-One Shots AWAE-

~💫pt.3~

Gilbert

Y ya no está, se fue...

Para siempre.

Mis lágrimas no se controlaron cuando me dieron la noticia.

Yo lo había abrazado minutos antes.

Y sabía que tal vez no iba a estar.

Pero no lo podía asimilar. (Últimamente siempre que escribo me salen rimas xd, perdón arruine el mood de tristeza)

Y yo sigo sin asimilarlo.

Sigo llorando mientras veo a mi padre.

Simplemente su corazón ya no está funcionando.

Por más de que me intente convencer de que es solo una pesadilla.

Por más de que me intente convencer de que todo va a estar bien.

Que me convenza de que yo sigo teniendo 10 años y estamos corriendo por el jardín.

Solo me tengo a mi mismo ahora-

A nadie más...O eso creo.

No me percaté de que la tal Marilla tenía un hotel cerca de aquí.

No pretendía volver a mi casa.

Ni siquiera podía pisar cerca de allí.

Por más de que no lo hubiera intentado, yo me conocía lo suficiente como para saber que no lo haría.

El doctor me miraba con lástima.

Y eso lo odiaba.

Le di una mirada que la verdad no sabía que decía pero se fue.

Suspiré y me limpié las lágrimas.

Podría llorar más tarde.

Se que no suena lo más lógico cuando hace menos de media hora se acaba de morir tu padre pero tenía que buscar un refugio en donde quedarme y espero que la enamorada de papá me lo dé.

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Anne

-¿Podría vivir con ustedes?-Al terminar la pregunta sentía como me carcomían los nervios y como la desesperación me llevaba a sentir que me quedaba sin aire.

Hubo un silencio en el cual los hermanos se miraron,

-No -Yo miré el suelo desilusionada-No puedo creer que nos estés preguntando eso ¡Claro que si!- Gritó Marilla. Yo los mire con una sonrisa y corrí a abrazarlos.

-¡Gracias, gracias, de verdad muchísimas gracias-Dije mientras empezaba a llorar.

-Hoy tendrás que dormir aquí, pero mañana temprano nos vamos a Green Gables-Dijo Matthew con una sonrisa.

No podía creerlo ¡Viviría con los Cuthbert!

Estallaba de la felicidad y no podía esperar a contárselo a Cole.

Antes de dirigirme al cuarto del personal, me encaminé hacia la habitación 122 del hotel.

Cómo no había presupuesto para un ascensor, subí por las escaleras como lo hacía hace años.

Mientras levantaba mis pies para avanzar pensaba muchas cosas.

En mi escuela, pero la verdad eso no era un problema ya que tengo una de las calificaciones más altas.

En mi nuevo hogar y mis nuevos vecinos, ¿Cómo me iría? ¿Me detestarían?

Me di cuenta que ya estaba cerca de mi destino por lo cual apuré el paso.