El cielo es celeste y las nubes son blanca. Entonces ¿Por qué será que siempre pinto la nubes celestes?
Jalo mi cabello en forma de frustración, ni siquiera sé por qué me frustro, ¿porque las nubes son blanca? Soy todo un caso.
Hoy es domingo, son exactamente las 9 de la mañana, debería seguir durmiendo sin embargo el pilón de tareas que tengo me lo impide.
Todo por quedarme jugando videojuegos ayer todo el día en la casa de Chris.
Además el viernes no iba a escribir, ¿quién escribe los viernes? Bueno los niños aplicados sí, pero como no soy un niño aplicado no lo hago. Bueno tampoco es que soy vago, de hecho soy promedio y eso para mi está bien.
Bostezo por milésima vez, estoy cansado, quizás debería dormir un rato más.
Mi lado malo me decía que me durmiera que luego hacia los deberes, mientras mi lado bueno me decía que escribiera que más tarde no iba a acabar todo.
Bueno una vez que no le haga caso a mi lado bueno está bien.
Decidido me acuesto en la cama y sin más me quedo dormido.
🌗🌗🌗
—Erick.
—¡ERICKKK!
—¿Qué pasó? ¿Qué pasó?—me levanto asustado.
—Nada loco, pensé que estabas muerto, sabes que ya es tarde ¿no?
—Ahhh eres tú Chris, para la próxima gritame más duro—le digo con sarcasmo.
—Con mucho gusto.
Le pongo mala cara, Chris si que es odioso.
—Espera, ¿dijiste tarde? ¡Dios Santo! ¿Qué hora es? ¿Por qué no me levantaste más temprano?—me levanto de la cama.
—Son las 7 de la noche y no te levanté porque ni que fuera tu despertador o algo así.
—¿Queeeeé?¿Cómo que las siete?
Entrecierra los ojos—¿Qué tienes que hacer?
—¿Cómo que qué tengo que hacer?— jalo mi cabello, sí, tengo esa manía de jalarme el cabello cuando estoy desesperado o frustrado—Mis tareas, no he hecho nada por estar en tu casa todo el día ayer—le respondo enojado.
—Ahora yo tengo la culpa, además ¿por qué no hicistes las tareas el viernes?
—Porque el viernes es para descansar el sábado para escribir y domingo para descansar.
—Eres todo un caso Erick, de todos modos primero cómete algo, estás más flaco de lo normal.
—Y tú haz más ejercicio—alzo una ceja.
—No comiences, muévete que mañana hay clases.
—Lo sé no me lo recuerdes—suspiro— ¿Por qué hay que ir al colegio?
—Para un mejor futuro y para que puedas comprarte la mejor comida del mundo—me sonríe.
—Tú solo andas pensando en comida, ya cambia.
Se ríe—Pero es que la comida es lo mejor del mundo.
Sonrío con picardía, sin duda es el mejor amigo del mundo.
Una vez que bajamos Chris se sirvió su comida y la mía.
—¿Tú la hiciste?—pregunto extrañado.
—Claro que sí, tu mejor amigo es un buen cocinero—sonríe con comida en la boca.
Entrecierro los ojos—Tú no eres cocinero, ¿qué hiciste?
—Buenoooooo digamos que la vecina me ayudó un poco—se rasca la nuca (acto que hace cuando está nervioso)
—¿La vecina?
—Si ya sabes la que está al frente.
—Eso lo sé pendejo, solo que se me hace raro, esa señora es odiosa—hablo pensativo.
—Bueno conmigo se portó amable, de hecho me presentó a su hija, está buena —sonríe con picardía—Pero ahora que lo recuerdo es la novia de Joel.
—¿Quién es Joel?
—Una persona—se ríe.
—Mira que chistosito me salistes eh.
—Joel es un compañero de clases, te recomiendo que no te metas con él, es un patán, él junto a sus dos mejores amigos y su novia es Emilia, la que tienes de vecina, no sé como no te habías dado cuenta.
—Ya sabes que casi no salgo de mi casa, soy un niño santo—pongo cara de inocente.
—Santo mis bolas, eres un diablillo, además las páginas que visitas de noche no dicen lo mismo de ti.
Me sonrojo—¿Cómo lo sabes?
—Lo decía en broma, entonces es verdad ehh—mueve sus cejas exageradamente.
—Solo come—respondo.
Comimos en silencio por unos 20 minutos luego Chris comenzó a lavar los platos porque la señora que hace la limpieza y la comida tuvo un inconveniente hoy.
—Me encanta tener un mejor amigo rico, puedo comer lo que sea.
—¿O sea que solo me quieres por interés?—finjo limpiarme una lágrima.
—Obvio.
Pongo una cara de desconcerto y le doy un golpe en el brazo.
—Pegas como nenita—se ríe.
—Ya no te dejaré comer en mi casa—le digo serio.
—Es bromaaaaa todo te lo tomas a pecho, obviamente que te quiero, te quiero a ti a la comida y a tu dinero—me sonríe.
Entrecierro los ojos—Payaso.
—Sabes que es bromita.
—En fin iré a escribir, que tengo mucho que hacer, si te vas no olvides cerrar la puerta—le digo subiendo la escaleras.
"Okey" escucho como respuesta.
Suspiro, tendré que escribir rápido.
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Más Allá/ Joerick 🌗
RomanceErick es un solitario chico cuyos padres nunca están en casa, él tiene los típicos padres con dinero, esos que siempre están absortos a sus trabajos. Tiene 16 años y cursa quinto grado. En el colegio nadie sabe que es gay a excepción de su mejor ami...