Capítulo 2: La despedida.

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Alexia.

Antes de que mi hermana cruzara el portal le dije adiós por última vez y cuando ella me contestó me largué a llorar. Intenté contenerme por ella, ya que cree que es una forma de mostrarse débil, pero yo creo que tiene razón a medias. Hay veces en las que es necesario mostrar tus sentimientos porque sino estos pueden sobrepasarte y puedes explotar.

Estuve así durante un rato, hasta que mi melliza me habló y me mostró una imagen de King's Cross y era hermoso, pero había algo raro, solo que no podía darme de qué era.

-¡Alexia! - siento que me sacuden y estoy algo desorientada -. ¿Estás bien? - veo a mi padre al frente mío y ahí me doy cuenta de que cuando hable con Aurore estaba muy concentrada en eso y no prestaba atención a lo que pasaba a mi alrededor.

-Sí, solo hablaba con Auri.

-Entiendo, es solo que te quedaste completamente inmóvil, como una estatua - dijo ya más relajado -. Creo que la distancia hace más difícil que se comuniquen por lo que quedan como paralizadas.

-Es posible.

-Bien, ya que arreglamos este asunto quiero darte algo - se sacó un collar y me lo mostró. Era realmente hermoso, tenía un dije de una runa de poder angelical decorada con pequeños pedazos de piedras preciosas -. Ahora que te separaste de tu hermana este collar puede mantenerte a salvo. Su magia solo funciona si lo llevas puesto pero si te lo sacas hay personas que te podrán hacer daño - añadió poniéndomelo.

-Pero... - empecé, aunque no llegué a hacer ninguna pregunta porque mi padre me interrumpió.

-No hagas preguntas, yo solo puedo decirte lo esencial y el resto tendrás que descubrirlo con el tiempo. ¿Entendido? - yo solo asentí -. No puedes hablar de él con nadie a excepción de tu hermana.

-Entiendo pero ¿qué pasa con Aurore? Estando separadas no sabemos lo que pasa  a nuestro alrededor cuando hablamos.

-Solo podrán hablar cuando ambas estén solas y nadie las vea - contestó. Yo asentí.

-¿Quiénes me pueden hacer daño? - intenté que conteste a una de las tantas preguntas que tenía.

-Dije que lo descubrirás con el tiempo. Por ahora solo no te lo quites y estarás bien. Cuando crezcas te lo contaremos con tu madre - fue lo único que contestó -. Por ahora solo puedo decirte que tu hermana tiene el otro collar, ya que son dos.

-Está bien - sabía que no iba a contestar mis preguntas -. ¿Puedes llevarme al instituto? Quiero entrenar con Thomas.

-Bien, pero no puedes decirle nada.

-Lo sé - dije rodando los ojos.

-Vamos.

Mis padres nos habían comprado a Aurore y a mí un celular, aunque era más mío ya que ella no lo podía llevar a Hogwarts, así que le mandé un mensaje a Thomas.

"Estoy yendo al instituto para entrenar un rato". 

"Bien, ¿qué quieres que prepare?" me preguntó.

"Cuchillos arrojadizos, espadas y arcos con flechas" respondí sabiendo exactamente lo que quería hacer.

"Está bien ¿Podemos practicar las volteretas?"

"Claro. Buena idea" sonreí ya que me encantaba hacer volteretas.

Llegamos al instituto y Thomas ya nos esperaba en la puerta. Estaba vestido con una remera negra lisa, unos jeans negros que en la parte de abajo estaban arremangados, también tenía una campera negra parecida a una chaqueta de cuero y unas zapatillas negras básicas.

Hermanas de dos mundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora