puerta pero ésta estaba con seguro, no podía abrirla a pesar de soltar quejas y maldiciones.
- sólo yo la puedo abrir, estrellita.
Escuchó una voz del fondo de la habitación y cuando volteó ahí estaba el chico guapo en la cama, sin camisa que cubriera su torso marcado, sólo él con una sonrisa.
- ¿por qué no vienes y te acuestas junto a mí, Tae?
- no. Déjame ir.
- deja lo pienso. - el de ojos oscuros posó una mano sobre su mentón simulando que pensaba y después habló. - No te dejaré ir, mi amor, ya lo decidí. - finalizó con una sonrisa
- ¿y tú quién eres para negarme mi libertad?
- soy tu dueño, estrellita
- tú no eres mi dueño. Ahora déjame ir.- hizo un puchero acercándose con paso lento a la cama.
- convenceme. - dijo con otra sonrisa pícara.
- ¿cómo puedo con...?
No terminó de hablar cuando el chicobpalifo jalo de su brazo para aclararlo debajo de él acorralandolo al instante.
Sin dejar hablar a Taehyung de nuevo el de ojos oscuros lo beso, y aunque al principio el pequeño castaño se negó, el azabache siguió hasta que los labios ajenos se aflojaron y sé convirtió en un beso de añoranza, pues, también Taehyung sintió que esos labios ya los había probado antes.
Al separarse El pálido inspeccionó todo el rostro de Taehyung.
- extrañaba tanto tus besos...
- ¿qué?
De nuevo, el azabache no contestó y siguió besandolo, Taehyung no se opuso de nuevo, al contrario, correspondió sin saber porque él miedo se había ido en su mayoría, sin saber porque disfrutaba tanto de los besos de otro hombre, y sin saber qué diablos estaba pasando para que su corazón se acelerara con el monstruo que lo atormentaba.
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- ¿Has visto a Taehyung?
Preguntó la reina a su primogénito quien acababa de llegar al palacio de ver a su prometida quien había solicitado verle al estar ansiosa por la boda que se realizaría en dos semanas.
- No, él salió en la mañana, dijo que iba al estanque.
- ay... ese niño no madura, ya le he dicho que no vaya al estanque, no es lugar para un príncipe.
- ¿no ha llegado ya?
- No, seguro que se quedó a fuera del bosque pensando que alguien le habla, desde que tenía cinco años hace lo mismo, dice que alguien dentro del tenebroso bosque le habla, ¿estará loco?
- ¡madre! ¿cómo te atreves a decir que tu hijo está loco?, ah... olvídalo... ¿ya lo fueron a buscar?
- Sí, acabo de mandar a los guardias.
- bien, seguro se durmió abajo de un árbol, vamos a cenar.
- vamos. - la reina suspiró caminando hdía el comedor donde el rey ya a los esperaba.
Cenaron, la preocupación de la madre no se iba, no encontraba uno de sus hijos, no era nada bueno, sin embargo esa noche se fue a dormir a lado de su esposo quien tenía ganas de tener relaciones con su esposa. Ella no se negó y así disfrutó su noche esperando que su segundo hijo estuviera bien.
Y su hijo estaba bastante bien, a decir verdad, entre los brazos de un monstruo, el monstruo que desde que nació lo sigue y lo cuida, lo cuida de todo y de todos menos de él mismo.
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monster; Kooktae
Fanfiction- Robaré tu corazón y lo dominaré de la manera más aterradora. - aléjate... vete. - te daré la vuelta, te romperé y te tragaré. - ¡Lárgate! - te robaré y disfrutaré... Te volveré un desastre. - ¡mierda! ¡largo! - no puedes escapar de mi. no te atrev...